Feijóo se desprende del discurso de Bildu en los dominios de Juanma Moreno

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha eliminado de su discurso las continuas y casi exclusivas referencias a EH Bildu y ETA. Tras una semana exprimiendo en cada uno de sus actos la presencia de varios exterroristas en las listas de la coalición vasca para las elecciones del 28 de mayo, este sábado en Sevilla ha desaparecido de un plumazo. Ni él, ni el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, ni el candidato local, José Luis Sanz, han hecho hincapié en el asunto durante el mitin central de la campaña en la comunidad. 

“Echaba de menos Andalucía”, ha dicho Feijóo en el arranque de su discurso. “Sevilla es España”, ha apuntado después, en un voluntario parafraseo de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y su manido “Madrid es España”.

La 'lideresa' sí ha abundado en sus actos de este sábado en las referencias a la cuestión vasca en Alcalá de Henares. Pero donde se ha explayado Ayuso ha sido en un mitin en Bilbao, ciudad por la que cierra la candidatura de forma simbólica, celebrado este mismo sábado por la tarde y en el que la presidenta madrileña no solo ha pedido la ilegalización de EH Bildu, sino que ha tildado los postulados de la coalición vasca de “disfraz de ideología 'woke”.

El acto se ha celebrado en el teatro Cite del recinto de la Cartuja en la capital sevillana. A unos metros, los escenarios del festival Interestellar. Moreno, seguidor reconocido de la música 'indie', asistió la noche anterior a la primera tanda de conciertos del evento, y citó en su alocución a sus paisanos granadinos de Lori Meyers (cuyo tema 'No gires' sonó al inicio y final del mitin). También a Malmö 040 (“aunque sea muy duro el camino / ser cobarde no es una opción”). La canción ('Valientes') está incluida en el último disco del grupo barcelonés. El tema que da título al LP dice: “Brindemos por los que nos dieron la vida / Brindemos por los que nos dieron la vida / He vendido mi alma por ti / El sol se ha vuelto a poner”.

Con esta presentación, Moreno apeló al espíritu de las elecciones de 2018. “Lo hicimos cuando decían que era imposible”, ha apuntado. “Lo volveremos a hacer. Para que haya un proyecto ilusionante en todos los rincones de Andalucía”, ha añadido. El líder andaluz suele obviar que en aquellas elecciones que le dieron la Presidencia de la Junta quedó segundo y que fue el voto de Vox el que le dio el acceso a San Telmo.

El PP llega al ecuador de la campaña como la empezó: con los resultados en la mayoría de las plazas importantes pendientes de un puñado de votos y un ojo pendiente de los pactos postelectorales, que serán los que definan el reparto de poder municipal y autonómico que se dirime el 28M. A diferencia de lo que ocurrió hace cuatro años, todo apunta a que la derecha puede imponerse de forma generalizada en las urnas. Pero también que para gobernar dependerá de otros. Y si tiene que ser de la mano de la ultraderecha, en la sede nacional de la madrileña calle de Génova lo asumen con normalidad.

“Vamos a contar mentiras”

Los especialistas en demoscopia de Feijóo sostienen que la polémica por las listas de EH Bildu les beneficia. Pero la pasada de frenada de Isabel Díaz Ayuso, quien pugna por una complicada mayoría absoluta en Madrid, cuando reventó la estrategia de su jefe de filas y dijo que “ETA está viva”, ha motivado una modulación del discurso.

Solo en dos ocasiones ha mencionado Feijóo en todo su intervención a Bildu. Primero, cuando ha parafraseado la tradicional canción infantil 'Vamos a contar mentiras' para relatar los supuestos embustes del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su mandato.

“No gobernaré con Podemos, tralará”, “no cederé ante el independentismo, tralará”, “no voy a pactar con Bildu, tralará”, “no habrá rebajas de penas por el solo sí es sí, tralará”, “no habrá indultos a los independentistas, tralará”, “mantendremos el delito de sedición, tralará”, “incrementaremos las penas por corrupción, tralará”, “construiremos miles de viviendas, tralará”, “recuperaremos la neutralidad y el prestigio de las instituciones, tralará”, España crece más que los demás países de la UE, tralará“, ”la luz ha subido menos que en otros países, tralará“, ”los precios bajan en los supermercados, tralará“, ”el PSOE gestiona mejor, tralará“.

