Carlos Sánchez Mato (Madrid, 1970) lleva apenas dos semanas asentando en sus nuevos dominios en la Concejalía de Economía y Hacienda del Ayuntamiento de Madrid. La segunda planta del edificio donde se ubican, a un par de cientos de metros del Palacio de Cibeles, está lleno a medias nada más. Muchos despachos, ocupados por asesores del anterior equipo de Gobierno, están vacíos. Y así seguirán, si Ahora Madrid respeta su propio código ético.
Sánchez Mato ha pasado de los movimientos sociales, de exigir acción a los gobernantes, a ser uno de ellos. Asegura que ahora se levanta incluso un poco más tarde que antes, ya que no tiene que compatibilizar su trabajo con su activismo. “Ahora ese es mi trabajo”, asegura a eldiario.es justo antes de iniciar una larga entrevista.
Para una persona que viene de los movimientos sociales, ¿cómo es pasar del pedir al hacer?
Hacer, hemos hecho muy poco todavía, pero ya hay otra perspectiva. Hemos tenido ya reuniones con grupos sociales que demandan y piden determinadas cosas y la óptica cambia. Lo que intento es no perder las raíces ni los orígenes de donde vengo yo ni de donde viene Ahora Madrid. En el momento en el que perdamos la conexión con la realidad vamos mal.
El cambio político sirve para ver las posibilidades que tienen las políticas públicas para actuar sobre la realidad. Y eso es una maravilla. Cuando entras en una institución te das cuenta de la enorme capacidad de actuación para mejorar la vida de todo el mundo. Eso es maravilloso.
¿Les ha dado tiempo a hacer o de momento están en la fase de leer?
Ya se están tomando medidas. Había una urgencia imperiosa: ver la forma de proveer recursos para hacer frente al plan de emergencia social. Necesitábamos atesorar fondos para hacer frente a esto. Y puedo decir que por supuesto que está garantizado. Esto es algo que siempre nos han criticado a la izquierda en este país, que hablábamos mucho pero no teníamos capacidad de acción ni alternativa real. Y sí hay capacidad para modificar determinados elementos dentro de la ley para lograr esos recursos. Antes se dedicaban a una cosa y ahora a solucionar una emergencia.
¿De dónde se ha retraído el dinero?
Como mucho en 15 días haremos un planteamiento completo, pero por ejemplo los planes de amortización anticipada de deuda. Estamos hablando de dos contratos que suponen 327 y 45 millones de euros. Un montón de dinero que por una decisión política se destina a una cosa en lugar de a otra. Es una opción política que conlleva una determinada posición ante los problemas. No es que no haya fondos, es que se decide destinarlos a una cosa o a otra en algunos casos de manera irreversible; el anterior equipo de gobierno ha dejado la amortización de 327 millones firmada.
¿Y esa no se puede revertir?
Hay alguna opción muy complicada, pero lo más seguro es que no podamos hacer nada. También hemos decidido no cubrir determinados puestos eventuales, lo que se conoce como personal a dedo. En esta misma planta hay despachos que hoy están vacíos y antes estaban ocupados. Ahora estoy solo con los funcionarios y empleados municipales.
El código ético de Ahora Madrid sí permite un asesor de estas características, ¿no piensa contratarlo?
Sí, para acciones políticas concretas, como por ejemplo la auditoría de la deuda. Pero no será alguien para que me lleve el maletín, la agenda o me acompañe a los actos. El miércoles fui a un acto de cooperativas en el Ateneo (Coceta) y cuando llegué pensaron que no era el concejal porque iba solo. Hace un año, con otro equipo de gobierno, el concejal llegaba con cuatro o cinco personas.
¿Y de qué cantidad hablamos con esta reducción de personal?
Daremos las cifras con detalle, pero en el conjunto de mi área la reducción de direcciones generales, de coordinación general y de subdirecciones supondrá un ahorro aproximado de 1,5 millones anuales. Hay estructura innecesaria y que además es contraproducente. Los empleados municipales te lo dicen, que esa superesctructura no aporta nada pero genera mal rollo y descontento.
¿Y qué ahorros están estudiando en otros campos?
El anterior Gobierno municipal dejó operaciones de rescate determinados aparcamientos subterráneos de la zona centro, que no puedo decir todavía, para echar una mano a grandes constructoras que están haciendo operaciones urbanísitcas.
