El Gobierno confirma que la ministra de Exteriores será la encargada de reunirse con Guaidó en España

La ministra portavoz el Gobierno, María Jesús Montero, ha confirmado oficialmente este martes que la titular de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González, será la encargada de reunirse en España con el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, a quien el Gobierno reconoce como presidente interino.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Montero no ha precisado la fecha en la que Guaidó viajará a España, pero otras fuentes consultadas por Europa Press apuntan a que será el sábado y el domingo.

Montero ha afirmado que las relaciones con Venezuela “son las normalizadas” y ha insistido en que Guaidó es “presidente interino”, así como en la posición española de que se celebren elecciones en Venezuela “para que el pueblo venezolano tome la palabra y se salga de la situación de provisionalidad y la democracia se abra camino”.

VENEZUELA NO SE HA DISCUTIDO EN EL CONSEJO DE MINISTROS

El Gobierno de Sánchez decidió reconocer a Guaidó como presidente interino en febrero de 2019 y la decisión fue criticada por Unidas Podemos, que hoy se sienta en el Consejo de Ministros. Sin embargo, Montero ha señalado que no ha habido “ninguna discusión” sobre el asunto en el Consejo de Ministros.

La propia ministra avanzó el lunes desde Bruselas su disposición a reunirse con Guaidó. González estará fuera de España desde el miércoles hasta el sábado, porque acompañará al Rey al Quinto Foro Mundial del Holocausto, que se celebrará en Jerusalén, y posteriormente viajará a Marruecos y a Argelia, de manera que a su regreso, el mismo sábado, podría tener lugar la reunión.

El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela también tiene previsto verse con la diáspora venezolana en España, tal y como ha hecho cada vez que ha salido de la nación caribeña. En España hay destacados opositores venezolanos, como el ex alcalde metropolitano de Caracas Antonio Ledezma.

GUAIDÓ SALIÓ EL DOMINGO DE VENEZUELA

Guaidó salió el domingo de Venezuela hacia Colombia para iniciar una nueva gira internacional. El lunes, participó en la III Conferencia Hemisférica de Lucha contra el Terrorismo, en el marco de la cual se reunió con el presidente colombiano, Iván Duque, y con el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, entre otros dirigentes.

Desde Bogotá partió a Londres, donde se encuentra este martes, en su primer viaje al viejo continente. El miércoles estará en Bruselas, donde tiene previsto reunirse con el alto representante de la UE para Política Exterior, el ex ministro español Josep Borrell.

Ya el jueves viajará a Davos para participar en el Foro Económico Mundial. Sánchez también viaja a la ciudad suiza esta semana, pero el jueves ya no estará allí, de manera que no coincidirán.

Precisamente fue desde Davos, hace un año, cuando Sánchez habló por teléfono por primera vez con Guaidó, un día después de que éste se proclamase “presidente encargado” de Venezuela. El reconocimiento oficial llegó 10 días más tarde, después de un ultimátum a Nicolás Maduro para que convocase elecciones.

El argumento de España, y de todos los países europeos que han reconocido a Guaidó, es que las elecciones presidenciales celebradas en 2018 no fueron democráticas y, por tanto, el mandato de Maduro que comenzó el 10 de enero de 2019 no tiene legitimidad.

DELICADO EQUILIBRIO

Desde entonces, el Gobierno de España ha tratado de mantener un delicado equilibrio entre el reconocimiento oficial de Guaidó como “presidente encargado” y la relación con el Gobierno de Maduro, que Borrell llegó a calificar “de facto” y que mantiene los resortes del poder.

Así, al 'embajador' designado por Guaidó, Antonio Ecarri, se le dio estatus de representante personal, pero no se retiró la credencial al nombrado por Maduro, Mario Isea. España evitó así que el régimen pudiera tomar medidas de reciprocidad contra el embajador español en Caracas, Jesús Silva, y más teniendo en cuenta que en Venezuela viven alrededor de 170.000 españoles. La situación se complicó aún más cuando a finales de abril el destacado opositor Leopoldo López se refugió en la residencia del embajador español.