Vuelta al punto de partida o a la batalla del relato. La dimisión de Carlos Lesmes al frente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) obligó a Pedro Sánchez a mover ficha y a Alberto Núñez Feijóo, a coger el guante. Los dos se reunieron este lunes, 186 días después de su primer y único encuentro, para abordar la renovación del órgano de gobierno de los jueces, en una situación inédita con su mandato caducado desde hace casi cuatro años y ahora, además, sin presidente. La conclusión de la cita fue una felicitación mutua por recuperar las negociaciones para sacar del bloqueo al tercer poder del Estado. Y aunque, por lo escuchado en las ruedas de prensa posteriores, no hubo más acercamiento que ese porque ambos mantienen sus posiciones previas, Gobierno y PP confían en desbloquearlo “lo antes posible”.
Las expectativas sobre un acuerdo que permita desbloquear el Poder Judicial las elevó Feijóo nada más salir de Moncloa, después de una reunión de más de tres horas en las que, además del presidente del Gobierno y del líder de la oposición, estuvieron sus principales negociadores, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y el vicesecretario de Política Institucional del PP, Esteban González Pons.
El dirigente gallego sugirió que el Gobierno había aceptado negociar una modificación de la ley para modificar el sistema de elección de los vocales del CGPJ, que es la gran excusa del PP para negarse a renovar el órgano que lleva bloqueando cuatro años. Génova se aferra a las recomendaciones de Bruselas para que el PSOE se avenga a cambiar el modelo para que una parte mayoritaria de sus miembros sean elegidos de forma directa por la propia carrera judicial, y no por las Cortes Generales como establece el sistema vigente desde hace tres décadas.
Fue el propio Esteban González Pons el que rebajó el mensaje de su jefe de filas unos minutos después. En una rueda de prensa en la sede nacional del PP en la madrileña calle de Génova, el vicesecretario rebajó el “hemos avanzado para abordar la renovación conjunta de CGPJ y TC con un nuevo marco que profundice en criterios de independencia” de Feijóo para asegurar que ese “nuevo marco” se limita a recuperar el “diálogo” y “el espíritu constructivo”.
González Pons insistió durante toda su comparecencia en que el PP no se va a mover un ápice de sus peticiones de partida, que pasan por una profunda reforma que va mucho más allá de la fórmula de elección de los vocales, y que aborda desde la composición del Constitucional a los requisitos para ser fiscal general del Estado, entre otras cuestiones. Una posición de máximos que los populares nunca plantearon cuando gobernaban y que el Ejecutivo de Pedro Sánchez no asume.
En Moncloa no quisieron dar un portazo públicamente a la posibilidad de ceder en la negativa que han mantenido durante todo este tiempo a modificar el sistema que consideran que beneficiaría al sector conservador, sobrerrepresentado en la magistratura. “Permítanme que seamos discretos, que trabajemos con intensidad, que lo hagamos con discreción”, respondió el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, confiado en que rebajar el tono puede allanar el camino a un acuerdo que, en esta ocasión, ven más cerca porque consideran que la dimisión de Lesmes traslada presión al PP. “Conocen las distintas posiciones”, fue lo máximo que dijo al respecto Bolaños y que recalcan en Moncloa como rechazo a esa condición del PP.
En el PP se dan por muy satisfechos con lo ocurrido este lunes ya que, dicen, supone un “avance” en sus intereses al haber logrado, según su versión, unir la renovación del CGPJ con los nombramientos pendientes del Tribunal Constitucional (cinco en total: dos del Gobierno, dos del Poder Judicial y otro del Senado, que le corresponde al PP por la enfermedad de uno de los magistrados que nombró en su momento y que ha acabado renunciando). Así, en Génova consideran que retrasarán así el cambio en las mayorías del tribunal de garantías. El temor a una mayoría progresista durante nueve años se diluye, al menos de momento.
Un plazo de negociación breve
En el Gobierno evitan entrar en esa concreción, aunque el objetivo en todo momento ha sido conseguir un cambio de tornas en el Constitucional, que respete las mayorías salidas de las urnas y que se concretaría con el nombramiento de dos magistrados progresistas que le corresponden al Gobierno, por lo que no parece que vaya a vincular del todo la negociación. Su baza es, eso sí, forzar a los populares a moverse si quieren sustituir al magistrado que cesó por enfermedad: el Poder Judicial a cambio de los votos del PSOE para la designación de ese juez en el Senado.
A pesar de que oficialmente no hay ningún cambio en las posiciones de partida, en Moncloa confían en que el acuerdo pueda estar resuelto en días y las fuentes consultadas por elDiario.es sostienen que el plazo que le dará al PP en esta negociación será breve, cuestión de una o dos semanas, aunque Bolaños evitó hablar de fechas en la rueda de prensa. “Vamos a sentarnos de manera inmediata”, dijo el ministro, que habló en todo momento de una salida “rápida” en línea con lo que ocurrió con la dirección de Pablo Casado, cuando el acuerdo para renovar instituciones como el Defensor del Pueblo o el Tribunal Constitucional se alcanzó en “una tarde”.
Lo que no revelan en el Ejecutivo es cuál será el plan si el PP mantiene sus posiciones maximalistas impidiendo una vez más desbloquear el Poder Judicial. En Moncloa prefieren, no obstante, no ponerse en ese escenario. “Existe una posibilidad real de acuerdo. Parece que ahora sí, que el PP se pliega a esa posibilidad real. Nos hemos comprometido a explorarla. Es la última oportunidad y tiene que ser rápido”, señalan fuentes gubernamentales.
Unidas Podemos: “Si Feijóo va en serio, que lo demuestre”
Tras la reunión con el líder de la oposición, el presidente del Gobierno ha contactado personalmente con la vicepresidenta segunda y líder de Unidas Podemos, Yolanda Díaz, para trasladarle los detalles del encuentro y la hoja de ruta prevista para conseguir el desbloqueo en los próximas días. Y Díaz, que también habló por teléfono con el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, reunió este lunes por la tarde a la dirección de su espacio confederal para compartir esa información.
A esa cita, no muy habitual en los últimos tiempos, acudieron Irene Montero por parte de Podemos, Alberto Garzón por parte de Izquierda Unida, Jaume Asens por parte de los Comunes y el diputado Enrique Santiago, el negociador del grupo parlamentario en materia de Justicia. Lo que sostienen desde Unidas Podemos es que, para ser creíble la intención de desbloqueo por parte del PP, Feijóo debe demostrarlo con hechos. “Si Feijóo va en serio, que lo demuestre y pida en público o en privado al bloque conservador que desbloquee los nombramientos. Si no, no nos creemos nada”, apunta a este periódico Enrique Santiago, que recuerda cómo en los últimos años ha quedado patente una “absoluta coordinación” entre la derecha política y judicial.
Sobre la posibilidad de pactar una reforma legal del sistema de elección del Consejo a cambio de desbloquear la renovación, los de Yolanda Díaz subrayan que, en todo caso, lo primero es “cumplir la ley”, y se muestran abiertos a cualquier debate posterior que implique modificaciones legales conforme a las mayorías parlamentarias. “Lo que es inaceptable es que una minoría parlamentaria intente imponer su posición a base de chantajes, porque eso es propio de golpistas”, apuntan desde la dirección parlamentaria de Unidas Podemos, donde además destacan que la interlocución con su socio de Gobierno es permanente. “Somos un Gobierno de coalición, si el PP quiere hacerse la ilusión de que solo negocia con el PSOE, pues ellos mismos”, concluyen.