El coordinador federal de IU, Alberto Garzón, apuesta por que el Gobierno explore y ponga el énfasis en “refozar la mayoría de la investidura” en la negociación de los Presupuestos Generales de 2021 como “única opción sostenible en el tiempo” para garantizar la pervivencia del Ejecutivo de coalición. Así figura en el Informe de coyuntura política que el también ministro de Consumo defenderá ante el principal órgano de la coalición entre asambleas federales, la Asamblea Político y Social, para su debate y aprobación, y al que ha tenido acceso elDiario.es. Garzón se suma así a las presiones del resto de fuerzas que componen Unidas Podemos para que la negociación se incline más hacia el lado progresista del Congreso. Eso sí, Garzón cree que no pueden “negarse a dialogar con ningún grupo parlamentario con el fin de obtener el apoyo a las cuentas presupuestarias que presenten conjuntamente el PSOE y Unidas Podemos”.
El informe, que se someterá a la APyS prevista para este sábado, señala que “existe la oportunidad de redactar y aprobar unos nuevos Presupuestos para el año 2021 que sinteticen las líneas políticas progresistas del acuerdo de Gobierno”. El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, ha defendido reiteradamente la vigencia del acuerdo programático que firmó con Pedro Sánchez y que la mayoría de la investidura es la mejor forma de asegurar su cumplimiento. Ahora, IU se suma a esta posición formalmente por primera vez, aunque Garzón ya planteó esta idea el pasado mes de junio.
Garzón apuesta por unas cuentas para el año que viene “coherentes” y que aborden “dos problemáticas generales”. El primero, “reforzar y expandir el escudo social que se empezó a desplegar durante el estado de alarma”. “El Gobierno de coalición centró sus esfuerzos en proteger el tejido productivo, evitando el cierre de empresas, y también en medidas económicas y sociales destinadas a proteger los ingresos de la clase trabajadora”, apunta el informe del coordinador de IU. Esto ha servido, continúa, para “mitigar el fortísimo impacto económico de la pandemia”. Pero añade que España “sigue arrastrando problemas sociales estructurales muy graves, como la enorme desigualdad, la asimetría de desarrollo entre campo y ciudad, las altísimas tasas de desempleo y la brutal precariedad laboral, entre otros fenómenos”. Y zanja: “Solo con un amplio programa social se podrá empezar a hacer frente a estos problemas, que se han visto agravados en la última década como consecuencia de la crisis anterior y de su gestión neoliberal”.
El documento advierte de que perder de vista que “las familias trabajadoras deben sentirse protegidas por este Gobierno de coalición” se podrían afrontar “riesgos graves no solo para la legitimidad de los partidos” que lo integran, sino “incluso para la democracia misma por los efectos que esta situación pudiera tener en el animus político de la clase trabajadora”. Sin mencionarlo, Garzón advierte aquí del riesgo de que el voto trabajador pueda desertar de la izquierda y buscar refugio en otras opciones, como Vox.
El ministro de Consumo plantea también que “el Gobierno de España tiene que hacer de la necesidad virtud” y “aprovechar para acometer profundas reformas institucionales que están pendientes”. Garzón pone el énfasis en la “diversificación productiva y en lo que se ha llamado la reindustrialización, es decir, el abandono de una economía de monocultivo”. Pese a las críticas que recibió en su momento, el dirigente de IU insiste en que “el modelo económico español lleva décadas vinculado de manera estrecha al desarrollo del sector del turismo, en ocasiones acompañado de episodios de burbujas especulativas en el sector de la construcción” lo que hace que sea “muy vulnerable ante fenómenos externos como, por ejemplo, una crisis sanitaria internacional”.
En su opinión, “los primeros acuerdos en el seno de la Unión Europea para proporcionar fondos a los países apuntan en la dirección correcta, pero con magnitudes insuficientes y con la duda aún sobrevolando acerca de una futura e hipotética condicionalidad en clave neoliberal.
Tomar la iniciativa para fortalecer Unidas Podemos
Garzón también alude a otros asuntos en su informe. Sobre la relación con Podemos, el líder de IU recuerda que en la última reunión de la APyS se constató “la necesidad de fortalecer el espacio conjunto para ir creando mecanismos y sinergias de mayor participación colectiva que hagan de Unidas Podemos un espacio con más fortaleza organizativa, más implantación territorial y más vínculos con la sociedad civil”.
Un fortalecimiento que se asentaría “en encuentros entre militantes y activistas sociales, en diferentes territorios y en distintas modalidades, presencial o virtual, dependiendo de las limitaciones sanitarias”. Garzón hace un llamamiento “a las asambleas de IU y al conjunto de la militancia para que tome un papel activo a la hora de organizar los encuentros con las asambleas de base del resto de organizaciones de Unidas Podemos”. Y añade: “No solo para hacer valer nuestro acerbo político-programático en los debates colectivos; también para fortalecer los espacios de trabajo conjunto, estrechar vínculos con la sociedad civil y replicar las actividades de intervención social que se estén desarrollando con éxito en algunos territorios”.
República ante la “emergencia democrática”
Garzón advierte en su informe de que Vox dominará el escenario político “en las próximas semanas” por su moción de censura, aún sin fecha ni candidato. Para el líder de IU, el objetivo es “apropiarse del papel de líderes de la oposición”, así como “tensar las contradicciones del conjunto de esta en una dirección reaccionaria”, en referencia al PP y Ciudadanos quienes, recuerda, “siguen gobernando con la extrema derecha allí donde pueden hacerlo y siguen compartiendo argumentario con Vox”.
“Que una fuerza política sea capaz de afirmar en la sede de la soberanía democrática y popular que el Gobierno de coalición es peor que los gobiernos de la dictadura franquista es un síntoma del momento de emergencia democrática que vivimos”, dice Garzón. Por eso, apunta, “urge reforzar un proyecto de país más justo, más democrático y más igualitario, esto es, republicano” y que “sea capaz de aislar el proyecto reaccionario de la extrema derecha, en buena medida asumido por PP y Ciudadanos, y superar la alianza oligárquica de la que forma parte la Casa Real como están evidenciando los últimos casos de corrupción”.
En este sentido, Garzón cree que “la huida de la justicia de Juan Carlos I al Estado dictatorial de los Emiratos Árabes Unidos es la imagen paradigmática de la decadencia de la monarquía española”, cuya “principal función”, apunta, “siempre fue ejercer como enlace entre grandes empresarios de distintos países y, en nuestro país, entre corruptores y corruptos”.
Además, añade, “seguimos conociendo nuevos detalles de cómo el PP utilizó los aparatos del Estado para atacar a rivales políticos, incurriendo en delitos tan inadmisibles como el espionaje”. Garzón concluye que “ la corrupción no es solo el resultado de comportamientos personales a todas luces reprobable, sino del propio funcionamiento inherente a algunas estructuras de poder”.