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Francisco González restringe a “conductas individuales” las posibles irregularidades del BBVA en el caso Villarejo

El expresidente del BBVA Francisco González ha declarado esta mañana durante dos horas y media ante el juez del caso Villarejo, Manuel García Castellón, quien le había citado como investigado por los pagos millonarios de la entidad al policía encarcelado en la época en la que él estaba al frente del segundo banco del país. La Fiscalía Anticorrupción no ha solicitado al juez que imponga a González medidas cautelares al término de su declaración.

“No puedo entrar en detalles porque esta pieza está bajo secreto de sumario. Sí puedo decirles que, una vez que termine de esta investigación, quedará muy claro que el grupo BBVA y sus directivos han trabajado siempre de una manera íntegra y ejemplar, sin perjuicio, como es lógico, de que hubiera alguna conducta irregular de carácter individual que yo en este momento desconozco”, ha asegurado González al salir de la Audiencia Nacional. El expresidente del BBVA ha hecho esas declaraciones ante los medios, pero no ha admitido preguntas.

De acuerdo a la versión que ya había adelantado cuando surgió el escándalo, González ha afirmado que en mayo de 2018 tuvo conocimiento de que Cenyt, una de las empresas de Villarejo, “había prestado algunos servicios al grupo BBVA”. “Inmediatamente -ha continuado- abrimos una investigación para determinar el alcance de dichos trabajos. Posteriormente se abrió también una pieza judicial y, al final de julio, emití un comunicado en el que dije que estaba máximamente interesado en declarar. Hoy he tenido la oportunidad de hacerlo y he podido contestar con toda transparencia, con toda claridad, a todas las preguntas de los fiscales y también del juez”.

Antes de marcharse, Francisco González ha rematado: “Puedo asegurar que BBVA es una gran institución internacional enormemente respetada que trabaja no solo en beneficio de sus clientes y accionistas sino que también presta servicios relevantes a la sociedad”.

En la jornada de este lunes estaba citado, aunque como testigo, el que fuera director de comunicación de la entidad, Javier Ayuso. Como investigado ha comparecido el policía que en segunda actividad trabajaba para las empresas de Villarejo, Antonio Bonilla.

Solo entre 2013 y 2017 está acreditado que el BBVA pagó a las empresas de Villarejo 5.058.099,38 euros sin IVA y 6.109.388,23 euros con IVA, según facturas que abarcan hasta seis meses antes de que el policía fuera detenido. Esas facturas aluden a denominaciones genéricas que no permiten profundizar en la naturaleza de los trabajos. Otra documentación demuestra que Villarejo había investigado a intensamente a Ausbanc, la falsa asociación de consumidores de Luis Pineda, que extorsionaba presuntamente al BBVA y otros bancos.

Cuando se hizo pública esa documentación, la entidad se limitó a explicar que una empresa de Villarejo había sido “proveedora del área de seguridad del banco para servicios de asesoría en materia de seguridad, y de protección de los activos y personas de la entidad”. “Todos los contratos, de manera expresa, citaban la obligatoriedad del cumplimiento de la legislación”, añadió entonces un portavoz de la entidad.

El banco también contrató al comisario Villarejo durante tres meses –de diciembre de 2004 a febrero de 2005– para abortar la operación para arrebatar el control de la entidad a Francisco González. El policía habría espiado las comunicaciones del presidente de Sacyr, Luis del Rivero; su consejero, Juan Abelló; y el jefe de la Oficina Económica de José Luis Rodríguez Zapatero, Miguel Sebastián, así como las de otras empresas, medios de comunicación y gabinetes implicados. Finalmente, la compra del BBVA no se produjo y Sacyr desistió de entrar en el consejo después de la falta de apoyo del Banco de España y las acusaciones de “politización”.