El teniente fiscal del Tribunal Supremo, Juan Ignacio Campos, ha fallecido este miércoles en Madrid. El veterano integrante del Ministerio Público, de 71 años de edad, encabezaba desde hace más de un año la investigación múltiple al monarca emérito Juan Carlos I y su fortuna. Fuentes de este organismo confirman el fallecimiento de Campos, que peleaba desde hace varios años contra una enfermedad y esta misma mañana había acudido al trabajo.
Juan Ignacio Campos (Ciudad Real, 1950) fue nombrado teniente fiscal del Tribunal Supremo en enero de este año después de 15 años como fiscal de sala del alto tribunal. Hasta ese momento había sido el delegado de delitos económicos y había ingresado en la carrera fiscal en 1978. Después de una recaída en su grave enfermedad, Campos se había reincorporado brevemente al trabajo en la Fiscalía pocas semanas antes de su fallecimiento. Era uno de los miembros fundadores de la Unión Progresista de Fiscales.
Campos, un fiscal veterano y discreto, fue puesto al frente de la investigación sobre Juan Carlos I y su fortuna en junio de 2020, cuando la Fiscalía del Supremo asumió la investigación. En un primer momento tuvo la lupa puesta en las comisiones millonarias cobradas por el rey emérito tras la adjudicación a empresas españolas del AVE a La Meca pero después amplió la investigación al uso de tarjetas opacas y a un fondo en la isla de Jersey.
Juan Ignacio Campos comandaba esta investigación junto con el fiscal jefe anticorrupción, Alejandro Luzón, y un equipo de integrantes del Ministerio Público: Rosana Morán, Paloma Iglesias, José Antonio del Cerro y Juan Carlos López Coig. El último movimiento de la Fiscalía en torno al rey emérito había sido prorrogar seis meses más parte de las diligencias a la espera de dictar el decreto de archivo sobre todas las piezas de la causa.
“Un vacío irremplazable”
En un comunicado remitido a los medios de comunicación, la Fiscalía General del Estado ha comunicado el fallecimiento y ha ensalzado su figura y su trayectoria. Se trata, dice el documento, de “una gran pérdida para la carrera fiscal. Ejemplo de profesionalidad, discreción, lealtad y honestidad. Uno de los mejores penalistas de este país. De talante conciliador y comprometido con el servicio público, D. Juan Ignacio deja un vacío irremplazable en la Fiscalía española y un legado imborrable para todos/as los/as fiscales”.
Campos entró en la Fiscalía en 1978 y pasó sus primeros cuatro años ejerciendo en Barcelona hasta ser destinado en Madrid. En 1990 fue nombrado teniente fiscal en la Fiscalía Provincial de la capital y cuatro años más tarde de la secretaría técnica de la Fiscalía General del Estado. Ya en 1996 entró en el Tribunal Supremo y en 2012 pasó a ser el fiscal delegado en materia de delitos económicos.
En la última década, su mano y su firma estuvieron en algunos de los escritos más relevantes de la Fiscalía del Tribunal Supremo en materia de corrupción. Desde el caso Nóos contra la trama de Iñaki Urdangarin hasta el caso Malaya de corrupción en Marbella pasando por el caso Gürtel, en el que interrogó a Luis Bárcenas en los albores de la investigación en 2009 en el alto tribunal.