Los líderes de la Unión Europea (UE) y la Unión Africana (UA) se comprometieron hoy a la evacuación “urgente” de las víctimas de la trata en Libia, en paralelo a la quinta cumbre euroafricana dedicada a la juventud y celebrada en Abiyán, capital económica de Costa de Marfil.
Dirigentes de la UE y la UA explicaron hoy, al término de ese foro, su determinación de luchar junto a la ONU contra las mafias que estarían llevando a cabo la compraventa de migrantes en Libia, operaciones sobre las que empezaron a dar detalles.
“Para involucrarnos es imprescindible que nos aseguremos de que las víctimas de esa terrible tragedia, fruto del peor cinismo humano, puedan volver a casa de forma segura”, afirmó el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.
El presidente de la comisión de la UA, Moussa Faki Mahamat, se mostró dispuesto a actuar “inmediatamente” para repatriar a “3.800 inmigrantes” que se encuentran en Libia para cruzar el Mediterráneo hacia Europa por la situación “inhumana” que sufren.
“En coordinación con la Unión Europea, la ONU, junto con la OIM (Organización Internacional de Migraciones), vamos a establecer un grupo de trabajo para actuar rápidamente” y evacuar “a 3.800” migrantes de Libia, dijo.
Esas personas, procedentes en su mayoría del oeste de África, se encontraban en un campo y, precisó Mahamat, “quieren salir lo más rápidamente posible”, según ha podido constatar la misión enviada por la UA, que regresó ayer a Abiyán.
Aseveró que “no sólo se trata de un campo” e hizo alusión a que el Gobierno libio les ha asegurado que hay 42 lugares, aunque “seguramente hay más que eso. Hablamos de 400.000 a 700.000 migrantes africanos en Libia”, afirmó.
Llamó a la UE, la UA, la ONU y a Libia a “reflexionar juntas” con el fin de “encontrar soluciones más duraderas” al drama migratorio.
Por su parte, el presidente de la UA, el guineano Alpha Condé, aseguró que Marruecos fletará aviones para el proceso de retorno de los inmigrantes, así como otros países europeos y africanos que se han mostrado dispuestos a ello.
Libia -un estado fallido dividido en dos, con una autoridad en el este, bajo control del Parlamento en Tobruk y la tutela del mariscal Jalifa Hafter, y otra en Trípoli, respaldada por la ONU y con Fayez al Serraj como primer ministro- ha sido escenario de un escándalo destapado por la cadena estadounidense CNN sobre una supuesta venta de subsaharianos como esclavos en un lugar no especificado.
La reunión al margen de la cumbre, que consiguió el acuerdo para la evacuación del que dieron cuenta los líderes, se produjo a instancias del presidente francés, Emmanuel Macron, quien hoy se declaró “satisfecho” de las operaciones.
“La inmigración ilegal ni beneficia a Europa ni a África”, subrayó Macron, quien advirtió a los jóvenes de Costa de Marfil y otros países contra la “propaganda” de las mafias que quieren embarcarlos en la peligrosa ruta a Europa.
El grupo de trabajo urgente para Libia fue recibido como “un primer paso” positivo por la subdirectora de Oxfam, Natalia Alonso, quien, sin embargo, llamó la atención sobre el hecho de que se quiera repatriar de Libia a migrantes en tránsito que han salido de sus países para escapar precisamente de una situación desesperada.
Ningún líder africano o europeo quiso comentar las palabras este miércoles de Macron abriendo la puerta a una intervención militar en Libia, en declaraciones a las cadenas francesas RFI y France 24, contra las redes de traficantes humanos, y se centraron en defender el retorno seguro de las víctimas de la trata y la persecución de los criminales.
Además, en esta cumbre, la UE -principal inversor y donante de África- presentó su plan de inversiones para el continente, que perseguirá movilizar hasta 44.000 millones de euros para proyectos de futuro para ayudar a la juventud africana, más del 60 % de la población, y que se debate entre la subsistencia o el peligroso viaje a Europa.
El presidente de Costa de Marfil, Alassane Ouattara, se acercó a la sala de prensa al final de la cumbre para agradecer a los informadores haber puesto la atención pública en su país, del que también es su abanderado más popular el futbolista Didier Drogba, que apoyó igualmente con su presencia la mayor cita celebrada en Abiyán.
Por Lara Malvesí e Isaac J. Martín