El Consejo de Ministros aprobará este martes un Real Decreto por el que se reforma la estructura y el funcionamiento de la Casa Real. Según fuentes de Moncloa, el Real Decreto “reforzará la transparencia, la rendición de cuentas, la eficiencia y la ejemplaridad en la Casa Real, en línea con los principios que han presidido desde su inicio el reinado de SM Felipe VI”.
El Gobierno dará luz verde al nuevo texto menos de 24 horas después de que Felipe VI haya hecho público este lunes, por primera vez en la historia, su patrimonio personal que, según ha informado la Casa Real a través de un comunicado, llega a los 2.573.392, 80 euros.
2.267.942,80 euros los acumula en depósitos en cuenta corriente o de ahorro y valores representativos de la participación en fondos propios de cualquier entidad. Y 305.450,00 euros corresponden a objetos de arte, antigüedades y joyas de carácter personal que, según la Jefatura del Estado, han sido objeto de la correspondiente tasación.
El texto señala que “como Jefe del Estado”, el rey “ha considerado conveniente y oportuno declarar su patrimonio a fecha actual” por su “espíritu de servicio y compromiso cívico”. La Casa Real remarca también que Felipe VI “presenta anualmente la correspondiente declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, así como la declaración del Impuesto sobre el Patrimonio” y que para la “preparación, elaboración y presentación de dichas declaraciones” es “asistido por los Servicios competentes de la Delegación Especial de Madrid de la Agencia Estatal de Administración Tributaria”.
Más de cuatro millones ingresados desde 2014
El comunicado apunta a que el patrimonio del rey “está principalmente constituido por las retribuciones que ha percibido de los presupuestos de la Casa de S.M. el Rey a lo largo de estos últimos 25 años; primero como Príncipe de Asturias a partir del año 1998 y posteriormente como rey a partir de 2014”. Dichas retribuciones ascienden a la cantidad bruta de 4.275.796,94 euros.
“De dichas cantidades”, añade el documento, “han de deducirse las retenciones fiscales practicadas, así como el importe de los impuestos satisfechos a lo largo de esos 25 años”.