- Los politólogos Lluís Orriols, Ignacio Urquizu, Paloma Román y Antón R. Castromil analizan para eldiario.es la propuesta de reforma electoral de Unidos Podemos
Tras la propuesta de Unidos Podemos de reformar el sistema electoral, los expertos en Ciencia Política coinciden: no existe el sistema electoral perfecto, todos tienen sesgos y la proporcionalidad no lo es todo.“Lo que pretende Unidos Podemos es sustituir unos sesgos del sistema por otros, ni mejores ni peores”, comenta Antón R. Castromil, politólogo y profesor de la UCM.
“Con cualquier cambio que quieras hacer, introducirás nuevos sesgos”, añade Ignacio Urquizu, profesor de Sociología en la Complutense y diputado del PSOE. Este señala que no hay un sistema electoral mejor que otro, sino que “todo depende de la democracia a la que aspires”. “Si quieres hacer una apuesta por la gobernabilidad y estabilidad del país, lo mejor es un sistema mayoritario, pero si quieres primar la idea de representación, apostarás por un sistema más proporcional”, dice.
En la misma línea se pronuncia Castromil: “Lo importante es pensar qué objetivos quieres conseguir con cada sistema. La Ley Electoral no es inocente, tiene siempre unos sesgos. La actual beneficia a los grandes partidos, a los fuertes en el ámbito rural (PP) y a los nacionalistas. Pero resulta curioso que, aun así, el sistema de partidos cambió en 2015, dejando atrás el bipartidismo. La Ley Electoral no lo es todo, el sistema ha cambiado con la misma LOREG”.
Asimismo, Paloma Román, politóloga de la UCM, también defiende que “el sistema electoral perfecto no existe” porque depende de la lógica que cada país escoja. “Cada sistema político responde a una lógica diferente: algunos siguen la del mandato, que busca mayorías muy fuertes y artificiales; otros siguen la lógica de la muestra, que busca gobiernos más parecidos a la sociedad, pero pagando el peaje de una mayor inestabilidad”.
La fórmula Sainte-Laguë: ¿es efectiva?
Ignacio Urquizu explica que existen tres vías principales para reformar un sistema electoral: cambiar la fórmula, modificar el tamaño de la circunscripción (es decir, el número de diputados) o implantar una circunscripción única. La primera opción es la más sencilla porque solo implica cambiar la LOREG, pero las dos segundas suponen una reforma de la Constitución.
La principal apuesta de Unidos Podemos es cambiar la fórmula por la que se convierten los votos en diputados. En España se usa el sistema d'Hondt y Unidos Podemos propone el Sainte-Laguë. “Yo no acabo de ver que se consiga más proporcionalidad porque la nueva ley que propone Unidos Podemos es una fórmula del tipo 'cociente', como la ley d'Hondt”, dice Antón Castromil.
Por su parte, Urquizu considera también que operar con la fórmula Sainte-Laguë no implicaría un cambio mayúsculo para el sistema electoral. “Podría suponer un aumento marginal de la proporcionalidad, pero en cuanto cambien las intenciones de voto, dejará de funcionar. En una situación donde hay fuerzas políticas igualadas, como ahora, puede generar un cambio significativo, pero si volviéramos al bipartidismo no habría tanto efecto”, comenta.
Además, Lluís Oriols, profesor de la Universidad Carlos III, dice que la fórmula electoral, cuando se aplica a circunscripciones pequeñas o grandes, tiene poco impacto. “En las circunscripciones medianas es donde el tipo de fórmula es importante. Con la reforma que propone Unidos Podemos no tenemos que esperar cambios sustanciales en Madrid o Soria, pero sí en circunscripciones como Sevilla”, añade.
Otras alternativas
El segundo cambio que menciona Urquizu, referido al tamaño de las circunscripciones, pasaría por quitar diputados a las pequeñas y aumentar escaños en las grandes. Urquizu explica que las circunscripciones más pequeñas, como Soria, están sobrerrepresentadas, y que tienden al bipartidismo. “A medida que aumenta el tamaño de la circunscripción, como Madrid o Barcelona, da igual la forma electoral que emplees: tendrás resultados proporcionales”.
Por último, queda la creación de una circunscripción única, que es la que opera en las elecciones europeas. Urquizu dice que una alternativa al modelo actuar es el “modelo mexicano” de doble elección. Es decir, que el ciudadano tenga dos papeletas: una para su circunscripción y otra a nivel estatal. “El sesgo mayoritario se corregiría levemente, pero los grandes partidos también tienen apoyo a nivel nacional y seguirían habiendo sesgos”, dice Urquizu.
