El ex portavoz de Vox en Ceuta explota contra su partido: “Las cuentas no son éticas”
La crisis interna en el seno de Vox Ceuta tomó cuerpo este martes después de que quien fuera portavoz y cara visible de la formación deslizase que durante la anterior legislatura un uso opaco de las cuentas del partido. El polémico Carlos Verdejo, todavía diputado y parte del grupo parlamentario en este mandato, aunque ya no afiliado, ofreció una comparecencia ante los medios de comunicación en la que cargó duramente contra el actual líder de la formación en la ciudad autónoma, Juan Sergio Redondo, a quien vino a ligar con “comportamientos propios de un chiringuito”.
El ex portavoz había presentado su baja como afiliado días atrás y se sentó en la sala de prensa de la Asamblea dispuesto a explicar en profundidad las luchas surgidas en el seno de la organización. Iba acompañado de una abultada carpeta en la que dijo tener parte de las cuentas del partido: “Si Redondo quiere las hago públicas esta misma mañana”, amenazó el diputado, quién admitió haber firmado algunas y conocer su contenido únicamente por lo que le ha facilitado la Intervención municipal.
“No creo que haya nada ilegal. Si tuviera algún indicio de que eso ocurre así, me voy al juzgado. Creo que esas cuentas no son éticas”, aseguró seguidamente sobre algunas de las “prácticas” y “comportamientos organizados” dentro del partido con los que no está de acuerdo y que “no han cesado pese a que se ha intentado”.
En esta línea, cuestiona que puedan existir gastos de hasta 2.500 euros sin justificación y defiende que él siempre ha abogado por la total transparencia. “Las bases por las que se tiene que justificar este dinero son una vergüenza, porque permiten con facilidad ocultar pagos y realidades por debajo de los 2.500 euros a todos”, reveló, antes de disculparse por no haber sido consciente con anterioridad de ello.
Y si bien ha indicado que “se omiten detalles muy importantes de conocer”, el miembro de Vox ha querido dejar claro que “jamás” ha accedido a la cuenta bancaria del partido ni ha tenido siquiera las claves para operar de ella.
“Nunca es tarde, como acostumbro, para pedir papeles, como he hecho con infinidad de chiringuitos”, ha sostenido, antes de asociar al líder del partido en Ceuta y a algunas de sus personas de confianza con comportamientos “propios de un chiringuito”. Con todo, Verdejo evitó extender el calificativo al partido o al grupo parlamentario.
El “boicot” del equipo y los apoyos en la sombra
Para él se ha producido una suerte de “boicot” contra su figura y contra otros miembros del partido en la Ciudad, cuyo origen está en las voluntades de Juan Sergio Redondo. Un sabotaje en el que habrían participado las asesoras personales del presidente del grupo, la responsable de comunicación, Virginia Saura, la de afiliación, Romina Reyes, y el coordinador del Grupo Parlamentario y también asesor de la formación, David Romero, siempre “siguiendo a rajatabla” los designios de Redondo.
Como ejemplos, se ha referido al rechazo de una de sus propuestas en Pleno y el olvido de otra para finalmente encontrarse con un nuevo protocolo que “aparece misteriosamente” y por el cuál no puede presentar su tercera idea por estar “fuera de plazo”. Del mismo modo, ha indicado, que se le “han ocultado peticiones de entrevistas”.
Desavenencias que ya se perfilaban entre rumores desde que tras las elecciones recurriese a las redes sociales para publicar que la pérdida de su portavocía, que le había llevado a protagonizar llamativos titulares en medios de comunicación, no había sido un cambio voluntario. Mucho menos consensuado.
Hace escasos días volvía a recurrir a su perfil personal para llevar la contraria a Redondo a colación de una nota de prensa del partido en la que el presidente achacaba la responsabilidad de los problemas de convivencia entre vecinos y menores extranjeros no acompañados a la jefa del área de menores, la ex secretaria del PSOE Toñi Palomo.
Resultó que, tal y como parecía, la comunicación entre Redondo y Verdejo no fluía desde hacía tiempo. El ex portavoz no ha tenido reparos en señalar cómo hace ya más de dos meses que recibió un mensaje de su presidente para solicitarse que se “abstuviera” de mandarle correos electrónicos o WhatsApps. Un aviso que le ha retado a publicar.
Como colofón, ha deslizado que no solo no está aislado en el Grupo Parlamentario, sino que cuenta con apoyos a nivel nacional y ha citado a Santiago Abascal con aquella famosa frase de “a las personas que cambian sus principios, que las echen a la hoguera”, para reafirmarse en que “Vox se queda a la izquierda de Carlos Verdejo”.
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