El expresidente del Gobierno Felipe González ha acudido esta noche al programa 'El Hormiguero', donde ha dicho sentirse “huérfano” de un proyecto de país, que dice no identificar en el actual gobierno. Con un ejemplar de la Constitución desde el inicio de su entrevista con Pablo Motos, el exlíder socialista ha dicho que la victoria de Salvador Illa en Catalunya es “una de las alegrías del año” aunque con el “interrogante” de si hubiera sacado más votos de no haberse acordado la Ley de Amnistía, sobre la que se ha posicionado claramente en contra.
El expresidente González ha asegurado que “ha disminuido ese ambiente de procesismo en Catalunya con el triunfo de Salvador Illa”, para acto seguido añadir: “lo que ha hecho es pasar el procesismo al resto de España”. Preguntado por el presentador Pablo Motos, Felipe González ha coincidido con él en que la gente “está aburrida” de los políticos y ha dicho que, ahora, la política “no se hace con datos, sino con agresiones”. En ese momento ha cuestionado que se “señale con el dedo” a periodistas.
González ha insistido en la necesidad de “apoyar” a Salvador Illa, de quien ha dicho que tiene “el estilo de convivencia que se merecen los ciudadanos”, que dialoga “con todo el mundo” y que se preocupa “por los problemas” de la ciudadanía. También ha insistido en que confía en que “no se negocie nada ni con Puigdemont ni con Aragonès” sin que pase por Illa. Acto seguido, ha comenzado una dura crítica contra su homólogo José Luis Rodríguez Zapatero: “la peor época del PSC fue la herencia de Zapatero”, que ha calificado de “terrorífica”. Sobre Zapatero, se ha preguntado si “¿no será que representa lo que estamos siendo ahora?” o si “no vamos a ganar nunca más por mayoría”.
Felipe González ha tenido tiempo también para calificar la actitud de Javier Milei el pasado fin de semana en un acto de la ultraderecha de “maleducada”, pero ha dicho que prefería frente a la actitud de Pedro Sánchez la del Papa Francisco, que mostró indiferencia ante las críticas que recibió del actual presidente de Argentina, que lo calificaba de “satánico”. “Yo me siento ofendido por unas descalificaciones de esa naturaleza”, ha dicho González, que ha añadido que cree que nuestra diplomacia está “para servir a los ciudadanos”. El expresidente del Gobierno también ha dicho que “claro que nos podemos permitir” un conflicto diplomático con Argentina, aunque ha añadido que “otra cosa es lo que le cueste a los españoles”.