El Gobierno va a intentar cortar los antes posible con la polémica del relevo del exministro de Defensa Federico Trillo como embajador en Londres. El Ejecutivo ha anunciado que procederá en breve a la renovación de la legación diplomática del Reino Unido al igual que la de otras 70 embajadas.
El Ejecutivo trata de desviar la salida de Trillo del informe del Consejo de Estado sobre el accidente del Yak-42 en 2003 -conocido el pasado martes-, que responsabiliza al Ministerio de Defensa bajo su mandato del siniestro en el que murieron 62 militares españoles. La Asociación Familias Víctimas Vuelo Ilegal Yak-42 ha manifestado que se trata de un cese “enmascarado” y que no aceptará que el exministro de Defensa sea designado de nuevo en otro cargo público o de representación.
El ministerio de Exteriores justifica que no se hubiera hecho antes por la “interinidad” que produjo la falta de acuerdo para la formación de un Gobierno. El Ejecutivo en funciones paralizó el proceso de rotación de embajadas y dejó vacantes algunos puestos, además de que se prorrogó la continuidad de embajadores en edad de jubilación. La edad del exministro de Defensa también ayuda al Gobierno a argumentar su cese ya que cumple 65 años el próximo mes de mayo.
Esta iniciativa del Gobierno coincide con el anuncio de una reunión entre las familias de las víctimas del Yak-42 con la actual titular de la cartera de Defensa, María Dolores de Cospedal, con el objetivo de que este asunto “se resuelva de la mejor manera posible”. Además, Cospedal solicitó su comparecencia en el Congreso una vez que PSOE, Unidos Podemos, Ciudadanos y ERC registraran peticiones en la Cámara Baja exigiendo información sobre el dictamen del Consejo de Estado.