El FROB, el fondo de rescate español, ha rebatido las “debilidades” de las conclusiones de los dos peritos que cuestionaron las cuentas de Bankia desde su constitución y concluye que todas ellas, también las de su salida a bolsa, “reflejaron su imagen fiel”.
Así lo expone el organismo dependiente del Ministerio de Economía en el escrito que ha presentado al instructor del caso Bankia, Fernando Andreu, al que ha tenido acceso Efe, tras recabar “el criterio técnico del Banco de España” sobre la formulación de los estados contables de las entidades de crédito recogida en su circular 4/2004 de 22 de diciembre.
No solo eso, sino que el FROB aporta un informe que encargó a la CNMV sobre el proceso de Oferta Pública de Suscripción (OPS) previa al debut bursátil de la entidad.
Tras recoger la opinión de los dos organismos, explica que no puede compartir la conclusión de los técnicos cedidos por el Banco de España para trabajar en el “caso Bankia” de que sus cuentas, tanto las del estreno bursátil, como las de 2011 formuladas por Rodrigo Rato y las reformuladas después por el equipo de José Ignacio Goirigolzarri, “no reflejaran la imagen fiel de la entidad”.
Y ello porque sus “juicios subjetivos y metodologías distintas” les llevaron a verter propuestas sobre ajustes “no coincidentes”, lo que “subraya la existencia de un margen de apreciación o estimación amplio” que, “como mínimo, debería haber llevado a una modulación de las conclusiones sobre la imagen fiel de las cuentas”.
Además, obviaron que el periodo analizado “estuvo marcado por una crisis financiera profunda”, en la que se produjeron “cambios relevantes en la percepción y expectativas sobre la evolución de la situación económica y de los mercados”.
También les aclara que para juzgar unas cuentas de una fecha determinada es necesario saber “cuál era exactamente la información disponible” entonces, porque lo contrario podría suponer un “sesgo retrospectivo, incorporando al juicio sobre el pasado el conocimiento que se tiene del resultado final”.
Esta misma crítica la vertía, entre otros, el propio Rato en su recurso a la fianza de 800 millones que le impuso Andreu de forma solidaria junto a tres antiguos miembros de su cúpula -Francisco Verdú, José Luis Olivas y José Manuel Fernández Norniella- así como a Bankia y BFA.
Pero, sobre todo, el FROB afea a los peritos que omitieran en su análisis un cuantioso volumen de provisiones ya constituidas y no asignadas que tenía Bankia en su salida a bolsa, que ascendían a 3.027 millones, “más que suficientes” para afrontar los ajustes propuestos por los dos inspectores.
A todo ello se suma el “carácter discutible” de la metodología que emplearon para analizar las cuentas del debut bursátil, realizando un reparto por meses y trimestres del deterioro acumulado, un sistema “inusual y poco riguroso en un ámbito pericial, que requiere mucha precisión, sobre todo si se quiere cuestionar” los estados financieros.
Sobre la fijación del precio de la acción en la salida a bolsa cuestionada también por los peritos, se remite al informe encargado a la CNMV, que adjunta, en el que afirma que “Bankia era una de las coordinadoras globales y además era entidad directora del tramo de cualificados y minorista”, por lo que no se puede sostener que esta entidad “encontró mercado pero las otras no”.
Tampoco le resulta de recibo que pusieran en tela de juicio las intenciones de empresas cotizadas no controladas por BFA y Bankia como Mapfre o Iberdrola para acudir a bolsa o que planteasen sospechas sobre los móviles de otras “sin relación alguna en materia accionarial” como Telefónica o ACS.
Si la fijación de ese precio “no fue un modelo de concurrencia”, como afirman los peritos, el FROB no entiende que la cotización de Bankia, que fue “un valor líquido, permaneciera estable o paralela a la del resto de comparables entre la salida a bolsa y febrero de 2012”.
En este sentido, vuelve a citar las palabras de la CNMV que aseguran que su “valor cayó menos que el resto del mercado” y que “todo aquel que hubiera querido vender o comprar en este periodo lo habría hecho sin restricción”.
Además, la CNMV eleva el número de inversores reflejados por la pericial judicial, con más de 650 empresas de sectores financieros, 14.000 no financieras y más de 1.000 compradores extranjeros, “lo que no permite compartir la conclusión sobre la falta de concurrencia”.
En cuanto a las ventas rápidas de acciones de las que dudaron los peritos, que sospecharon de aquellas que se habían producido en 30 días o menos, el FROB responde que ese plazo “no resulta de ningún manual o criterio bursátil” y que, en todo caso, “no parece demasiado especulativo”.