¿Habla de la operación Canalejas?
Por ejemplo. Ese tipo de operaciones de rescate también es un flujo de fondos que se pueden dedicar a otra cosa. El resultado es que la combinación de todos esos elementos me permiten decir con absoluta seguridad que tenemos dinero para hacer frente a la emergencia social. Estamos hablando de política, no de economía. No es que no hubiera fondo, sino que se dedicaban a otra cosa.
La portavoz municipal dijo en la última rueda de prensa que el ahorro por las medidas ya aprobadas era de 600.000 euros. ¿Cuál puede ser el montante total?
Hay muchas áreas de las cuáles no hemos aprobado aún la estructura definitiva. Hay matices y todavía no tenemos toda la información. Pero en el cómputo global no estamos hablando de que sea lo más importante. Por ejemplo, hasta diciembre no vencen los contratos de renting de mi coche oficial y de otros 50. No vamos a renovar el contrato y el ahorro será de unos 300.000 euros. A mí personalmente me parece muchísimo dinero pero en el presupuesto global no es significativo. Pero sí es significativo que los empleados vean que no hay un coche destinado a una persona, por el hecho de que sea una autoridad. Hay coches de incidencia, pero no es mi coche. Queremos poner en marcha ciertas prácticas que los que vengan no pueden revertir.
¿Las cuentas del Ayuntamiento no están en esa situación de emergencia que ha trascendido a la ciudadanía?
No, no, no. No es insostenible técnicamente porque el Ayuntamiento tiene clara capacidad de pago de sus compromisos. De hecho, en los próximos meses vamos a estar en pago rabiosamente al contado a los proveedores. Tenemos hasta 30 días para pagar, pero queremos pagar al contado. El Ayuntamiento tiene unas finanzas sostenibles técnicamente, pero la actuación era de insostenibilidad social, que es diferente.
Si tú generas un superávit y te lo gastas en el plan Chamartín o en cosas que no cubra las necesidades de la gente, estamos ante otro tipo de insostenibilidad. Por diferencias: Grecia tiene un problema de insostenibilidad social, pero también técnica. El Estado español tiene una situación de déficit primario: aunque no pagara los intereses o amortizara capital, tiene necesidad de fondos. Al Ayuntamiento no le pasa: incluso pagando la deuda a los precios elevadísimos a los que está contraída, tiene capacidad para generar excedente.
Si eso se utiliza para ir más deprisa en el calendario de devolución de la deuda o a determinadas inversiones socialmente innecesarias, estamos ante otro tipo de insostenibilidad. En Madrid ha habido una gestión perversa. Por ejemplo, en 2014 el PP aprobó con su mayoría unos presupuestos en los que decía que iba a mantener la atención a mayores, a las familias o a las personas en riesgo de exclusión. Pero luego no lo gastó. Y lo que no gastas, lo destinas a la amortización de la deuda. Eso es populismo del malo y utilizar el presupuesto de forma torticera porque si crees en esa política tienes que defenderla y aguantar el chaparrón social que te pueda caer.
Habrá gente que piense que adelantar la amortización es algo positivo porque quita deuda y se supone que es un lastre.
Yo creo que todo el mundo lo entenderá. Imaginemos una familia que tiene dificultades para dar de comer a sus hijos y amortiza de forma anticipada su crédito hipotecario, ¿qué diríamos? Es algo que no hay que ser economista para entenderlo. Hay gente que está perdiendo su casa hoy y decimos que no tenemos alternativa mientras amortizo la deuda del año que viene. Ellos saben bien que no están actuando de manera adecuada porque si no lo hubieran dicho en sus presupuestos.
¿Y cuál es el interés de adelantar esa amortización?
No puedo estar en la cabeza de la anterior alcaldesa ni del equipo de Gobierno, pero está claro que existe responsabilidad en la Administración Central, que ha situado la amortización de la deuda por encima de todo. Pero con el mismo corsé del artículo 135 de la Constitución se pueden hacer otras cosas. Ahora bien, no basta con eso. No podemos plantearnos un escenario de gasto el año que viene limitado por el ministerio de Hacienda para impedir el gasto necesario e imprescindible para la sociedad, mientras Rajoy sigue defendiendo que España no ha sido rescatada. Por un lado nos dicen que vivismo en una Arcadia feliz y resulta que estamos absolutamente condicionados por una serie de medidas que al parecer no existen.
