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Felipe González y Zapatero se rebelan contra la candidata de Pedro Sánchez en el PSOE de Madrid

Ni adelantando por sorpresa la elección del sucesor de Tomás Gómez Pedro Sánchez se va a garantizar un proceso interno tranquilo. La celebración en pleno verano de las primarias para que los socialistas madrileños nombren a un nuevo secretario general se percibió en las filas del PSOE como una maniobra de Ferraz para asegurarse el poder en la federación madrileña ante lo que pueda pasar tras las generales. Lo que parecía un camino sencillo para la candidata de Sánchez, Sara Hernández, se está complicando según pasan los días: pesos pesados del PSOE, como Felipe González o José Luis Rodríguez Zapatero, han dado su apoyo al candidato alternativo, Juan Segovia.

El enfrentamiento entre Susana Díaz y el secretario general no está cerrado, aunque el hacha de guerra se ha enterrado hasta que pasen los comicios generales. Pero el sector crítico con el secretario general –encabezado por muchos de sus valedores en la competición contra Eduardo Madina– no da tregua en las pequeñas batallas. Es lo que está pasando en el PSOE de Madrid desde que Ferraz decidió convocar el congreso para elegir al nuevo barón regional. La oposición a Sánchez se ha puesto del lado del diputado Juan Segovia, rival de Sara Hernández, la candidata favorita de Ferraz y de la mayoría de 'aparatos' locales.

El último en avalar a Segovia ha sido Felipe González. La relación del expresidente y Sánchez ha pasado por varias fases en menos de un año. González apoyó a Madina el verano pasado, se enfadó con algunos posicionamientos de la nueva dirección –como las alusiones al cierre de las puertas giratorias– y luego se acercó a Sánchez para pedir a los socialistas un cierre de filas en torno al secretario general.

Pero el histórico dirigente socialista, que aún mueve masas en las filas del partido, vuelve a ir por libre. Una vez finalizadas las primarias sin contrincante para Sánchez, se posiciona del otro lado. Segovia fue uno de los dirigentes que impulsó la campaña de Madina en la federación madrileña. El diputado vasco, por tanto, también está con él. Pero el respaldo de González tiene otra clave y es la amistad del expresidente con Borja Cabezón, hombre cercano a Segovia, exportavoz del PSOE en la localidad madrileña de Majadahonda, donde González le ha acompañado en actos en varias ocasiones.

González y Madina no son los únicos apoyos con los que cuenta Segovia. Zapatero también está de su parte. El expresidente escenificó este fin de semana el apoyo al rival de la candidata de Sánchez. El expresidente fue uno de los valedores del actual secretario general, pero el desencuentro entre ambos es absoluto desde hace meses.

Javier Solana, exsecretario general de la OTAN, también ha avalado al diputado autonómico, según ha podido confirmar eldiario.es de fuentes cercanas al precandidato. En la candidatura de Segovia también dan por hecho el respaldo de Susana Díaz, igualmente enfrentada al líder, pese a su cercanía inicial. El objetivo de los dirigentes enfrentados con Sánchez es evitar que se haga con una de las federaciones más potentes ante la posibilidad de que intente revalidar en el cargo tras un posible descalabro electoral del PSOE en noviembre. La batalla se ha trasladado, por tanto, al congreso veraniego de Madrid.

La competición está garantizada. Aunque hasta el viernes no se cierra el proceso de recogida de avales, en ambas candidaturas se da por hecho que lograrán las 1.500 firmas de militantes para llegar a la votación del 26 de julio. En esta ocasión el funcionamiento ha cambiado: al que llegue a más le irá mejor porque deciden los 15.000 afiliados del PSOE de Madrid y no como hasta ahora un selecto grupo de delegados.

Pero en ambas candidaturas han dado un peso especial a sus respectivos apoyos. Hernández se presentó rodeada de alcaldes madrileños, como Manuel Robles (Fuenlabrada) o Javier Rodríguez (Alcalá de Henares). También un buen número de secretarios generales salió en su defensa. Fue una demostración de fuerza.

Segovia no partía como favorito pero, poco a poco, ha ido incrementando sus posibilidades los apoyos de la vieja guardia: Javier Solana, la exministra Cristina Narbona, el exdirigente Juan Barranco, Matilde Fernández, Izquierda Socialista... hasta llegar al colofón final con los expresidentes. La pelea está otra vez garantizada en la federación más convulsa del PSOE.