Siete grandes contradicciones de los cambios de Rajoy en el PP
1. Rajoy reconoce el daño de la corrupción y nombra número tres a un imputado
Es quizás lo más sorprendente de la decisión del presidente del Partido Popular. Rajoy ha reconocido que la corrupción del PP se ha cobrado la factura el 24 de mayo pero ha optado por un imputado como nuevo fichaje para el tercer lugar del escalafón en la formación política.
Fernando Martínez Maíllo será el responsable de organización del PP a partir de ahora. Este dirigente castellano leonés tiene pendiente una cita con la justicia que le ha llamado a declarar como imputado en el marco de la causa que se sigue por el Caso Caja España. Maíllo es además un perfecto desconocido para la opinión pública.
En el PP insisten en que su número tres no está imputado, pero su situación es exactamente igual a la del socialista Manuel Chaves: aún no se le ha imputado un delito concreto pero tendrá que declarar con un abogado, como imputado. El PP pidió hasta la saciedad la dimisión de Chaves pero ascienden a Maíllo a uno de los puestos claves del partido.
2. Rodeado de los suyos
A cinco meses de las elecciones generales Rajoy ha decidido nombrar un jefe de campaña. En el PSOE algunos ven en este gesto la posibilidad de un adelanto electoral. Jorge Moragas ha sido el elegido. El presidente se apoya en su jefe de gabinete para impulsar la preparación de esos comicios y ya ha anunciado que empezará a trabajar en el programa electoral en julio con la convocatoria de una Conferencia Política.
Moraga es el hombre fiel a Rajoy, quien le lleva las maletas en los viajes al exterior, quien le hace de intérprete en inglés o a quien se le encarga convencer a la exnovia de Pujol JR para hacer saltar por los aires las aspiraciones independentistas de CiU.
3. Solo Floriano paga el pato
El presidente del Gobierno y líder del PP estaba decidido a no señalar a ningún culpable por la mala situación de su partido tras las elecciones del 24M. Pese a esa intención, Rajoy ha decidido que Carlos Floriano pague el pato y lo expulsa de su círculo íntimo. También es destituido González Pons, pero él ya estaba claramente fuera desde que se le puso en las listas como eurodiputado.
¿Qué ha hecho Floriano para merecer esto? Básicamente dos cosas: dirigir las últimas campañas electorales y proteger a Cospedal de los medios de comunicación. La secretaria general lleva desde enero sin dar una rueda de prensa pero Rajoy ha decidido que será el extremeño quien pague por dar la cara.
4. Ha subido el voto a la izquierda. No pasa nada
El análisis de Rajoy ante los suyos ha sido sorprendente. El presidente del PP detecta una tendencia electoral que aumenta las expectativas de voto de la izquierda. “Una tendencia que se percibe desde las europeas”, ha señalado. Pese a ello, Rajoy está convencido de que su partido no debe temer nada porque las series históricas de las encuestas demuestran que un resultado ajustado en las municipales no tiene por qué encaminar a una derrota en generales. Llega la izquierda pero no pasa nada, parece ser su mensaje.
5. Rajoy pasa a la acción
Rajoy también ha anunciado que intentará ir a las reuniones que el comité de dirección celebra cada lunes en la sede del PP. Que intentará estar más presente. Intentará. Sin más comentarios sobre este punto.
6. El nuevo ya estaba ahí
Pablo Casado ha sido elegido como la nueva imagen del PP. Pese a haber nacido en 1981, Casado lleva mucho tiempo ahí. Fue jefe de Gabinete de Aznar, quien le señaló como persona de contacto para los negocios con la Libia de Gadafi. Casado fue nombrado portavoz para las municipales y autonómicas y su partido le paseó por platós de televisión como la cara amable del PP. Rajoy persiste en esa idea.
7. Dice que dará más la cara, pero vuelve a hablar desde el plasma
La foto es la misma de costumbre: el presidente vuelve a hablar ante los periodistas desde una televisión situada en la sala de prensa de Génova. A lo largo del día hubo rumores de que Mariano Rajoy esta vez sí anunciaría los cambios en el partido con una rueda de prensa. No ha sido así. Y eso que el presidente insiste en que hay que mejorar la comunicación y dar la cara.