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El Gobierno saca adelante la antesala de los presupuestos de 2018 gracias a Ciudadanos y nacionalistas vascos y canarios

El Gobierno logra sacar adelante el paquete presupuestario que es la antesala de los Presupuestos Generales del Estado para 2018. Lo ha hecho poco de un mes después de aprobar los correspondientes a 2017 y con el apoyo de los mismos partidos que apoyaron esas cuentas: Ciudadanos, PNV, Coalición Canaria y Nueva Canarias, que se ha abstenido. 

El Congreso ha aprobado por la mínima (175 votos a favor; 173 en contra y una abstención) el conocido como techo de gasto, que engloba los objetivos de estabilidad presupuestaria y de deuda pública y el límite de gasto no financiero, tras haber tenido que recular en menos de una semana con la convocatoria de un Consejo de Política Fiscal y Financiera extraordinario en el que Cristóbal Montoro cambió el objetivo de déficit de las comunidades autónomas de un 0,3% inicial al 0,4%.

La presencia de todos los diputados que han apoyado el paquete presupuestario era fundamental. La diputada del PP Alicia Sánchez Camacho ha acudido a última hora a votar con muletas. Ha recibido un aplauso de sus compañeros de bancada al subir al escaño. Finalmente ha faltado un diputado de los grupos que votaban en contra, aunque la presencia de todos los que lo apoyaban no la hacía necesaria para tumbar la propuesta. 

El ministro de Hacienda ha defendido la política económica y fiscal del Gobierno: “Estamos ante la mejor oportunidad de crecimiento económico de la historia”. Para Montoro, la crisis habrá terminado en 2020 tras haber tenido, según sus cálculos, ocho años de superávit y haber reducido la deuda pública en más de 70.000 millones de euros.

El titular de Hacienda ha usado buena parte de su intervención para reprochar al PSOE su cambio de posición, ya que en diciembre votó a favor del paquete presupuestario, que se aprobó con 251 votos a favor. “La propuesta es la misma que en diciembre y obtuvo 251 votos a favor”, ha dicho Montoro, para quien “no es muy razonable” el cambio de postura: “Algo ha pasado en la política española que hace que ese acuerdo no sea posible”.

Montoro solo lo ha insinuado, pero el portavoz del PP, Jaime Eduardo de Olano: “¿Qué ha cambiado desde diciembre? La dirección de su partido”, ha señalado en referencia a la victoria de Pedro Sánchez. Fue la gestora pilotada por Javier Fernández la que decidió apoyar el techo de gasto en diciembre a cambio de una subida en el salario mínimo interprofesional y una subida del impuesto de sociedades

El PSOE, a Montoro: “El problema es usted”

El PSOE ha argumentado parte de su voto en contra del techo de gasto para 2018 precisamente en ese cambio –ahora el paquete presupuestario va acompañado de una rebaja fiscal de 2.000 millones de euros pactada con Ciudadanos–. “Vamos a votar en contra porque se deshace todo lo que se planteó el año pasado, que el ajuste venía por el lado de los ingresos –ha argumentado el socialista Pedro Saura–. La vía escogida para hacer el ajuste es la del gasto social y productivo. Dibuja un modelo de sociedad insostenible e injusto con el que no estamos de acuerdo”. “Hablan de la zanahoria y no de los palos, de los recortes en el estado de bienestar”, ha reprochado.

El portavoz socialista ha cargado con dureza contra Montoro, a quien el Congreso ha reprobado sin que tenga ningún efecto tras la sentencia del Tribunal Constitucional que anuló la amnistía fiscal: “¿Usted sabe cuál es uno de los problemas de este techo de gasto? El problema es el Tribunal Constitucional, el problema es usted. No debería seguir siendo ministro de Hacienda del Gobierno. No debería traer ningún techo de gasto ni senda de gasto más”, ha zanjado Saura.

También Unidos Podemos ha argumentado el rechazo apelando a que el Gobierno y Ciudadanos lo justifican con la “inmensa mentira liberal” que supone la reducción de impuestos. “Se ha acompañado este techo de gasto con un discurso según el cual se mejora la capacidad económica de las clases populares –ha defendido Alberto Garzón–. Imaginemos que se quitan todos los impuestos a las clases populares, tendrían más dinero en el bolsillo, pero como no hay impuestos tampoco se podrían garantizar los servicios. Por eso, esas clases populares con más dinero en el bolsillo no podrían acceder a esos servicios que serían privados y más caros”.

Ciudadanos ha sacado pecho de su apoyo al techo de gasto porque, según ha explicado el portavoz, Toni Roldán, “se va a cumplir el objetivo” de dar “estabilidad” y que haya “cambios”, ha dicho en referencia a una “rebaja fiscal necesaria para los mileuristas”. “Si el PP todavía tuviera mayoría absoluta hoy no estaríamos hablando de una bajada de impuestos en España. Montoro dijo que no tenía el más mínimo interes en hacerla gracias a ciudadanso podemos hablar hoy de uyna primera bajada. 

“Por desgracia algunos consideran que esa rebaja es regresiva, ese es el concepto del nuevo progresismo de nuestro país”, ha expresado en referencia a las críticas de Unidos Podemos –a quien ha acusado de no haber conseguido “absolutamente nada” desde que tiene presencia en el Congreso– y PSOE: “¿Qué le dirán a las comunidades en las que gobiernan? Yo soy del puño en alto realmente progresista”, ha afeado Roldán en referencia a la flexibilización que el Gobierno ha concedido a las autonomías y que fue rechazada con el voto de todos los ejecutivos socialistas a excepción de Extremadura, que se abstuvo. 

PdeCat, ERC, Compromís y Bildu han atribuido buena parte de su rechazo a la propuesta del Gobierno al desigual reparto de los objetivos de déficit entre las comunidades, las corporaciones locales y la Administración central. Ese mismo argumento lo comparte el PSOE. 

El diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, ha justificado su abstención en que le parece una “noticia razonablemente positiva” que las comunidades “vean por una vez mejoradas sus capacidades de financiación”, pero ha censurado la “degradación de los servicios públicos, la precarización y la devaluación interna” que, según ha explicado, le impiden votar en a favor del techo de gasto.