“¿Por qué tenemos que ser la marca blanca del PP?”, se preguntan en la cúpula de Foro Asturias Ciudadanos. El partido de Francisco Álvarez-Cascos ya no es 'el partido de Cascos' desde que la Comisión Directiva decidió expulsarlo de la formación en junio tras realizar una auditoría en la que se revelaban cerca de dos millones de euros entre gastos y facturas cargadas a FAC con la firma de su fundador.
Cascos les afeó que modificaran la esencia de Foro y de convertirse en un apéndice del PSOE y la dirección acusó al ex presidente del Gobierno y del Principado de Asturias de apropiación indebida y administración desleal de fondos del partido. Se verán las caras en los tribunales el próximo 23 de septiembre.
Con el juicio a la vuelta de la esquina, parece vislumbrarse el final de una guerra interna que se ha ido recrudeciendo desde el verano de 2019. Un combate infinito por la “auténtica esencia” de la formación. Por un lado, los partidarios de Cascos y, por otro, los de la Carmen Moriyón, ex alcaldesa de Gijón y actual presidenta de la formación asturiana. Una disputa que, además de las fuertes acusaciones entre ambos bandos, se ha cobrado ya varias víctimas (o expulsados), hasta acabar en los juzgados de Oviedo.
Además, la vinculación con el PP sobrevuela esta crisis interna en Foro. “En los últimos años ha habido una confluencia con el Partido Popular que a FAC no le ha beneficiado”, explica en una entrevista para elDiario.es Jesús Martínez Salvador, secretario general de Foro en Gijón: “Así se pierde la esencia”, añade. “Los únicos principios que mueven a la actual dirección de Foro es recuperar el espíritu del año 2011”, sentencia Adrián Pumares, portavoz del partido en la Junta General del Principado.
Sin embargo, devastado por esta crisis interna, con la sombra de Cascos y un solo diputado en el hemiciclo, volver a ser el partido útil y no una “bisagra” entre socialistas y populares parece más complicado que nunca para Foro Asturias.
En caída libre
De tocar el cielo del Principado a casi tocar fondo. “Foro nació porque en esta región había un bipartidismo que se repartía los territorios”, explica Martínez Salvador, “se creó para a luchar contra eso”.
En enero de 2011, tras sus discrepancias con Mariano Rajoy, Francisco Álvarez-Cascos, ministro de Fomento de José María Aznar, abandonó el Partido Popular para fundar Foro Asturias Ciudadanos. En mayo, cinco meses más tarde, gana las elecciones en el Principado con 16 diputados frente a los 15 del PSOE, consiguiendo 158 concejales y la alcaldía en 9 municipios, entre ellos Gijón, clásico feudo socialista.
“Primero se pasó de 16 diputados a 12, en las siguientes (2015) perdimos nueve diputados y recientemente hemos pasado de tres a dos”, comenta Adrián Pumares, secretario general de Foro. “Las últimas elecciones fueron las de menor desastre electoral”, se consuela.
Desde su fundación como un partido transversal y de centro, como recogen sus estatutos, capaz de “darle la vuelta al panorama político regional de Asturias”, Foro Asturias ha experimentado una caída libre de votantes, de 177.588 a 34.388; y también de líderes, desde Francisco Álvarez-Cascos, Cristina Coto, Pedro Leal y, finalmente Carmen Moriyón, presidenta del grupo parlamentario desde septiembre 2018.
Problemas a bordo
Casquistas contra moriyonistas (o anticasquistas). “Es ese sector crítico minoritario el que ha llevado a Foro Asturias a los múltiples descalabros que ha sufrido y que quiere convertir el partido en otra cosa”, explica Adrián Pumares sobre la deriva de FAC en los últimos años que, según el portavoz, bajo la batuta de Cascos ha ido renunciado a sus principios fundacionales.
