El predicador islamista Fethullah Gülen, al que Turquía acusa de orquestar el golpe de Estado fallido de la semana pasada, ha pedido a EEUU, país en el que reside, que rechace la solicitud de extradición efectuada por el Gobierno otomano.
“Es ridículo, irresponsable y falso sugerir que tuve algo que ver con el golpe fallido. Insto al Gobierno de Estados Unidos a que rechace cualquier intento de extradición”, apuntó el clérigo turco en un comunicado, en el que calificó de “venganza política” la petición de su país.
Turquía ha enviado dos cartas a las autoridades estadounidenses, una al Departamento de Justicia, solicitando el arresto de Gülen, y otra al Departamento de Estado, pidiendo su extradición.
Además, el primer ministro turco, Binali Yildirim, prometió aportar toda la información necesaria para demostrar la implicación de Gülen en la asonada, al tiempo que acusó a Estados Unidos de proteger a un “cabecilla terrorista”.
La Casa Blanca, por su parte, indicó que las autoridades estadounidenses revisarán si los documentos presentados por las autoridades turcas cumplen con los requisitos establecidos por los tratados entre ambos países para ese fin.
El presidente estadounidense, Barack Obama, telefoneó el martes a su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, a quien urgió investigar el golpe de Estado “con el debido proceso” así como “de la mano de los valores democráticos”.
Erdogan ha tomado duras medidas tras lo ocurrido, deteniendo a casi 7.000 militares acusados de tener algún vinculo con la intentona golpista, y ha insinuado que podría aplicarles la pena de muerte para que el Estado no tenga que hacerse cargo de su manutención dentro de las cárceles.
En esta línea, el Ministerio de Educación turco ha retirado la licencia a 21.000 profesores o maestros en instituciones de enseñanza privadas dentro de la investigación para localizar a supuestos colaboradores del fallido golpe de Estado.
Al respecto, Gülen afirmó que Erdogan ya demostrado que hará uso de “cualquier medio” para “afianzar su poder y perseguir a sus críticos”.