Se ha cumplido el guión: 170 votos en contra, 97 abstenciones y 82 votos a favor. La moción de censura presentada por Unidos Podemos contra Mariano Rajoy no ha prosperado. La iniciativa que pretendía investir a Pablo Iglesias solo ha contado con los apoyos de Compromís, Esquerra Republicana de Catalunya y Bildu. El PSOE, como avanzó eldiario.es, ha optado por la abstención.
La fase final del debate se ha convertido en una sucesión de reproches de todos los partidos contra la formación impulsora de la medida. Al igual que ocurrió en la primera sesión de debate con el grupo mixto, Pablo Iglesias ha tenido que escuchar las críticas de Ciudadanos, PSOE y Partido Popular contra la oportunidad de su iniciativa.
Nuevo tono con los socialistas
El debate más esperado de este último tramo ha sido el protagonizado por los portavoces de PSOE y Unidos Podemos. José Luis Ábalos ha empezado cuestionando las verdaderas intenciones de Iglesias, a quien ha recriminado la redacción de un documento interno en el que Podemos situaba al PSOE como su principal oponente. Más allá de esos primeros reproches, el debate entre ambos portavoces se ha articulado en un tono cordial agradecido expresamente por ambas partes.
Pablo Iglesias ha vuelto a tender la mano al PSOE para empezar a trabajar en otra moción de censura, tras el esperado fracaso de la que hoy ha sido tumbada por los votos de la cámara. A la propuesta de Unidos Podemos, el PSOE ha contestado con el silencio. Los socialistas han querido marcar distancias con Podemos sin romper la estrecha línea que marca la empatía en la que ahora parecen trabajar ambas formaciones.
El portavoz socialista, José Luis Ábalos, ha dejado entrever cuál será por ahora la postura de su formación: reprobar a los ministros cada vez que la polémica les salpique. Según Ábalos, “el grupo socialista pondrá en marcha la reprobación del ministro Montoro para ir haciendo una lista de ministros reprobados”. La respuesta del portavoz de Unidos Podemos apuesta más por fórmulas como la que hoy ha fracasado: “Esto les molesta más que las reprobaciones que vamos a ver”.
Rajoy, ausente en parte del debate
La silla del presidente del Gobierno ha estado vacía durante la mayor parte de la segunda sesión de debate. Rajoy no ha escuchado las intervenciones de los portavoces de Ciduadanos y PSOE y solo ha reaparecido para asistir al discurso del portavoz del grupo parlamentario del PP, Rafael Hernando.
La actitud del jefe del ejecutivo contrasta con la adoptada durante el primer tramo del debate en el que el propio Rajoy se echó su defensa a la espalda y replicó tanto a Pablo Iglesias como a Irene Montero.
Mariano Rajoy no quiso perderse la bronca intervención protagonizada por Rafael Hernando plagada de insultos y menosprecios al candidato propuesto por Unidos Podemos. Hernando llegó a lanzar una insinuación sobre la vida privada de Iglesias e Irene Montero aunque luego se retractó y pidió disculpas ante el alboroto formado en el hemiciclo: “No voy a decir que el discurso de la señora Montero estuvo mejor que el de usted no vaya a provocar algo en esa relación”. “He hablado de una relación política”, dijo después.
Rondando las dos de la tarde del miércoles el debate finalizaba con las palabras de Pablo Iglesias dirigidas al PP: “España es un gran país y lo sería más aún sin ustedes”.