Feijóo ha replicado así a los últimos anuncios de Sánchez en materia social. El último, esta misma mañana en Valencia con la Sanidad como objetivo.

“Pedro Sánchez necesita reescribir la historia porque ha cruzado todas las fronteras posibles”, ha dicho Feijóo. “Para justificar sus pactos con los que quisieron dar un golpe a la Constitución en Catalunya ha culpado al Gobierno de Rajoy. Para justificar sus pactos con Bildu, ha culpado al PP por su lucha antiterrorista, y sobre todo la impecable del presidente [José María] Aznar”, ha añadido.

“No tiene límites. El límite se lo vamos a poner entre todos. No es verdad lo que dice. Es falso”, ha planteado. “Sánchez ha liquidado al PSOE y lo ha transformado en el partido 'sanchista'. Ha abandonado a las clases medias, a las mujeres y a los trabajadores”, ha dicho. “A la mayoría social”, ha añadido, para concluir: “Es hora de que la mayoría abandone a Sánchez y a los que no hicieron nada por pararlo”.

La consonancia con Moreno, que también ha desistido de incluir a ETA en su discurso pese a haberlo hecho en los últimos días, es total. Ambos han coincidido en que los comicios del domingo 28 van más allá de elegir a un alcalde o presidente autonómico. “Coger la papeleta del PSOE, de cualquier candidato, es coger la papeleta de Sánchez”, ha dicho Moreno.

Sevilla es un objetivo clave para el PP. En la dirección sostienen que ganar la capital andaluza sería un claro síntoma de lo que le deparan las elecciones generales de finales de año al PSOE. Y aunque las opciones de Sanz son justas, Moreno ha insistido en que votar socialista el 28M “es darle un balón de oxígeno a Sánchez y sus políticas. Por eso, los ciudadanos contrarios a sus políticas no deben coger esa papeleta”. “He respetado un PSOE que creía en el Estado y combatía a los enemigos del Estado”, ha dicho. “Pero cuando el PSOE se ha convertido en el personalismo absoluto del 'sanchismo', ha zanjado, ”ya no merece el respeto“.

Baño de masas en la Feria de Córdoba

La visita a Sevilla ha sido relámpago. Llegada en AVE por la mañana (con un retraso que comienza a ser habitual), mitin, y de vuelta al tren con destino a Valencia, donde este domingo Feijóo celebra el acto central de su campaña para dar un último empujón al candidato autonómico, Carlos Mazón, y a la local, María José Catalá.

El destino de la región que gobierna Ximo Puig, y donde ha estado este sábado Sánchez, marcará en buena parte el resultado del 28M. Y la carrera está muy ajustada. Este domingo, el PP hará una demostración de movilización militante con un lleno en la plaza de toros de la ciudad, tantas veces talismán y donde también Pablo Casado fue recibido por una multitud pocos meses antes de su defenestración al frente del partido.

Antes de llegar a Valencia, Feijóo ha hecho una parada exprés en Córdoba para dar un paseo por la feria de la ciudad. El dirigente gallego acumula quinquenios en el arte político de acudir a fiestas populares a dejarse rodear, abrazar, besar y fotografiar.

Córdoba no ha sido una excepción. Feijóo se ha dado un baño de masas durante las cerca de dos horas que ha transitado por el ferial. Gritos de “presidente” desde las calesas y desde algunas casetas. Despedidas de soltero, y de soltera, que buscaban la imagen del fin de semana con el líder del PP, que ha firmado la camiseta de un joven junto a otros muchos mensajes, no todos edificantes, recopilados durante la noche anterior.

Feijóo solo ha recibido arrumacos en su visita al Arenal de Córdoba (salvo un extemporáneo “¡que te vote Txapote!”). También en las colas de espera para subir a los tres AVE que ha utilizado en la maratoniana jornada. En un momento de descanso en la cafetería de unos de los trenes, una mujer que viajaba hacia Barcelona se le ha acercado a despedirse. “¡Acuérdese de lo que le he dicho!”, le ha espetado con contundencia. “Vóteme, que lo que hay es peor”, le ha respondido, lacónico y fatigado, el gallego.