El cineasta español Javier Fesser ha terminado en Perú el rodaje de un cortometraje sobre el proyecto “Luces para aprender” con el que se pretende ayudar a entender qué significa llevar internet a escuelas en las que los niños todavía estudian a la luz de las velas.
En una entrevista con Efe, Fesser afirmó que apoya este proyecto de la Organización de Estados Iberoamericanos para la educación, la ciencia, y la cultura (OEI) para que cuanto antes sea una realidad que millones de niños accedan a internet y a una educación que les “va a eliminar las desventajas”.
Con el proyecto “Luces para Aprender”, puesto en marcha en 2011, se pretende llevar electricidad e internet a más de 66.000 escuelas en Iberoamérica, situadas en zonas rurales y de difícil acceso.
Fesser, director de “Camino”, ganadora de seis premios Goya en 2009, dijo que han rodado durante 15 días en las comunidades de Ingatambo y de Vista Alegre, en la provincia de San Pablo, en Cajamarca, una de las regiones de más bajo desarrollo educativo de Perú, y que ayer concluyeron el rodaje en Lima.
El cineasta madrileño explicó que se trata de un “cortometraje de ficción”, de un “pequeño cuento totalmente basado en un realidad”.
El cortometraje está contado desde la mirada de una niña de 8 años con “su inocencia e ingenuidad”, y los actores son los maestros, los niños y sus familiares de Vista Alegre e Ingatambo.
Los protagonistas son Anny, Alidel y Gisela, tres niños de entre 6 y 8 años, uno de ellos tiene que ordeñar las vacas cuando se levanta y luego caminar tres horas para ir a la escuela.
Para Fesser, el proyecto “Luces para aprender” modifica mucho la vida de la comunidad entera, no solo del niño que va a la escuela y tiene acceso a internet y que se convierte en el “router, en la computadora de la familia”.
Fesser destacó que con este cortometraje “el mundo va a tener acceso a estos niños” que cuentan una historia de vida diferente.
A juicio del director ahora queda una labor de montaje “bonita pero laboriosa” que espera que concluya el próximo abril, ya que aunque se ha trabajado con un guión en el montaje “va a tomar su personalidad y su forma”.
Para este proyecto, Fesser y su equipo han seguido una técnica que hizo en Senegal con “Binta y la gran idea”, nominada al Oscar al mejor corto ficción en 2007, por lo que la primera semana han estado como “esponjas” escuchando, viviendo y conociendo, y los últimos días escribieron el guión.
Durante el rodaje también se han capturado muchos momentos que se les han colocado delante de la cámara “que no estaban previstos ni escritos” pero que tienen relación con lo que se está contando, apuntó.
Como cineasta, afirmó, que ha sido un aprendizaje la técnica de salir a la calle con una cámara, un trípode y un micrófono y pensar en “armar una secuencia sin tener quién la va a interpretar”, solo parar a la primera señora que pasa y si no tiene mucha prisa, la sientas.
Fesser también destacó la generosidad de los niños y su colaboración ilimitada, y afirmó que esto no es un rodaje sino “una experiencia personal que no tiene precio”.
Además, se lleva la sensación de haber conocido a gente con un sentido común aplastante que “no ha necesitado ir a la escuela para entender la situación de su comunidad” y que entiende que el “agua se bebe y hará falta toda la vida y que el oro no se come, y el agua acabará siendo el oro dentro de poco tiempo”.
El cineasta español reveló que volverá a rodar en Perú porque hay algo aquí que “le atrae muchísimo” que cree que es “la gente” y que su próxima película en la que está trabajando incluye este país.
Fesser espera estrenar en noviembre de 2014 una película de Mortadelo y Filemón en animación por ordenador en la que lleva trabajando tres años.
“Es una producción muy compleja que lleva mucho tiempo, ahora mismo hay 120 artistas trabajando y es una historia en la que estoy especialmente emocionado”, concluyó.