El Gobierno duda de que los zombies puedan llegar a provocar una situación de apocalipsis, “por muchos que sean”. Por ello, explican que no disponen de protocolos específicos para hacer frente a esa eventualidad, al entender que “poco se puede hacer llegado ese momento”.
Así ha respondido de forma irónica el Ejecutivo al senador de Compromís Carles Mulet, quien -también irónicamente- había preguntado por los planes previstos ante un posible apocalipsis zombie, como protesta por lo que consideraba “poca calidad” de las respuestas escritas del Gobierno a la oposición en el Senado.
El Ejecutivo evita pronunciarse sobre el fondo de la pregunta y elude por completo la crítica realizada por Mulet. En su lugar, los asesores del Gobierno encargados de redactarla recurren al diccionario de la Real Academia para buscar la definición de las palabras “apocalipsis” y “zombi”.
En ambos casos encuentran dos definiciones: para el apocalipsis entendido como el “fin del mundo”, el Ejecutivo considera que no merece la pena hacer planes porque “poco se puede hacer llegado ese momento”, mientras que frente a la definición de “situación catastrófica” recuerda que existen planes de emergencias tanto de Protección Civil como de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
La cosa se complica al buscar “zombie” en el diccionario de la RAE. El Gobierno no tiene planes específicos para dar respuesta a una situación de alarma causada por “personas que se suponen muertas y reanimadas por arte de brujería con el fin de dominar su voluntad”. No cree que esto sea posible y en su respuesta destaca “la dudosa probabilidad de que se produzca semejante circunstancia bajo tales premisas”.
Más credibilidad da el Ejecutivo a la segunda acepción de zombie, la de “atontado, que se comporta como un autómata” pero, en ese caso, aunque recuerda los planes de emergencias generales de las administraciones públicas, duda de que un grupo de “atontados” pudiera llegar a protagonizar una situación de apocalipsis, “por muchos que sean”.
Tras tener conocimiento de la respuesta, Carles Mulet ha reiterado la crítica presente en su pregunta porque las contestaciones “llegan tarde y mal” a cuestiones concretas y, sin embargo, “se cumplen escrupulosamente ante preguntas absurdas” formuladas como protesta: “Ojalá tuvieran tanto esmero y diligencia como en esta ocasión a la hora de responder a las preguntas de los senadores”.
“El Gobierno no tiene ningún protocolo de actuación ante el apocalipsis zombie, y de la respuesta se puede interpretar que el propio Gobierno es en sí un apocalipsis zombie... una catástrofe humana provocada por atontados o personas autómatas”, ha criticado Mulet en un comunicado emitido este martes.