El Gobierno considera que el Partido Popular debería abrirse a abstenerse en una futura sesión de investidura que facilitara la reelección de Pedro Sánchez “exactamente por las mismas razones” por las que el PSOE se abstuvo en 2016 para hacer presidente a Mariano Rajoy y que el propio Sánchez no respaldó, viéndose obligado a dejar la Secretaría General de los socialistas.
“Lo que le puede llevar y debería llevarle a la abstención es exactamente lo mismo que nos llevó a la absteción al PSOE con gran esfuerzo interno en 2016”, ha asegurado la portavoz del Ejecutivo, Isabel Celáa, este viernes, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Entonces, ha recordado la también ministra de Educación, los populares “no ofrecieron nada” a los socialistas y apelaron únicamente a la “responsabilidad”. Pese a las disensiones internas, el PSOE, se abstuvo “con gran sufrimiento interno” por “respeto institucional”.
Celáa ha querido restar importancia al hecho de que Sánchez defendiera en 2016 el 'no' a la investidura de Rajoy, lo que le costó el cargo. A su juicio, “las condiciones son diferentes” porque “en 2016 había otra alternativa” y “ahora no la hay salvo que Podemos pacte con PP y Ciudadanos”. “Además, había una ola de corrupción importante que ahora no la hay afortunadamente”, ha señalado. “Estamos hablando del colectivo político, no de la individualidad, y el colectivo se abstuvo con gran sufrimiento interno”, ha insistido.
La portavoz del Gobierno ha anunciado que Sánchez estará “trabajando todo el mes de agosto” con el objetivo de lograr su investidura. “El presidente continúa trabajando de manera incansable por conseguir un acuerdo de Gobierno, para que no haya unas nuevas elecciones. Él sigue trabajando, está en Moncloa y su Gabinete sigue trabajando”, ha remarcado Celáa.
Sánchez, según ha recordado la portavoz del Ejecutivo, ha iniciado para ello “una serie de contactos con la sociedad civil y con los agentes sociales” con el objetivo de “labrar un espacio de un programa común de izquierdas, progresista” y que sirva para que las fuerzas de izquierda se unan, en clara alusión a Unidas Podemos, “habida cuenta de que el ensayo para labrar un Gobierno de coalición no prosperó”.
“El presidente trabaja de manera ardua para encontrar esa actualización de programa que tienen los agentes sociales y buscar ese espacio de encuentro que han encontrado en otros países. Si una fórmula no ha funcionado, busquemos otra. La prioridad del presidente es impedir una nueva convocatoria electoral”, ha remachado.
Celáa ha pedido “que la izquierda y la socialdemocracia se unan para encontrar ese espacio abierto de fuerzas progresistas para hacer un Gobierno”. En su opinión, además, “hay que romper el bloqueo impuesto por esa derecha que dice ser protectora de la institucionalidad pero que no se aviene a abstenerse”. “No queremos un Gobierno que dependa de las fuerzas independentistas y es por ello que pedimos la abstención que en otro tiempo nos pidió en su momento la derecha. Queremos un Gobierno en septiembre”, ha concluido.