Mencionaba antes la auditoría de la deuda. ¿En qué consistirá?
Hay determinadas cosas aberrantes. Ha habido desviaciones en las obras faraónicas de los anteriores equipos de gobierno absolutamente merecedoras de una investigación. ¿Cómo puede ser que se presupuestara en 40 millones el Palacio de Cibeles y costara al final 530, más de un 1.000% de desviación? Si hubiera sido una excepción, pero tenemos el Centro Acuático, la Caja Mágica, la obra de la M30, etcétera.
¿Se han marcado un plazo para presentar esa auditoría ante la ciudadanía?
Estamos trabajando en verlo todavía, pero es un compromiso electoral y una obligación como servidores públicos. No hacerlo sería algo más que un incumplimiento: sería algo contrario a nuestra obligación. Depende del alcance que tenga.
La idea, repito, es que futuros equipos de Gobierno se vean incapaces de no hacerlo. Que no se pueda repetir. Vamos a hacer lo mismo con las agendas: publicar las citas que tenemos. ¿Cómo no va a saber la gente que me reúno con un constructor o una inmobiliaria?
Hablaba antes del papel del Estado ante las políticas que pudieran desarrollar. Hace unos días El País publicaba un informe de Hacienda que calificaba de disparate alguna de sus medidas. ¿Teme que el Gobierno central o el regional limiten su actuación?
La filtración es una de las cosas más vergonzosas que se han producido. Si una de las primeras cosas que hace el señor Montoro es filtrar, no ya el informe sino la existencia de un informe, no espero mucha lealtad. Muchos periodistas me han preguntado para rebatir el informe, pero es que no lo tengo. Es uno de los ataques más sibilinos que se pueden hacer: intentar pelear contra un fantasma.
La realidad es que vamos a ver en los próximos meses que se pueden hacer políticas diferentes sin vulnerar una ley que es coercitiva. Incluso contra ese armazón y sin ir a los bancos a pedir dinero. Lo vamos a hacer con los recursos propios que vamos a tener pero gastándolos de otra manera. Eso que filtra Montoro de forma sibilina vamos a comprobarlo en pocos meses si es cierto o no. Y vamos a demostrar que es falso que las políticas que pedimos son imposibles de financiar.
Entre otras cosas, el supuesto informe arremetía contra la promesa de crear una banca pública municipal, aunque Manuela Carmena ya ha dicho que no se va a hacer. ¿Cuál es su postura?
Jamás podrás encontrar un documento con mi firma en defensa de los bancos públicos locales. Siempre hemos defendido la banca pública a otro nivel.
¿No estaba en el programa de Ahora Madrid?
Yo voté en contra de esa propuesta [el programa de Ahora Madrid se hizo con la colaboración ciudadana]. Hay que mirar esa medida dentro del eje destinado a reforzar y permitir la sostenibilidad financiera autónoma del Ayuntamiento. La gente votó esa medida teniendo en cuenta que estaba dentro de ese eje. Es como el que señala a la luna y mira el dedo.
Ahora, una banca pública es la única salida que existe para el sistema financiero. La banca privada sin ayudas públicas no funcionaría ni un par de días. Sin las operaciones del BCE no podrían pervivir. O sin los fondos de garantía de depósitos, que es como un seguro. El problema es que está en quiebra. Por eso se interviene Bankia: antes de la intervención tenía 100.000 millones de euros que debía devolver a los clientes y el fondo de garantía de depósitos en 2012 tenía un saldo negativo de 3.000 millones.
Querría abordar su política fiscal. Manuela Carmena habló durante la campaña de un IBI social, ¿en qué consiste?
Tenemos capacidad de generación de ingresos, por lo que no nos tenemos que plantear que para hacer frente a las medidas de nuestro programa o a las necesidades inmediatas precisemos de un incremento generalizado de impuestos, en absoluto. Ahora, redistribución, seguro. No debería hacer el mismo esfuerzo fiscal una familia en situación de precariedad que una familia que no la tenga.
Esto es aplicable a la prestación de servicios públicos mediante el pago de tasas. Una tasa puede ser cobrada a todo el mundo por igual, pero yo no creo que sea lo mismo que pague yo lo mismo que alguien que lleva cinco años en paro.