“Foro nunca fue ni debe ser un partido bisagrista, sino un partido asturiano, no asturianista; que aspira a ser alternativa, no satélite”, sostiene el diputado en el Congreso Isidro Martínez Oblanca, alineado con la tesis de Álvarez-Cascos y muy crítico con la dirección del partido, que acusa de acercamiento al PSOE e incumplimiento de los estatutos originales. La batalla entre Cascos y Moriyón ha dividido al partido y planteado una incógnita: ¿quién defiende la verdadera esencia de Foro Asturias Ciudadanos?
La presidenta cuenta con el apoyo de la mayoría de ediles de Foro, entre los que se encuentra Jesús Martínez Salvador, además del secretario general y diputado en la Junta, Adrián Pumares. Por su parte, Álvarez-Cascos cuenta con la fidelidad del otro diputado en la Junta, Pedro Leal y del único del que dispone Foro en el Congreso, Isidro Martínez Oblanca.
Ambos han mantenido tensos enfrentamientos con la cúpula directiva, llegando incluso a plantear iniciativas en las dos cámaras al margen de la misma.
Leal aseguró sentirse “libre” para decidir sobre su voto además de considerar “ilegítima” la dirección de FAC, encabezada por Carmen Moriyón y Adrián Pumares. El diputado llegó a presentar una enmienda de totalidad a los presupuestos asturianos por su cuenta. Tras acusarle de insultos públicos contra Moriyón y considerándole culpable de cuatro infracciones muy graves y otras tres graves, la Comisión Directiva de Foro expulsó a Pedro Leal del partido el 28 de mayo, con 22 votos a favor y uno en contra.
«No hay precedentes en la política española o asturiana de expulsiones de militantes o cargos públicos por defender la ideología fundacional de un partido político, por respetar sus estatutos o por cumplir el programa electoral en las instituciones», ha explicado en rueda de prensa el parlamentario tras conocer su expulsión, además de afirmar que no tiene pensado dejar su escaño en la Junta General del Principado.
En la misma línea, Oblanca ha votado en numerosas iniciativas junto al Partido Popular, como su oposición a la ley de la Eutanasia o a la prórroga del Estado de Alarma en la crisis del Covid-19. Por ello fue muy criticado desde la dirección de Foro al no haber pactado ese posicionamiento. El diputado se defiende: “Desde mi toma de posesión el pasado 3 de diciembre de 2019 asistí a 20 plenos del Congreso sin recibir noticia alguna de vosotros”.
Un Foro sin Cascos
En medio de esta batalla entre los frentes de Cascos y Moriyón, donde también hay cinco demandas interpuestas por afiliados contra la actual dirección y presidenta; se han ido filtrando una serie gastos y facturas, además del elevado sueldo que el fundador cargó a Foro desde 2011, que han acarreado su expulsión y acusación ante la justicia. La cuantía asciende a 1,8 millones de euros, según fuentes de la dirección.
Entre 2012 y 2019, Álvarez-Cascos cobró más de un millón de euros en sueldos, además de 230.000 euros en facturas pasadas a la formación en conceptos tan variopintos como zapatos de mujer, videojuegos y líneas de móvil para sus hijos o estancias de hotel para familiares. A esta suma se añaden 174.000 euros del cobro del alquiler, entre 2012 y 2014, de una sede en Madrid a la formación que, según Moriyón nadie conocía y, según Oblanca, sí.
“No me siento responsable de las irregularidades” y “no hay ningún misterio”, afirmó Cascos tras hacerse pública la auditoría el 29 de mayo. En consecuencia, el 19 de junio, la Comisión Directiva de Foro decidió expulsar a su promotor y presentar la querella por estas supuestas irregularidades.
El secretario general de FAC en Gijón, se abstiene de dar su opinión sobre la causa o la posible sentencia, pero espera que, con el juicio, finalmente se pueda volver a la tranquilidad dentro de una formación muy debilitada.
“Está claro que las disputas internas no ayudan” responde al preguntarle cómo volver a recuperar al votante de Asturias, “pero si uno quiere recuperar la credibilidad tiene que solucionar primero los problemas en casa. Lo que estamos haciendo es un ejercicio de higiene democrática y de higiene interna dentro del partido”, y concluye su intervención recalcando la importancia de la “independencia” total de Foro con el Partido Popular.