La limpieza del censo de afiliados del PP choca con los estatutos y el funcionamiento interno

Los congresos regionales del Partido Popular que se han celebrado en las últimas semanas reflejaron la diferencia abismal entre los supuestos 860.000 afiliados que asegura tener la formación conservadora y la participación real en los procesos de primarias, que como media no supera el 10% de los militantes.

Ante esta disparidad, la dirección nacional del PP se ha propuesto hacer una limpia del censo que permita conocer realmente a sus afiliados. El vicesecretario de Comunicación Pablo Casado, explicó que el partido pretende “centralizar y coordinar las altas y las bajas” y establecer una cuota mínima para todos los afiliados, un montante que hasta ahora se decidía en la direcciones regionales. 

Sin embargo, los nuevos estatutos que fueron aprobados en el último Congreso Nacional establecen una fórmula para designar a los compromisarios según el número de afiliados que va a dificultar la renovación del censo. 

El artículo 33 punto 1.B de los estatutos recoge que los compromisarios “han de participar en el Congreso atendiendo a niveles de afiliación, al menos en un 75%, y al porcentaje de votos obtenido en las elecciones generales inmediatamente anteriores para el caso de congreso nacional y elecciones autonómicas inmediatamente anteriores para el resto de congresos, como máximo en un 25%”.

Esto significa que tres de cada cuatro compromisarios serán elegidos según la cantidad de afiliados. El número de compromisarios se ha convertido en una fuente de poder desde que el vicesecretario general de Organización, Fernando Martínez-Maillo, anunciara que el sistema de doble vuelta -votan los militantes en primera vuelta y luego los compromisarios en una segunda votación- para la elección de los presidentes regionales y provinciales es “un modelo que ha llegado para quedarse”.

“A ver quién es el primero que le pone el cascabel al gato sabiendo que elegir a un presidente regional o provincial depende de los compromisarios que lleves”, apuntaba un dirigente regional del PP.  De la complejidad del proceso da muestra el Partido Popular de la Comunidad de Madrid, donde su presidenta Cristina Cifuentes ha dado un plazo de seis meses para actualizar un censo que, en teoría, cuenta con 94.000 afiliados, aunque en las primarias por la presidencia solo votaron 8.166 militantes. 

El Congreso del PP de Cantabria ha sido un buen ejemplo de la importancia del número de compromisarios. La candidata preferida por el aparato, María José Sáenz de Buruaga, se impuso por cuatro votos de los compromisarios al otro candidato, Ignacio Diego, en la segunda vuelta de las votaciones. En la primera vuelta, con el voto de los afiliados Diego ganó por 154 sufragios a Sáenz de Buruaga con una participación récord del 24% del censo total respecto a otras formaciones autonómicas del PP.

De los 975 compromisarios con derecho a voto en Cantabria, lo ejercieron 916. Entre los votos emitidos, 458 fueron para la nueva presidenta (50,22%), mientras que Diego ha logrado 454 apoyos (49,78%), con 4 votos nulos y ninguno en blanco. El resultado ha provocado una crisis interna en el partido que ha alcanzado su punto álgido cuando un grupo de alcaldes y líderes del PP de 70 municipios han solicitado a Génova la suspensión cautelar de la dirección regional del partido.

“El PP es un partido con gente muy leal pero se quiere cambiar una forma de hacer las cosas que lleva así 20 años. Es comprensible que se quiera saber el número de afiliados pero no se entiende que se quiera controlar desde la dirección nacional o que se impongan el dinero de las cuotas cuando la situación en cada provincia es diferente. Habrá resistencias”,  admite un parlamentario regional.

Desde Génova se admite que cualquier cambio de funcionamiento en una organización provoca resistencias pero que se hará gradualmente para evitar conflictos.  

Los afiliados que se quieran presentar para ser compromisarios solo tienen que estar al día del pago de las cuotas. La unificación de la cuantía que se iba a decidir en el primer Comité Ejecutivo Nacional del PP tras el Congreso no llegó a tratar el tema aunque se había anunciado.

El control del censo es un elemento fundamental para el aparato del partido. La limpieza de los 860.000 afiliados del Partido Popular se va a enfrentar a resistencias internas para no perder peso en las votaciones de los lideres regionales y provinciales.