Un numeroso grupo de indios ocupó hoy una de las tres canteras de obra de la polémica represa de Belo Monte, que se construye en la Amazonía brasileña pese a protestas de ecologistas y campesinos, informaron fuentes oficiales.
El consorcio empresarial encargado del proyecto informó a la Agencia Brasil, oficial, que los ocupantes son cerca de un centenar y que se han instalado en las oficinas de la empresa y en uno de los tres canteros de obra.
Según la misma fuente, la ocupación ha sido pacífica y ha obligado a detener la obra en ese único cantero, mientras en los otros los trabajos continuaban sin contratiempos.
Como en ocasiones anteriores en que han ocupado las obras, los indios exigen la paralización inmediata de la construcción y un diálogo con representantes del Gobierno para discutir la situación de los habitantes de la zona que serán desplazados por la represa.
La última manifestación similar a esta fue a inicios de mes, cuando también un grupo de indios ocupó y paralizó las obras durante una semana.
Sin embargo, se vieron obligados a poner fin a la protesta debido a una orden judicial que la consideró ilegal.
El proyecto supone la iniciativa energética de más envergadura del Gobierno de Dilma Rousseff, que lo considera clave para poder garantizar la demanda de electricidad del país en los próximos años.
Según el Gobierno, la represa de Belo Monte será la tercera mayor hidroeléctrica del mundo, por detrás de la de Itaipú, que comparten Brasil y Paraguay, y la china de las Tres Gargantas.
Se prevé que sus operaciones comenzarán en 2015 y que generará 11.233 megavatios en las épocas de crecida del río Xingú.
Sin embargo, para la construcción de este coloso de cemento en plena Amazonía serán inundados 516 kilómetros cuadrados de selvas, lo cual causará un “daño irreparable” al ecosistema, según denuncian numerosos grupos ecologistas, como la organización Greenpeace.
Además, los opositores al proyecto aseguran que serán desplazados unos 50.000 indios y campesinos que habitan en la ribera del Xingú y que en su mayoría viven de la pesca y lo que cultivan en áreas que serán inundadas.