Las frases del primer debate a cuatro: del “bazar de la corrupción” que es la sede del PP al “me duele España”

Los cuatro principales candidatos a la presidencia del Gobierno se han enfrentado este lunes en el primer debate electoral. Pedro Sánchez, Pablo Casado, Pablo Iglesias y Albert Rivera han debatido durante hora y veinte minutos en una cita que ha confirmado los dos bloques de cara al 28A y en la que se han vivido los primeros ataques del candidato de Ciudadanos al del PP. Estas son algunas de las frases más destacadas del debate.

“Debería dimitir la señora Mateo y Sánchez debería saber que esta casa no es suya”. Albert Rivera ha comenzado su intervención inicial recordando la polémica con la que se ha llegado a este primer debate y reiterando que la presidenta de RTVE debería dimitir por haber propuesto un cambio en la fecha del debate.

“Da la impresión de que todos venimos con el monólogo aprendido, soltamos una chapa independientemente de la pregunta que haga el moderador”. En su primera intervención, el candidato de Unidas Podemos ha recriminado al resto de intervinientes que no respondiesen a las preguntas del moderador al inicio del bloque.

“Si no es por los de Podemos, usted no sube el salario mínimo”. Pablo Iglesias ha recriminado a Pedro Sánchez que presuma de la subida del salario mínimo interprofesional: “Nos costó dios y ayuda”, le ha dicho antes de recordar que, en su pacto con Albert Rivera, solo reflejaba una subida del 1%, mientras que la pactada entre Sánchez e Iglesias subió el 22%. A pesar de ello, en otro momento, se han agradecido los apoyos mutuos durante la legislatura.

“¿Sabe dónde está el milagro económico del PP? En la cárcel”. Albert Rivera ha copiado la frase que uso la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en dos ocasiones –en el debate de presupuestos generales y en el debate electoral de la semana pasada– para afearle a Casado el encarcelamiento de Rodrigo Rato, ministro de Economía con el PP.

“Me gustaría que le dijera a sus candidatos que no es no, que cuando una mujer no dice sí, es no”, le ha dicho Pedro Sánchez al líder del PP, mirándole fijamente a la cara, en referencia a las palabras de Cayetana Álvarez de Toledo. “Dígale a sus amigos de la ultraderecha que el vientre de la mujer no es un taxi”, ha añadido mencionando por primera vez a la extrema derecha de Vox. “El vientre de una mujer no se alquila”, ha dicho mirando a Rivera.

“Se me saltaban la lágrimas de ver que en mi país daban un golpe de Estado (...) a mí me duele España”. Rivera ha pronunciado esta frase en su intervención inicial sobre el modelo territorial y ha incluido una cita de Miguel de Unamuno.

“A mí esta semana me daba vergüenza ajena escuchar desde una cárcel a Oriol Junqueras decir: 'Sí, vamos a apoyar a Pedro Sánchez a cambio de indultos'”. Casado ha pronunciado esta frase para criticar los supuestos pactos ocultos del presidente del Gobierno con los líderes independentistas. Pero es mentira. Junqueras se refirió al referéndum de autodeterminación, pero no a los indultos.

“Como van a mentir los dos, prefiero responder a las mentiras de los dos a la vez”. Sánchez ha rechazado uno de sus turnos de palabra, después de que hablase Casado y antes de que lo hiciese Rivera, aludiendo a que ambos le estaban atacando con mentiras y fortaleciendo su relato de que formaban un bloque unido contra él.

“Ya me daría vergüenza, con víctimas del terrorismo en mi partido, que esté negociando con Bildu”. Casado ha recuperado durante el debate el discurso contra el Gobierno que ha exhibido en sus últimos mítines: equiparar a Bildu con ETA y acusar al PSOE de pactar con ese partido.

“La sede del PP era el gran bazar de la corrupción”. Sánchez, que durante sus mítines no había incidido mucho en el tema de la corrupción, la ha sacado a relucir durante varios momentos del debate, incluido este en el que ha ido repasando las plantas de Génova 13 y asociándolas a distintas prácticas corruptas del partido.

“¿Oyen eso? Es el silencio de Sánchez”. El candidato de Ciudadanos ha tenido la intervención final más destacada ha incidido en el “silencio”: el del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pero también el “silencio” de aquellos a los que les “hiele la sangre cuando los separatistas quisieron romper España” o el “silencio triste” de una pareja que no puede tener hijos.