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Ferraz podrá imponer a los barones consultar a las bases las coaliciones de gobierno si se niegan a hacerlo

La dirección del PSOE ha dado el visto bueno al borrador del reglamento que desarrolla los estatutos que salieron del 39º Congreso y que el Comité Federal ratificará definitivamente este sábado. Las nuevas normas establecen la obligatoriedad de consultar a los militantes los acuerdos de gobierno y la posición de voto de los socialistas en aquellos casos que dejen gobernar a otros partidos y dejan en manos de las correspondientes direcciones (autonómicas o municipales) la posibilidad de preguntar a las bases “un amplio abanico” de asuntos.

Ferraz podrá obligar a los barones –o direcciones locales– a formular consultas a los militantes en los dos casos que establece como obligatorios y vinculantes: los acuerdos de gobierno y el sentido de voto en investiduras en las que el PSOE deje gobernar a otros partidos, como sucedió con su abstención en el Congreso que permitió a Mariano Rajoy seguir en Moncloa. 

En el caso de que los barones o líderes locales se nieguen a celebrar dichas consultas, Ferraz podrá poner en marcha ese procedimiento, según ha explicado el secretario de organización, José Luis Ábalos: “Se tiene que obligar e incluso en el caso de que (...) no quiera hacerlo, el federal se guarda la posibilidad de hacerlo”.  

Esa regla habría obligado, por ejemplo, a Emiliano García-Page a consultar a la militancia el acuerdo para los presupuestos regionales por el que dos miembros de Podemos se integraron en su gobierno. La negativa del presidente de Castilla-La Mancha a hacerlo supuso la primera disputa de Pedro Sánchez tras su victoria en las primarias. Al final, la dirección federal y la regional llegaron a un acuerdo intermedio.

Ximo Puig, por ejemplo, también tendría que haber preguntado a las bases por su acuerdo de gobierno en coalición con Compromís. Sin embargo, Susana Díaz no tendría que haber preguntado obligatoriamente por su acuerdo con Ciudadanos porque no suponía una coalición. Esos casos siguen en manos de los comités (regional o federal) correspondientes. “La política de alianzas la sigue fijando el Comité Federal”, apuntan fuentes de la dirección. 

En esas dos consultas obligatorias participarán únicamente los militantes. El resto de consultas quedan al albur de la decisión de la dirección regional o local correspondiente, que tendrá que contar con la autorización de Ferraz. Será en la propia formulación de la pregunta en la que se establecerá si el procedimiento se abre o no a los simpatizantes. 

Otro de los aspectos que se regula en el nuevo reglamento es la limitación de mandatos para los cargos orgánicos e institucionales. Se establece que una misma persona puede ocuparlo durante tres mandatos consecutivos (tienen una duración de cuatro años) y, una vez se cumplan dos tercios del ejercicio se entenderá que se ha cumplido en su totalidad. 

Con esas normas, Sánchez puede ser secretario general del PSOE unos once años y medio más (fue elegido en junio de 2017) si se presenta y gana las primarias en las dos siguientes ocasiones. Su primera etapa al frente del partido –de la que fue despojado en el Comité Federal del 1 de octubre– no cuenta en su cómputo dado que no estuvo dos tercios del mandato (dimitió poco después de pasar el ecuador) y, además, no se considera consecutivo ya que entre medias hubo una gestora, según fuentes de la dirección socialistas. 

No obstante, los cargos institucionales ejecutivos (alcaldes, presidentes, etc.) sí podrán repetir más allá de esos tres mandatos. “La excepcionalidad siempre existe, lo que hay que evitar es el suicidio”, ironizan fuentes socialistas. 

Como ya se aprobó en las resoluciones del congreso, los candidatos a ocupar cargos orgánicos deberán abandonar sus funciones si ya las ocupan, es decir, Sánchez tendría que ser “suspendido” como líder del PSOE si se presenta a unas primarias para revalidar su puesto. En ese caso, le sustituiría Adriana Lastra al frente del partido en su condición de vicesecretaria general, según ha explicado Ábalos.