La democracia en España está en peligro. El Gobierno de coalición del PSOE y de Unidas Podemos prepara un “cambio de régimen”. El objetivo: instaurar “otra república”. El método: “deslegitimar las instituciones”, “ocuparlas”, “reavivar la Guerra Civil”, “meter a la oposición en la cárcel” y, ya entonces, dejar atrás la monarquía. Este plan no es una hipótesis conspiranoica. Es lo que opina el principal partido de la derecha y de la oposición, con su líder, Alberto Núñez Feijóo, a la cabeza, bien secundado por la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien se ha apuntado el tanto de ser la primera que advirtió a los suyos para que el PP no pactara el desbloqueo del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
La dirigente regional ya había planteado hace tiempo su teoría. Su jefe de filas había coqueteado con la idea de que el Ejecutivo hace un uso espurio de “las instituciones” en su favor. Pero el líder de la oposición se ha sumado ya de forma plena a la tesis, lo que lo sitúa todavía más en las posiciones extremas que defendió en su momento su predecesor en el cargo, Pablo Casado.
Feijóo se encuentra de viaje por diferentes países latinoamericanos, ahora que el voto rogado ha desaparecido y vuelve a ser un importante caladero de sufragios. Este lunes ha participado en un acto con el jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta. “Tenemos riesgo de populismos”, ha dicho, hablando de España, para señalar que la actual coalición en el Ejecutivo, en la que identifica a PSOE, PCE y Podemos, “se apoyan con movimientos independentistas”, lo que supone “el mayor riesgo en 40 años desde el punto de vista del populismo, de la política líquida, de la política de usar y tirar”.
Feijóo ha señalado un “afán revisionista” del Gobierno, que busca el “descrédito de las instituciones”. Al comienzo del verano, el PP ya jugó en la frontera de acusar a Pedro Sánchez de prepararse para un amaño electoral. En aquel entonces, las encuestas sonreían a Feijóo, que veía despejado el camino para alcanzar el Palacio de la Moncloa tras las próximas elecciones generales, previstas para finales de 2023.
Pero en septiembre el llamado efecto Feijóo comenzó a diluirse. Los diferentes cara a cara en el Senado que han protagonizado Sánchez y el líder del PP no han tenido el efecto que el equipo del gallego esperaba. Su figura se ha desgastado en los sondeos, hasta el punto de que este lunes los principales dirigentes del partido han celebrado con alborozo en Twitter una encuesta que deja al PP muy lejos de una mayoría suficiente para poder gobernar en solitario. De hecho, ni siquiera la suma con la ultraderecha supone los 176 diputados que garantizarían su investidura.
Para justificar la ruptura de las negociaciones por el CGPJ, Feijóo se ha lanzado en tromba contra el Gobierno. Tras dar por rota toda posibilidad de cualquier pacto hasta que no llegue “otro PSOE” y despreciar la exhumación del golpista Queipo de Llano de la Basílica de la Macarena, el líder del PP ha añadido ahora la acusación de que el Gobierno quiere “reavivar la Guerra Civil”.
Pero Feijóo ha ido ahora un paso más allá. “Uno de los tics [de los populismos] es deslegitimar las instituciones”, ha dicho en su conferencia en Buenos Aires, para acusar a Sánchez de “ocuparlas” y zanjar: “Es evidente que desprestigiar las instituciones en el interior es un sistema para cambiar el régimen democrático”.
A por la República
Feijóo se sube así al carro de Isabel Díaz Ayuso. Que el de Sánchez es el Gabinete “más autoritario que hemos tenido en democracia” no es nuevo en el argumentario de la presidenta madrileña, que repite esta frase o similares con bastante frecuencia. Lo dijo la semana pasada y ha vuelto a asegurarlo este lunes en una entrevista en El Programa de Ana Rosa, en Telecinco.
“Son un gobierno totalmente autoritario”, afirmó. Y unas horas después, en una fábrica de comida rápida, acusó al presidente del Ejecutivo de haberse echado “a la izquierda de la izquierda”. “Lo que pretende [Sánchez] es que aquellos que están condenados por graves delitos de sedición, con sentencias firmes o aquellos que se están viendo ahora en las noticias, que tienen corrupción a manos del independentismo, pasen sin pena ni gloria. Es decir, los míos y lo que me conviene bien blindado y la oposición amordazada. Para eso es para lo que pretende modificar las cosas y, por tanto, ese tinte totalitario que se ha visto en muchos países, empezando por Nicaragua”, dijo Ayuso.
El contexto de las palabras de Ayuso no es cualquiera. Este lunes ha comenzado en la Comunidad una huelga indefinida de sanitarios a cuenta del caos de la reestructuración de las urgencias extrahospitalarias.
La presidenta lleva siempre el discurso bien aprendido. Nicaragua ya había salido en su entrevista matutina. También el supuesto giro a la izquierda de Sánchez, a quien ya sitúa como el líder del comunismo. “Se ha convertido en el Le Pen de la izquierda europea. Lo hace con los fondos europeos, que no dice en qué se los gasta, con el acoso a la banca, con las subidas de impuestos”, insistió, pese a que desde la propia Comisión Europea tuvieron que salir a desmentir hace semanas que se hubieran congelado los fondos por ese asunto.
El ataque de Ayuso llegó por todos los frentes. “Aquí lo que se pretende es recuperar una República y que otro Pablo Iglesias de la vida sea el que está por encima de todos”, dijo preguntada por la figura de Juan Carlos de Borbón. “Con la corruptela que hay montada en Catalunya, con la pobreza en la clase media, ¿crees que el problema es el rey Juan Carlos? El problema es otra cosa, pero hay que ir rompiendo a España poco a poco”, afirmó la presidenta, que presume de no rehuir ningún debate.
En defensa de Feijóo
Tampoco los evita dentro de su propio partido. “Yo llevo aquí tres años, haciendo lo mismo, diciendo lo mismo”, aseguró sobre sus opiniones en clave nacional. Unas tesis que, en más de una ocasión, han llegado a marcar el camino de su jefe, cuyas negociaciones frustradas tras un mensaje de Ayuso con Pedro Sánchez para desbloquear la renovación del Consejo General del Poder Judicial, con el mandato caducado desde hace casi cuatro años, le parecen “de no creer”. “El presidente de mi partido, con quien tengo comunicación constante, siempre ha sabido que a mí esto me parece un camino a ninguna parte”, dijo.
Es a Sánchez, sin embargo, a quien acusa de no permitir a Feijóo ejercer de líder de la oposición. “A la oposición, al cuello, como le están haciendo al señor Feijóo, que no le permiten hacer su trabajo como líder de la oposición”, afirmó Ayuso, poco antes de asegurar que, aunque ella siempre le ha manifestado que estaba “disconforme” con la negociación del Poder Judicial, le apoya “en todo”. “Pretenden arrinconar a Feijóo, que es un señor que ha ganado cuatro mayorías absolutas”, ha concluido.