Y otro elemento es luchar contra la elusión fiscal, que también existe en el ámbito municipal. Paradójicamente, el Ayuntamiento de Madrid no se ha incorporado al proceso que la dirección general del catastro a nivel de toda España para que afloren IBI no pagados. Por ejemplo, que alguien tenga un edificio construido y pague como si fuera un solar.
¿Y esto se da mucho en Madrid?
La investigación de la dirección general del catastro ha permitido aflorar decenas de miles de incidencias de ese tipo en toda España. Y el anterior Ayutamiento decidió no incorporarse a un sistema que les permitía reclamar a quien no está pagando lo de debe pagar.
¿Y van ustedes a incorporase?
La semana que viene firmo. Fijaos si hay cosas que se pueden hacer. La anterior Corporación no lo hizo por lo mismo que el partido político que les apoyaba hizo una amnistía fiscal. Pensaría que a los que iba a perjudicar era a los suyos. Y su actuación ha mermado las arcas del Ayuntamiento de Madrid. Populismo también. Del malo.
Otro diario, Abc, aseguraba que Hacienda había mandatado a los secretarios e interventores a poner especial celo sobre las gobiernos de Madrid y Barcelona. ¿Qué le parece?
Todo lo que sea supervisar la acción pública y la acción de gobierno es fundamental. Ahora, que no intenten impedir la actuación social de urgencia. El lunes a primera hora tengo una petición de la autoridad fiscal independiente para el suministro de información y la facilitaré gustosamente incluso antes del plazo. Sin problema, no le doy importancia. Ahora, ¿que tendremos obstáculos institucionales? Seguro. El pretendido informe fantasma de Montoro decía que Madrid estaba infrafinanciada con respecto a los impuestos cedidos por la Administración central. A ver si pone el mismo celo para que recibamos lo mismo que otras ciudades.
Además de la auditoría de la deuda ustedes proponen revisar los contratos integrales (jardinería, limpieza, ...) ¿Cuál es la situación?
No puedes ser que haya un contrato en el que haya una sertie de obligaciones que cumplir, uqe sistemáticamente son incumplidas y que las empresas no sean sancionadas. Eso es hacer dejación de funciones y genera desánimo en los ciudadanos y en los empleados públicos. Los funcionarios nos han contado que se estaba avisando de las inspecciones a las empresas concesionarias. Y las empresas movilizaban dotaciones a los distritos inspeccionados.
La externalización de servicios públicos del Ayuntamiento de Madrid no empezó hace cinco años. Hay personal de limpieza que lleva 20 años en este edificio pasando de una empresa a otra y en condiciones de precariedad y de desigualdad con otros empleados públicos. Esto se basa en una idea que ha calado en la gente de que la administración es peor a la hora de prestar los servicios públicos. Y hemos permitido que cale una idea que es falsa, según constató el Tribunal de Cuentas en su informe de 2011.
Es imposible que una empresa preste el mismo servicio de forma más barata. El gran timo es que se ha hecho más barato a costa de precarizar el empleo. Eso es pan para hoy y hambre para mañana.
¿La administración debe cubrir todo?
No. Pero lo que no debe hacer es que su actividad permanente de servicio público sea subcontratado, por que sale más caro. Estuve la semana pasada en el pregón de las fiestas del barrio de Vicálvaro y me contaban que cada cierto tiempo cambian las banderas de las fachadas de los edificios y que hay unos tremendos sobrecostes en las compras centralizadas. Una persona llamando por teléfono para pedir precio para banderas le sale más barato que si el Ayuntamiento compra todas juntas. Eso no le cabe en la cabeza a nadie. Lo mismo vale para la deuda municipal; el Ayuntamiento paga por sus préstamos de media mucho más de lo que pago yo por ejemplo por mi hipoteca. ¿Soy yo muy liso o no se ha gestionado de manera tan brillante como nos han vendido?
Los concesionarios de estos contratos integrales son grandes empresas constructoras ¿Han hablado ya con ellos, les han llamado?
Algunos de ellos han pedido una reunión y será Inés Sabanés [la concejala de Medioambiente y Movilidad] quien se reúna.
¿Y algún mensaje directo o indirecto por parte de estos empresarios?
Prefiero no comentarlo. El equipo de Gobierno cumplirá el mandato de la gente y en este caso está claro que es abaratar y mejorar los servicios prestados, pero no a costa de los salarios de los trabajadores.