Después de que el ministro de Justicia, Rafael Catalá, dijese en una entrevista en la COPE que el magistrado de la Audiencia Provincial de Navarra Ricardo González, autor del voto particular que pidió absolver a 'la manada' tiene “un problema singular”, el Gobierno y el Partido Popular levantaron un muro de silencio. Ningún otro miembro del Ejecutivo de Mariano Rajoy salió a respaldar a Catalá, en esa acusación abstracta al magistrado. Tampoco lo hicieron los dirigentes del PP.
La reacción a esas insinuaciones que provocaron la indignación de todas las asociaciones de jueces y fiscales, progresistas y conservadoras, fue que no hubo reacción. Tanto en Moncloa como en la sede nacional del PP en Génova 13, silencio mientras jueces y fiscales pedían de nuevo la dimisión de un miembro del Gobierno que ya fue reprobado por el Congreso. Y los dirigentes que tenían actos públicos optaron por despejar las preguntas sin alinearse con Catalá.
El viceportavoz del PP Fernando Martínez Maíllo directamente se quitó de en medio: “No sé a qué se refería el ministro cuando hablaba de problema singular. El ministro tiene mucha más información que yo”.
Y el responsable de Interior Juan Ignacio Zoido también decidió pasar de puntillas sobre el asunto. Se limitó a recordar que la Fiscalía ha recurrido la sentencia y a pedir que se espere al “resultado final”.
Catalá ha encontrado un apoyo inesperado a sus críticas al CGPJ en el PSOE. Margarita Robles, portavoz de los socialistas en el Congreso y ex vocal del CGPJ, ha asegurado que este órgano tenía que haber hecho “un seguimiento” al juez debido a sus sanciones por retrasos. González tuvo hasta cuatro sanciones en los años 90 y principios de los 2000 por tardar en exceso en dictar sentencias. Robles en cambio no ha hecho mención al “problema singular” que ha mencionado Catalá.
Podemos y Ciudadanos, por su parte, han afeado a Catalá su interferencia en la actuación de los jueces. “Lo que hace -Catalá- es inmiscuirse una vez más en el Poder Judicial y cometer una falta más que le tiene que llevar a dimitir inmediatamente”, ha dicho la portavoz parlamentaria de Podemos, Ione Belarra. Desde Ciudadanos, José Manuel Villegas ha asegurado que el ministro ha hecho un “flaco favor” a la separación de poderes: “Lo que no se puede hacer es señalar a los jueces personalmente y decirle lo que tiene que hacer o lo que no tiene que hacer al CGPJ”.