Dos meses después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le propusiera formalmente un acuerdo para reformar el artículo 49 de la Constitución para eliminar la palabra “disminuido” del texto, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, se ha comprometido ante el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) a apoyar la modificación. Eso sí, con condiciones. La primera, que el Gobierno desista de la propuesta que ya se tramita en el Congreso (con el rechazo de PP y Vox). Segunda, sacar la negociación del Parlamento y formar una mesa “con el PSOE y CERMI” para cerrar una nueva redacción. Y la tercera, que ningún grupo plantee un referéndum. Algo que no depende exclusivamente de Sánchez y Feijóo.
Así lo ha anunciado el propio Feijóo este jueves tras una larga reunión con representantes de Cermi. “No hay ninguna duda, ningún matiz, ningún límite para acreditar el interés máximo del PP para actualizar el 49 de la Constitución para desechar el término ”disminuido“ e incorporar la ”discapacidad“, ha dicho en declaraciones a los medios. ”No hay dudas al respecto. Se lo transmití al presidente y se lo he transmitido al CERMI“, ha añadido.
Para Feijóo, la medida es “oportuna, procedente, justificada”. “Y la debemos de hacer”, ha añadido. El pasado mes de septiembre de 2021, sin embargo, el PP y Vox unieron sus votos en el Congreso para intentar devolver al Gobierno el texto que el Consejo de Ministros aprobó en mayo de ese mismo año. La propia organización con la que se ha reunido hoy Feijóo aplaudió la redacción del nuevo articulado, pero la hoy secretaria general del PP, Cuca Gamarra, justificó entonces el no del PP en que supondría la “apertura en canal” de la Constitución, “un riesgo que no se ha medido” suficientemente por la “dependencia” parlamentaria del Ejecutivo “de los partidos independentistas”, añadió la portavoz parlamentaria.
PP y Vox se quedaron solos y la propuesta del Gobierno pasó el filtro, aunque duerme desde entonces en la tramitación del Congreso. Esta reforma una mayoría reforzada de tres quintos de Congreso y Senado. Y el riesgo del referéndum existe porque cualquier cambio en la Constitución deberá ser consultado al pueblo español si así lo solicitan al menos 35 diputados, un número que se podría alcanzar de múltiples formas con la actual aritmética parlamentaria.
Mesa al margen del Congreso
Feijóo ha insistido en este punto. “Se ha de evitar un referéndum constitucional al efecto”, ha dicho.
Pero, además, el líder del PP quiere sacar la reforma del Congreso y cerrarla a solas con el PSOE. “Nuestra propuesta es muy clara: antes d que acabe junio, constituir una mesa entre el CERMI, el PSOE, el Gobierno y el PP para avanzar en el texto definitivo de la reforma del 49”, ha apuntado. Después, se remitiría al Consejo de Estado para el preceptivo informe, “esperemos que llegue sin modificaciones y hagamos la reforma constitucional con el resto de partidos”, ha concluido.
Es decir, plantear al resto de grupos un menú precocinado previamente con el PSOE. Recuperar el bipartidismo, como en la reforma de 2011 para introducir el pago de la deuda como deber constitucional o en la de 1992 para adaptarla a Maastricht. La diferencia es que ahora ambos grupos no superan el 50% de los votos ni tampoco suman los diputados necesarios sin el apoyo de otros.
Para Feijóo, esta “es la forma más honesta de relacionarse, de transparentar la voluntad de los partidos”. El líder del PP se ha mostrado “convencido de que no habrá partidos que utilicen la discapacidad para politizar”.