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Garzón apuesta en un informe interno por diferenciarse de Podemos: “Algo está fallando y tenemos que corregirlo”

El coordinador federal de IU, Alberto Garzón, ha cumplido un año al frente de la coalición. El próximo sábado presentará ante la Asamblea Político y Social de la organización, su máximo órgano entre asambleas, un extenso informe en el que rinde cuentas ante sus dos centenares largos de miembros. Será el 24 de junio, prácticamente un año después de las elecciones a las que concurrió en coalición con Podemos. Una alianza que quiere mantener para el próximo ciclo electoral, según el documento al que ha tenido acceso eldiario.es. Eso sí, Garzón apuesta por reforzar “el perfil propio” de IU y “visualizar las diferencias” con el partido de Pablo Iglesias ante el “desgaste” de Unidos Podemos y “la reconfiguración de la izquierda” que depara el triunfo de Pedro Sánchez en las primarias del PSOE.

El grueso del informe en el que Garzón y la ejecutiva de IU han estado trabajando en las últimas semanas se divide en dos capítulos. Uno, en el que el coordinador repasa el momento político y cómo la crisis y la irrupción de Podemos (“que contribuyó de forma significativa a la repolitización de la sociedad”) desbarataron el panorama político a partir de 2014. Y otro en el que repasa la implantación de la estrategia aprobada por la XI Asamblea de la organización, celebrada en 2016. Este segundo documento es el que más carga política tiene.

Garzón lamenta que la apuesta por un bloque político y social realizada por IU está, de momento, estancada. “Nunca hemos entendido la Unidad Popular como un proceso meramente electoral o institucional”, señala el informe. Y añade: “De momento el peso más importante reside en la forma de alianza electoral con otros actores, especialmente Podemos”.

El pasado mes de noviembre, en una entrevista con eldiario.es Garzón ya avisaba de que Unidos Podemos no avanzaba hacia lo que él deseaba.

Garzón reconoce que IU “esperaba mejores resultados electorales” el 26J y achaca la pérdida del millón de votos con respecto del 20D a Podemos: “El equipo de análisis electoral de IU ha estimado que entre el 60% y el 80% de la pérdida de voto de Unidos Podemos se produjo como consecuencia de la pérdida de apoyo previo” del partido de Iglesias.

El líder de IU cree que “la alianza electoral ha servido para consolidar un fuerte espacio de izquierdas” y para “neutralizar las estrategias y operaciones del régimen”, aunque no para “organizar políticamente a las clases populares víctimas de la crisis”. Un objetivo que Garzón comparte con Iglesias, al menos teóricamente, pero que de momento ninguno de los dos ha logrado llevar a la práctica.

La “falta de visibilidad” en el grupo parlamentario

La falta de movilización popular hace que la actividad política se centre básicamente en lo que ocurre en el Parlamento, explica Garzón en su informe. Y ahí, IU pierde. “El principal problema que hemos diagnosticado en el marco de la actividad parlamentaria –que ocupa la mayor parte de la atención mediática– es la falta de suficiente visibilidad de nuestra fuerza política”, expone el documento. La consecuencia: “Se difuminan las objetivas diferencias existentes entre ambas organizaciones y se impide a militantes y votantes de IU conocer el grado exacto de implicación de los diputados y las diputadas de IU”.

IU reconoce que la reestructuración del grupo confederal realizada tras Vistalegre 2, con la salida de la dirección de Íñigo Errejón y Carolina Bescansa (a quienes no cita el documento), “ha mejorado la situación”. Pero no lo suficiente. “Persisten problemas derivados de una difícil coordinación entre sujetos heterogéneos y la existencia de un actor mucho más grande que el resto”, dice en referencia a Podemos.

En su opinión, Unidos Podemos es “una coalición que aún mantiene un importante grado de competencia interna”. Garzón recuerda las elecciones de diciembre de 2015, cuando “nada más y nada menos que el 61% del voto a IU en 2011 se fue a Podemos-ECP-EnMarea”. Un análisis pormenorizado de las fugas de voto permite al líder de IU constatar que las “bases sociales” de ambos partidos “son, al menos en gran parte, idénticas”.

“Nuestras diferencias con Podemos deben visualizarse”, zanja. El motivo: “Hay un espectro político que simpatiza con nuestras propuestas y que quiere verse referenciado también en el Parlamento”.

El “desgaste” de Unidos Podemos

Garzón cree que “el motín oligárquico” que desbancó a Pedro Sánchez del PSOE y el posterior regreso de este a la Secretaría General ha abierto un periodo de “recomposición de la izquierda”. Sobre Sánchez, Garzón dice que “la oligarquía económica y financiera mantiene su miedo a que quiera gobernar con las organizaciones de su izquierda” y que lo más probable es que opten por “volver a intentar un proceso reformista con Ciudadanos ayudándose del perfil renovado y outsider del nuevo Pedro Sánchez”.

“La izquierda organizada de tradición marxista tiene un abanico de opciones que van más allá de Podemos”, apunta. Algo que ayudará a “revertir el proceso de desgaste que detectamos en el espacio de Unidos Podemos”, añade.

“La cuestión es que algo está fallando y tenemos que corregirlo”, expone Garzón, tras constatar que “el PSOE ha estado sin un líder reconocible” y que ha “votado para que Rajoy fuera presidente”, pese a lo que “Unidos Podemos ha sido incapaz de ganar terreno entre el electorado de izquierdas y contrario al gobierno del PP”.

Sin mencionar a Pablo Iglesias, el coordinador de IU señala que “la valoración de algunos dirigentes es también un indicador que puede explicar parte de este desgaste”, aunque reconoce que este no es un dato definitivo y concede que Podemos ha sido “el blanco de todas las críticas, algunas de las cuales han tocado fibras sensibles del electorado de izquierdas de nuestro país, lo que le ha llevado a no estar suficientemente valorado ni siquiera entre los votantes de Unidos Podemos”.

“El espacio de Unidos Podemos no está operando como un espacio político que vaya más allá del Parlamento”, lamenta Garzón. “Sólo en ocasiones nos estamos encontrando con nuestros aliados de Podemos en acciones concretas, pero siempre desde perspectivas diferentes”, apunta.

Salvo algunas acciones concretas el pasado invierno, como las manifestaciones ante las sedes de Gas Natural Fenosa en protesta por la muerte de una anciana en Reus a la que habían cortado la luz, las acciones en las que ambos líderes han coincidido son muy limitadas.

Diferencias estratégicas con Podemos

Garzón critica que Podemos haya “optado por la constitución de un partido político clásico” en Vistalegre 2, “lo que les aleja de una propuesta más cercana a la construcción de un movimiento político y social y, por tanto, de nuestra propia estrategia”, algo que “limita el potencial existente en nuestro país”.

“No se trata sólo de seguir sumando personas al cambio [en cursiva en el original] sino de ser capaces de organizar políticamente a las clases populares en torno a un proyecto de ruptura democrática”, añade el documento. Y añade: “Nuestro enfoque es de clase y no electoral, de modo que lo que nos interesa es ser capaces de poner en marcha iniciativas que nos permitan a las clases populares autoorganizarnos desde abajo”.

Por eso, concluye Alberto Garzón, existe la “necesidad de fortalecer el perfil propio de nuestra organización, lo que es especialmente importante en el ámbito comunicativo.