La exvicepresidenta de Castilla y León y actual procuradora, Rosa Valdeón, no podrá conducir en ocho meses y tendrá que pagar 1.800 euros de multa por conducir triplicando la tasa de alcoholemia.
La sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, sobre el que recayó el caso por su condición de aforada, hace un escueto resumen de los hechos ocurridos el 9 de septiembre en la A-11, en las provincias de Ávila, donde golpeó a un camión, y Zamora, donde se le realizó la prueba de alcoholemia.
La condena de Valdeón está reducida en un tercio por haber aceptado y reconocido los hechos que le imputaba la Fiscalía y haber acordado una setencia de conformidad que evita el juicio y por tanto beneficia al acusado.
Según el juez instructor, Ignacio de las Rivas Aramburu, el pasado 9 de septiembre, a las 19,00 horas, Valdeón circulaba por la carretera A6 (Madrid-A Coruña) en sentido A Coruña, “haciéndolo mediatizada por la previa ingestión de líquidos alcohólicos, lo que mermaba en su caso las facultades sicofísicas precisas para el tráfico automovilístico”.
En realidad, y tirando del diccionario de la Academia, mediatizada no es la palabra más acorde, ya que define mediatizar como “intervenir dificultando o impidiendo la libertad de acción de una persona o institución en el ejercicio de sus actividades o funciones”.
El fallo relata que a la altura del punto kilométrico 117,500, en el término municipal de Orbita (Ávila), el turismo de la exvicepresidenta, que efectuaba una maniobra de adelantamiento, impactó con el conjunto articulado –al que adelantaba– formado por la cabeza tractora y semirremolque del que derivaron deterioros en parte frontal y lateral izquierda de la cabeza tractora.
Sin explicar cómo se localiza el turismo de Valdeón, ni a cuantos kilómetros, el instructor relata que ya en la carretera A-11 (Los Rábanos-San Martín del Pedroso) en sentido Portugal, fue requerida por agentes de la Guardia Civil para llevar a cabo diligencias de determinación del grado de impregnación alcohólica.
Lo cierto es que entre el término municipal de Órbita (Ávila) y Morales de Toro (Zamora), que es donde se le da el alto, hay unos 96 kilómetros que se recorren en una hora. La prueba se le practicó a las 19,50 horas y arrojó una tasa de alcohol de 0,71. Una segunda prueba a las 20,50 dio 0,77 y la tercera a las 21,07, 0,72. Según explicó la propia condenada un día después de los hechos, esa tasa respondía a haber tomado “una pulguita y dos cervezas”, además de alprazolam, si bien esta medicación no influye en la tasa de alcohol aunque sí puede alterar los reflejos, pero es que además la había tomado 16 horas antes de los hechos.
En cualquier caso, el fallo condenatorio no recoge ninguno de estas explicaciones. Además, Valdeón aseguró que no fue consciente de haber golpeado al camión hasta que se lo comunicaron los agentes de la Guardia Civil y comprobó que tenía “un bollo” y el parachoques “colgando”.
En su fallo el juez recuerda que “se trata de un supuesto típico, que, no presenta ningún rasgo de especial gravedad, vistos los antecedentes personales de la autora del delito, debe imponerse, la pena de multa de siete meses y 15 días, con cuota diaria 12 euros y responsabilidad personal subsidiaria en su caso, y privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores durante un año y tres días”. Pero la pena se reduce en un tercio por haberse solicitado conformidad y se queda en 5 meses de multa y ocho meses y dos días sin carné de conducir. Además pagará las costas procesales y su seguro responderá por los daños causados en el camión.
Valdeón, que dimitió un día después de que los hechos fuesen publicados en La Opinión de Zamora, continúa formando parte del gobierno regional. En la actualidad mantiene su acta parlamentaria y además ha pasado a formar parte de la Dirección General de Planificación y Análisis Estratégico de la Junta de Castilla y León y con un nivel 30 de funcionaria. Fuentes consultadas aseguran que el sueldo y las dietas hacen que perciba un sueldo muy similar al previo a su dimisión.
Lo cierto es que el caso Valdeón abrió aún más la brecha que existe entre el presidente Juan Vicente Herrera, y el número dos de Rajoy, el zamorano Fernando Martínez Maíllo, que está enfrentado desde hace años con Valdeón. Ella fue alcaldesa de Zamora, y él es presidente del PP de la provincia. Soterradamente, desde el PP se insinuó que la filtración de la alcoholemia de Valdeón había sido una jugada política por parte de los 'maillistas'. Herrera llegó a pedir públicamente una investigación a la delegada del Gobierno de Castilla y León. Hoy, la única condenada es Valdeón.