8 de enero de 2023. Centenares de manifestantes ultras que protestan contra el triunfo electoral de Lula da Silva rompen el leve cordón policial que protege los edificios que albergan las principales instituciones de Brasil: el Congreso, la sede del Gobierno y el Tribunal Supremo. El presidente del país sudamericano toma el control de la seguridad del Distrito Federal, donde se ubica la capital, y desaloja a los golpistas, que pretende derrocar al jefe del Estado para que siga en el cargo su líder, el derechista Jair Bolsonaro. 30 de octubre de 2016, decenas de miles de personas se manifiestan de forma mayoritariamente pacífica en los alrededores del Congreso, en Madrid, contra la investidura de Mariano Rajoy. El debate y la votación se celebran y Rajoy mantiene el cargo gracias a la abstención de buena parte del PSOE. El amplio despliegue de seguridad prácticamente no tiene que intervenir.
Dos hechos que para el PP son comparables. Lo hizo el lunes el flamante portavoz, el “moderado” Borja Sémper. Y lo ha reiterado este martes el líder del partido, Alberto Núñez Feijóo, quien también ha secundado a su secretaria general, Cuca Gamarra, quien el mismo domingo relacionó el intento de golpe de Estado en Brasil con el referéndum del 1 de octubre de 2017 en Catalunya.
“Hay que tipificar el referéndum de delito ilegal para evitar males mayores como los que han ocurrido en Brasil o en el Capitolio [en 2021]”, ha dicho esta mañana Feijóo durante una intervención en un acto organizado por el diario Abc. La tipificación del referéndum como delito, que salió del Código Penal durante el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero, es una de las promesas del dirigente gallego si llega a la Moncloa, y es una referencia directa al 1-O y al procés catalán.
Pero Feijóo no se ha quedado ahí y ha añadido: “O como algunas manifestaciones que hemos visto en España que tiene la gente en la memoria, como es una manifestación en el Congreso mientras un presidente que ha ganado las elecciones toma posesión”.
Las palabras del líder del PP solo pueden referirse a la manifestación de 2016 durante el debate de investidura (no toma de posesión). Pero no es la primera vez que el partido lo hace. En 2021 también señalaron las supuestas similitudes entre el Rodea el Congreso de 2016 y el asalto al Capitolio de EE UU tras el triunfo de Joe Biden frente a Donald Trump en las elecciones presidenciales.
Una protesta que no supuso la interrupción del debate ni de la votación del Poder Legislativo, mucho menos la ruptura de las barreras policiales ni la entrada en el Congreso. Algo que sí se produjo en otra manifestación que en el PP no mencionan nunca: la de policías de Jusapol en marzo de 2020.