“La economía española está estancada”. La frase la ha dicho el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en un foro empresarial celebrado este jueves en Madrid. Una afirmación que no casa con los datos reales de la economía española. El crecimiento del PIB español en el primer trimestre fue del 0,5% respecto al ultimo trimestre de 2022, lo que supone un crecimiento interanual del 3,8%. España creció el 5,5% en 2021, el 5,5% en 2022 y la previsión de la OCDE para el cierre de 2023 es de un crecimiento del 2%, o más. Con Alemania y la Eurozona en recesión.
Feijóo ha participado en una sesión del South Summit. “España ha de pensar en el crecimiento económico, no hay otra posibilidad de salir de la situación en la que estamos”, ha arrancado Feijóo su 'speech'. “O crecemos o no saldremos. O crecemos o nos quedamos atrás. O crecemos o tendremos dificultades”, ha añadido.
En opinión del candidato del PP a la Presidencia del Gobierno ha resaltado que “la historia clínica no es buena”, en referencia a España. “Estamos en un momento de estancamiento, y los más pesimistas creen que estamos en declive económico porque aún no hemos recuperado el PIB de 2019”, ha afirmado, para añadir: “De cada cuatro parados en la UE, uno es español, hemos perdido poder adquisitivo y la renta familiar disponible ha bajado”.
Feijóo ha señalado que “el triunfalismo injustificado es un mal diagnóstico” y ha reclamado “realismo”. “No estamos bien, la economía española está estancada”, ha apuntado.
Pero España no sufre “estancamiento”, ni estanflación (el temido estancamiento de la actividad y aumento del paro con altas tasas de inflación). Los datos de la economía de España descartan ambas situaciones, pese a que Alemania y el conjunto de la eurozona entraron en recesión técnica en el primer trimestre y están sufriendo mayores subidas de precios en los últimos meses.
Nuestra economía lidera el crecimiento en la Unión Europea (UE). Tras avanzar un 5,5% en 2021 y otro 5,5% en 2022, entre enero y marzo, el PIB creció un 0,5% respecto al último trimestre del año pasado, quedándose a dos décimas de completar la recuperación del shock de la pandemia. En cambio, el de la eurozona se contrajo un 0,1%, por segundo trimestre consecutivo, lo que se considera una recesión técnica.
En comparación con el primer trimestre del año pasado, la economía de España avanzó un 3,8%, casi cuatro veces más que el conjunto de la eurozona (1%), que sufre un mayor daño de las subidas de precios y no disfruta del 'tirón' del turismo que está marcando la diferencia en nuestro país, junto a la fortaleza del resto del sector exterior, la histórica estabilidad del mercado de trabajo por la última reforme y el destacado despliegue del Plan de Recuperación.
Además, España soporta la inflación más baja de su entorno, con la previsión de que en 2023 se quede por debajo del 4% en promedio, 2 puntos porcentuales más moderada que en el conjunto de la eurozona, gracias a la caída de los precios energéticos y las medidas del Gobierno, como el tope al gas, las bajadas de impuestos a la electricidad o los descuentos a los carburantes.
Este mismo miércoles, la OCDE confirmó que la economía de España crecerá un 2,1% en 2023, el doble que la del conjunto eurozona. La institución ha mejorado la previsión de avance del PIB de nuestro país y la iguala a la del Gobierno. Para 2024, proyecta un crecimiento del 1,9%, también liderando a los países desarrollados.
“Una inflación más baja y un mercado laboral resiliente respaldarán el consumo de los hogares”, explica el equipo de analistas de la OCDE, que, por otra parte, destaca “una demanda externa más fuerte, que sustentará el crecimiento de las exportaciones [incluyendo el 'tirón' del turismo]”. La protección de los ingresos de los trabajadores, sobre todo de los más vulnerables, y el acceso a la vivienda son los verdaderos retos actuales, según la mayoría de instituciones.
Feijóo promete recortes
Feijóo también ha ofrecido su receta para paliar las, en su opinión, malas perspectivas. “No somos capaces de equilibrar los ingresos y los gastos, y tenemos un 4,8% de déficit. Portugal un 0,4%, nosotros el 4,8%”, ha apuntado. El líder del PP también ha señalado al incremento de la deuda pública como otro de los problemas que tiene la economía española, pese a que la prima de riesgo está por debajo de los 100 puntos básicos.
El candidato de la derecha ha planteado “controlar las cuentas del país”. “No podemos seguir con este desequilibrio entre ingresos y gastos, y esta deuda pública”, ha asegurado. Pero la única receta de la derecha para reducir el gasto público, el déficit y la deuda es hacer recortes. Porque, además, Feijóo ha prometido eliminar el impuesto a las grandes fortunas y el de Patrimonio, y rechaza los tributos extraordinarios a los beneficios que la banca y las empresas energéticas han conseguido gracias a la guerra de Ucrania y su repercusión en la inflación y el coste de la electricidad.
Sin embargo, las previsiones apuntan a que nuestro país rebajará la deuda por debajo del 110% del PIB y el déficit por debajo del 4%, incluso del 3%, ya en 2024, en línea con las exigencias de la UE, en la que se siguen negociando unas nuevas reglas fiscales, tras ser suspendidas las anteriores por la pandemia.
Feijóo ha comprometido una “reforma educativa orientada al FP dual”, con la mirada puesta en la “excelencia y la equidad”. Todo, para concluir que “la educación no se puede comprar ni heredar”.