El exconsejero de Políticas Sociales de la Comunidad de Madrid Alberto Reyero ha rechazado este martes los principales argumentos que esgrime la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, para defender su gestión ante las más de 7.600 muertes ocurridas en las residencias de la región durante la primera ola de la pandemia.
Reyero, que llegó al cargo de la mano de Ciudadanos y dimitió hace ocho meses tras una serie de enfrentamientos con el ala más conservadora del Ejecutivo, ha participado en una conferencia organizada por Más Madrid y recogida por InfoLibre, en la que ha cargado contra el argumentario de la dirigente popular y ha considerado que “el mayor error que cometió Sanidad fue no considerar a las residencias como una prioridad”.
Para el consejero, la defensa que hace Ayuso sobre su gestión de la pandemia se basa en tres “bulos”: ha negado que la responsabilidad sobre los centros sociosanitarios estuviese en manos del Gobierno central y que el hospital construido en Ifema fuese un “hospital milagro” y, por último, ha rechazado que los protocolos para excluir de asistencia hospitalaria a los ancianos con COVID-19 residentes en estos centros, durante lo peor de la pandemia, fuesen simples “borradores”. Reyero ha afirmado que “eran protocolos” y que negarlo “no tiene ningún sentido”.
“Durante las peores semanas de la crisis, la mayoría de los residentes que murieron lo hicieron en las residencias. Y esto es una anormalidad”, ha lamentado el exconsejero, que ha recalcado que la gestión del Gobierno regional en este aspecto se basó en “tres estrategias de carácter populista”. “No consideraron a las residencias como una prioridad. Fue el mayor error que cometió Sanidad”, ha zanjado.
Reyero dimitió el 2 de octubre de 2020 de su cargo como consejero de Políticas Sociales, Igualdad, Familias y Natalidad de la Comunidad de Madrid, después de una serie de desencuentros con la líder del Ejecutivo sobre la gestión de la pandemia. Mientras mantuvo su puesto lanzó peticiones para que se medicalizasen las residencias, pidió la intervención del ejército o hizo públicas las cifras de fallecidos en las residencias en contra del criterio de la presidenta madrileña.