En pleno debate sobre impuestos y, en concreto, sobre la eliminación del gravamen de Patrimonio a los que más tienen tras la decisión de Andalucía, el Gobierno apunta a un nuevo impuesto estatal a las grandes fortunas. Unidas Podemos lleva tiempo proponiendo un impuesto a los ricos que hasta ahora el PSOE había rechazado bajo la premisa de que estaba elaborando una propuesta de reforma fiscal amplia. Sin embargo, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha señalado que se acerca el momento. “El Gobierno de España trabaja en estos momentos de dificultad en pedir un esfuerzo a aquellos que consideramos que están en mejores condiciones de hacerlo (...). Seguimos explorando esa capacidad de mayor aportación a la gran riqueza de nuestro país o a las grandes fortunas”, ha expresado en declaraciones a los periodistas en el Congreso.
Lo que ha tratado de evitar Montero es que el socio minoritario se apunte un tanto: “Estamos de acuerdo todos los miembros del Gobierno en que tenemos que pedir un mayor esfuerzo a las grandes fortunas, a las eléctricas, a la banca”. La titular de Hacienda ha asegurado que el Ejecutivo tiene que “seguir explorando” cómo pedir un “esfuerzo” a los que “más tienen” en estos momentos de dificultad por los efectos de la guerra en Ucrania. Fuentes de Unidas Podemos sostienen que se está negociando un impuesto a las grandes fortunas, que era una de sus exigencias de cara a los Presupuestos Generales del Estado de 2023.
“Lo hemos hecho con las energéticas, lo hemos hecho con la banca y tenemos que seguir explorándolo también con las grandes fortunas”, ha agregado Montero, que ha asegurado que se trabaja en esa dirección “con independencia” del trabajo en materia fiscal que es competencia de las comunidades y que enmarca dentro de la negociación del sistema de financiación autonómica. Será en ese marco en el que se abordará la denominada armonización fiscal por la que siempre han apostado los socialistas para imponer unas tasas mínimas a las regiones y evitar así la “competencia desleal” o dumping fiscal que se da en comunidades como Madrid.
En ese sentido, Montero ha dicho que hay que “evitar la competencia a la baja” con la que determinadas comunidades dejan “sin contenido determinadas figuras fiscales”. Ahí ha aprovechado para cuestionar que esos gobiernos sean los que luego “piden dinero” al Estado central. “Se sacrifican 120 millones de euros a la sanidad, a la educación, la dependencia para favorecer a 17.000 personas”, ha reprochado.
“En los momentos en que vivimos quién puede estar en contra de que los mayores patrimonios, las mayores rentas, los que tienen beneficios extraordinarios aporten más en beneficio de la clase media de nuestro país, que es la que hace un mayor esfuerzo fiscal”, ha señalado Montero, que ha apuntado la idoneidad temporal: “Es un momento bueno y adecuado para pedir un mayor esfuerzo a los que más tienen. Aquí no se va contra nadie, aquí se está a favor dela clase media y trabajadora de nuestro país”.
El PSOE rechazó en junio la propuesta de Unidas Podemos de crear un impuesto a los ricos que apoyaron los aliados de izquierdas, pero el 'no' de los socialistas tumbó su toma en consideración en el Congreso. El argumento de los socialistas fue que el Ministerio de Hacienda estaba “trabajando intensamente de manera muy minuciosa y pormenorizada con grupos de expertos y con las comunidades autónomas para establecer un nuevo marco [fiscal]”. En aquel momento la inflación ya estaba desbocada y se habían puesto en marcha medidas como la bonificación de los carburantes o la bajada del IVA de la electricidad. El ala socialista del Gobierno dice ahora que ha llegado el momento.
Este mismo miércoles, el portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, ha valorado positivamente que la titular de Hacienda se abra a la posibilidad de subir los impuestos a las grandes fortunas, y mantiene la “esperanza” de que el PSOE cambie de opinión y acepte la propuesta de la formación morada para establecer un tope temporal a la subida de las hipotecas de tipo variable.