Los miembros de la cúpula policial de Jorge Fernández Díaz que se han jubilado en las últimas semanas están recibiendo una gratificación en forma de medallas acompañadas de un importante complemento retributivo que conservarán el resto de su vida. Los últimos dos agraciados son el comisario general de Extranjería, Emilio Baos; y el jefe de la Policía Judicial, incluida la UDEF, José Santiago Sánchez Aparicio.
Ambos integran un amplio listado de condecorados con motivo de la próxima celebración del patrón de la Policía. Como ocurre todos los años, con este y gobiernos anteriores, en ese listado se mezclan policías que han puesto en riesgo su vida o que han protagonizado relevantes servicios con otros que cobran lealtades, personales y políticas, o a los que se premia por una suerte de inercia del cargo de libre designación que han ostentado.
Los dos comisarios principales citados han cumplido 65 años en las últimas semanas y han pasado a situación de retiro después de haber integrado el núcleo duro de los mandos elegidos por el PP para dirigir la Policía desde 2012.
Sánchez Aparicio ha pasado de estar liberado en el Sindicato Profesional de Policía (SPP), uno de los más activos contra el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, a integrar la cúpula del Cuerpo con la victoria del PP. Hace tres años se le encomendó dirigir la Comisaría General de Policía Judicial, tras la tercera destitución en ese puesto desde que el partido de Rajoy alcanzar la victoria electoral. Su inmediato antecesor cayó por no frenar los informes de la UDEF sobre dirigentes del PP en el caso Gürtel.
La misma UDEF que dependía de Sánchez Aparicio recibió el encargo de ‘blanquear’ el informe sobre la supuesta financiación irregular de Podemos que el Tribunal Supremo despreció. Al comisario general se le encomendó, dos semanas antes de jubilarse, liderar una presunta investigación sobre las grabaciones al ministro en su propio despacho en las que Jorge Fernández Díaz conspiraba contra políticos de la oposición.
Inmediatamente después de jubilarse, Sánchez Aparicio se ha incorporado al gigante de la seguridad privada Prosegur como director de Relaciones Institucionales, desde donde podrá engrasar el vínculo entre la compañía, importante adjudicataria de la Administración, y ésta última.
El sindicato de mandos, contra todos menos el PP
Tanto Emilio Baos como Sánchez Aparicio pertenecen al SPP, el sindicato que nutre la cúpula policial del Cuerpo cuando el PP gobierna y que este martes hizo pública una nota en la que critica a todos los partidos de la oposición por apoyar una comisión de investigación sobre la “policía política”.
El sindicato de los mandos llama a los partidos “desagradecidos”, al tiempo que equipara criticar la utilización partidista de la Policía por parte del Gobierno con “ensuciar el nombre de un conjunto de profesionales que se dejan la vida a diario por todos los españoles”. “Somos policía patriótica, pero no en el sentido bolivariano que pueda utilizarse en Venezuela sino en el de que nos debemos a la Constitución”, añade el escrito.
En las condecoraciones de este año, la abogada que representa al sindicato, María Ponte, ha sido distinguida con una medalla blanca, no remunerada, por la Dirección General de la Policía. Esta letrada firma los escritos de defensa de algunos mandos señalados por la comisión judicial que investiga una grabación ilegal a otros policías y mandos del CNI en una pieza separada del caso del Pequeño Nicolás, entre ellos el ex número dos de la Policía Eugenio Pino. También es autora de las exigencias de rectificación y otros demandas a medios de comunicación en representación de los mandos afiliados del SPP.
Las maniobras en Cataluña y contra Podemos
Pino, el artífice de las maniobras policiales contra la oposición, ya fueran contra los independentistas catalanes o Podemos, fue despedido el pasado mes de junio por su jubilación con una Medalla de Plata, que va acompañada con un complemento del 15% mensual. La medalla roja para Baos y Sánchez Aparicio siempre supone un incremento del 10%. Es la misma que recibió el comisario José Manuel Villarejo por su participación en la Operación Cataluña.
Precisamente, el jefe de la Policía en Cataluña desde la llegada del PP en 2012 y hasta el verano de 2015, Agustín Castro, también es condecorado ahora con la Medalla al Mérito con Distintivo Rojo. Castro también deja la Policía por haber cumplido 65 años.
El sindicato SPP ejerce la acusación popular contra Artur Mas por la consulta del 9-N. Precisamente el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, Jesús María Barrientos, es uno del medio centenar de miembros de la Judicatura y la Fiscalía que reciben una condecoración no pensionada con motivo del patrón de la Policía. Uno de los magistrados del TSJM envió recientemente al banquillo a Mas por la citada causa.
Llama la atención en la lista de este año la cantidad de colaboradores del secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, que han sido reconocidos con medallas. Uno de ellos, el inspector jefe David Teatino Gómez, condecorado con la del Mérito Policial con Distintivo Rojo, a pesar de realizar labores de despacho.
La Ley 5/1964 establece como requisitos para la concesión de la roja haber resultado herido en acto de servicio, participar en al menos tres servicios en los que ha corrido peligro la vida del policía por el uso de armas, haberla puesto en peligro durante “un hecho abnegado” o en riesgo a través de una conducta de “especial trascendencia”.
Otros reconocidos con la medalla roja son el comisario al frente de la seguridad del Senado, Carlos Torres; quien también se jubila; el jefe del Area de Catálogo de Puestos de Trabajo, Francisco Arenas; o José Luis Prudencio, de la Subdirección General de Recursos Humanos.
Otros dos colaboradores de Francisco Martínez -aspirante a suceder a Fernández Díaz en la cartera de Interior- han sido condecorados. Se trata de su director de gabinete, Jorge Sanchís (blanca); y de otro miembro de ese equipo, Pía Aracama, jefa de área (medalla roja pensionada). El comisario general de Información, Enrique Barón, responsable de la lucha antiterrorista, ha sido condecorado con una medalla roja.