Tegucigalpa, 24 sep (EFE).- El exdirector de la Policía Nacional de Honduras Ricardo Ramírez, acusado en su país por lavado de activos, fue capturado en España, informó este martes el ministro hondureño de Seguridad, Gustavo Sánchez.
“Se ha logrado la detención del exdirector general de la Policía Nacional Ricardo Ramírez y su esposa, quienes enfrentan cargos en un tribunal de Honduras por lavado de activos”, subrayó Sánchez a periodistas.
El alto funcionario señaló que Ramírez fue capturado en una operación conjunta entre Interpol de Honduras y de España.
Según la versión oficial, entre 2007 y 2016 Ramírez hizo movimientos financieros por alrededor de 37,7 millones de lempiras (1,5 millones de dólares), de los que no ha podido justificar 26,7 millones de lempiras (1,09 millones de dólares).
Sánchez indicó que también fue capturada la esposa de Ramírez, Thelma Carmina Umaña, quien no ha podido justificar 1,4 millones de lempiras (56.402 dólares) de 3 movimientos financieros por más de 2 millones de lempiras (80.575 dólares).
Ramírez y su esposa arribarán la madrugada de este miércoles al Aeropuerto Internacional de Palmerola, en la región central de Honduras, y luego serán presentados ante un juzgado de Tegucigalpa, precisó el ministro de Seguridad.
El exjefe de la Policía hondureña fue destituido del cargo en mayo de 2012 por el expresidente Porfirio Lobo (2010-2014), en momentos en que se supo que un agente está implicado en el secuestro y asesinato del periodista Alfredo Villatoro.
Las autoridades de Honduras incautaron en 2021 varios bienes del exdirector de la Policía hondureña, luego de identificar “incongruencias en sus ingresos”.
La otrora Comisión Especial para la Depuración y Transformación de la Policía Nacional de Honduras recomendó en junio de 2016 al entonces ministro de Seguridad, Julián Pacheco, la destitución de Ramírez, a quien le asesinaron en 2014 a un hijo junto a dos de sus guardaespaldas.
Ramírez es uno de los miles de policías y oficiales depurados en los últimos años, pese a ello, con alguna frecuencia agentes de las fuerzas del orden se ven envueltos en delitos y crímenes.