La proporcionalidad no lo es todo
Los expertos también señalan que es peligroso asociar “justicia” a “proporcionalidad” y los partidos suelen poner el foco en la proporcionalidad, a pesar de que no es el elemento más importante del sistema, tan solo uno más. “La proporcionalidad no es un absoluto, es un continuo. No existe sistema proporcional/no proporcional, existen sistemas más proporcionales y menos”, explica Lluís Orriols.
Con la propuesta de Unidos Podemos, Orriols destaca que España “no se va a convertir en el país con el sistema más proporcional del planeta”. De hecho, este profesor de la Universidad Carlos III comenta que, si uno se fija en los sistemas electorales del mundo, la Ley Electoral “siempre tiene sesgos antiproporcionales”.
Uno de los partidos que más incidencia ha hecho en el tema de la proporcionalidad es Ciudadanos, con quien Unidos Podemos se reunió este jueves para abordar el tema. Los de Albert Rivera han planteado en reiteradas ocasiones que, de contar con una circunscripción única, hubiera podido gobernar en Catalunya. “Ciudadanos se basa en el propuesto de que solo es 'justo' o 'proporcional' cuando el voto de cada individuo vale lo mismo viva donde viva. Si tienes este ideal, la reforma de Unidos Podemos se queda muy lejos”, añade.
Las contrapartidas de la circunscripción única
Asimismo, Antón Castromil destaca los problemas que genera la circunscripción única: “Tenemos que ser críticos con la idea de aumentar mucho la proporcionalidad. El sistema actual es injusto, pero hay que tener en cuenta las contraindicaciones. Es como cuando te tomas una medicina: puede servir para curarte, pero también puede afectarte a un órgano vital”.
Siguiendo la propuesta de Unidos Podemos, según Castromil, se produciría “una pérdida de control de los ciudadanos en la formación de los gobiernos, con la consecuente generación de desafección política”. Esto sucede porque, en los sistemas proporcionales, la formación de gobierno no depende tanto de los votos, sino de los pactos y coaliciones entre partidos.
Los expertos también señalan que es muy complicado alcanzar una proporcionalidad pura si no se opta por el modelo de la circunscripción única, pero advierten de que asumir este modelo afectaría a la representación territorial, a la rendición de cuentas y a la cercanía entre elegidos y electores.
Rebajar la edad a los 16: “Es un beneficio calculado”
Otra de las propuestas de Unidos Podemos consiste en rebajar la edad de votación de los 18 a los 16 años. Paloma Román comenta que Unidos Podemos puede buscar, con esta medida, un aumento en su número de votantes: “La rebaja de la edad de votación supondría un ingreso de cerca de un millón de votantes más que ahora no están. Es todo un caladero de votos que Podemos entiende que le puede beneficiar. Es un beneficio calculado”.
Román también señala que Ciudadanos saldría ganando con esta medida, sobretodo ahora, que se ha situado más cerca del PP según las encuestas. “La pesca del voto joven beneficia a los nuevos partidos, no a los antiguos, que están deteriorados en imagen para la juventud”, dice Román.
“Como norma general, todas las propuestas de reformas electorales por parte de los partidos, de todos, están estudiadas para su propio beneficio, aunque de manera colateral comenten que están encaminadas al beneficio de todos los españoles”, añade la politóloga de la UCM.
La reforma de Unidos Podemos: la más sencilla
Lluís Orriols comenta que “el menú de reforma del sistema electoral es grandísimo y Unidos Podemos ha buscado, dentro de las reformas que no implican cambiar la Constitución, la más sencilla”. El politólogo asegura que “la alteración que generaría más consecuencias en la proporcionalidad es el cambio en la densidad de la circunscripción, pero es la reforma más complicada porque tienes que cambiar la Carta Magna”.
“Cuantos más diputados añadas a las circunscripciones, mayor proporcionalidad”, afirma Paloma Román. Actualmente, España tiene 350 diputados, pero la Constitución permite que se aumente el número hasta los 400. “La propuesta de Unidos Podemos acude a otros aspectos que se pueden modificar sin tocar la Carta Magna, que supone una gran losa porque fija las provincias como circunscripciones”, dice la politóloga.
Además, Antón Castromil añade que “la provincia tiene una tradición anterior a la restauración de la democracia” y que ello añade complejidad para su reestructuración. Como cambiar las circunscripciones es difícil y aumentar el número de diputados también -según Castromil sería una medida “impopular” porque implica pagar más sueldos a más políticos-, a Unidos Podemos le queda, como principal recurso, hacer hincapié en la fórmula electoral.