Arizmendi presidía el consejo desde diciembre de 2014, cuando fue nombrada a propuesta del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, órgano al que está adscrito el CTBG tras haber desempeñado cargos como funcionaria tanto en la administración local como autonómica y ministerial. En 2012 fue nombrada directora general de Modernización Administrativa, Procedimientos e Impulso de la Administración Electrónica y fue también ponente de la Comisión para la Reforma de las Administraciones Públicas como Presidenta de la Subcomisión de Simplificación Administrativa, hasta su nombramiento para el organismo de transparencia.
Según ha asegurado el CTBG en un comunicado, la presidenta fallecida ha sido “una de las figuras que más ha luchado por la transparencia pública” en España y ha destacado “su compromiso con el servicio público, su lucha ante las adversidades, su espíritu combativo, su humanidad y la cercanía con la que trataba a todos”.
“Nos invade una tristeza enorme. Esther deja un profundo vacío no solo en el ámbito profesional sino también en el personal”, indican desde el consejo, que califica la pérdida como “irreparable” y transmite “sus condolencias a sus hijos, familiares, amigos y a todos los que la querían.