Hacienda impide a Rato pagar a plazos su declaración de la renta
Rodrigo Rato tiene un problema con Hacienda distinto a la investigación que dio origen a su imputación por fraude fiscal, corrupción entre particulares y blanqueo de capitales. El departamento que dirige Cristóbal Montoro le niega al exvicepresidente del Gobierno el pago fraccionado de su declaración de la renta, y Rato, apremiado por la inflexibilidad de Hacienda, ha pedido al juez que libere 73.349,98 euros de sus cuentas embargadas.
Esa es la cantidad que Rato debe liquidar en concepto de IRPF por el ejercicio de 2014 y que pretendió fraccionar en dos pagos, uno de 44.009,99 euros y otro de 29.399,99. Su abogada ha dirigido un nuevo escrito al Juzgado de Instrucción número 31 de Madrid, al que ha tenido acceso eldiario.es, en el que la defensa del exvicepresidente tacha de “absolutamente innecesario e injusto” el perjuicio que le causa que no se desbloqueen los 73.349,98 euros, después de que el juez Antonio Serrano-Arnal no accediera a su primera petición.
Un daño, añade, que se extendería a la Hacienda Pública, porque no cobraría, y al resto de las partes personadas en la causa, que tendrían más difícil recibir de Rato las cantidades que pueden acompañar a una posible condena, “al disminuirse su patrimonio como consecuencia de la imposición de intereses de demora y recargos correspondientes”, afirma la letrada.
Los motivos de la denegación del aplazamiento y el fraccionamiento de los pagos figuran en un escueto documento incorporado a la causa. En él, la Agencia Española de la Administración Tributaria (AEAT) alega que Rato tiene “dificultades económico-financieras de carácter estructural, así como falta de capacidad de generación de recursos necesarios para atender los compromisos que derivarían de la concesión del aplazamiento solicitado”.
Esas conclusiones derivan del estudio de la documentación aportada por Rato y los “datos y antecedentes” que obran en su expediente. De ellos, Hacienda concluye que Rato no ofrece “garantías que permitan asegurar el crédito tributario”, añade la Dependencia Regional de Tributación de la AEAT. Es decir, que Hacienda no permite el aplazamiento y el fraccionamiento del pago porque considera que Rato no tiene posibilidad alguna de satisfacerlo, ahora o en el futuro.
La campaña para la presentación de la declaración del IRPF de 2014 arrancó el pasado 7 de abril. Rato no fue de los primeros en ajustar sus cuentas con Hacienda y el 16 de ese mismo mes fue detenido. Al día siguiente, el juez de guardia decretó el bloqueo de sus cuentas a instancias de la Fiscalía de Madrid, que actuaba guiada por el criterio de Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF), dependiente del Ministerio de Hacienda.
Un mes después, el juez del caso, Antonio Serrano-Arnal, impuso a Rato una fianza de 18 millones de euros para el desbloqueo de las cuentas. El 22 de junio pasado, la secretaria del Juzgado decretó el embargo de los bienes de Rato y el 30 de ese mes finalizó el plazo para que Rato y el resto de españoles presentaran la declaración de la renta correspondiente al ejercicio de 2014.
El exvicepresidente esperó hasta el último día para dirigirse al juzgado y solicitar el desbloqueo de los 73.349,98 euros que debía abonar en concepto de IRPF, ya que el plazo para abonar la cantidad comenzaba al día siguiente. En julio, la Audiencia de Madrid confirmó la cantidad y comenzó a contar el plazo para el abono de la fianza, que se detuvo en cuanto Rato solicitó el aplazamiento.
Pero en un mismo día, el 24 de septiembre, Rato recibió dos malas noticias: Hacienda le denegaba el fraccionamiento del pago y el Juzgado ejecutaba el embargo de sus propiedades. Según publicó Infolibre, los bienes embargados a Rato son 112 inmuebles, 39 cuentas bancarias, acciones en una decena de empresas y su pensión vitalicia del Fondo Monetario Internacional (FMI), que dirigió mayo de 2004 y junio de 2007, y que asciende a 80.000 dólares (71.610 euros) anuales.
Ahora, Rato tiene hasta el 5 de noviembre para abonar el impuesto del IRPF y su defensa pide de nuevo al juzgado que le permita extraer de sus cuentas la cantidad indicada. La Ley General Tributaria señala que el expresidente de Bankia se enfrenta a un castigo de entre el 5 y el 20% supletorio si no atiende al pago antes de la fecha señalada.
“Todo ello perjudica ampliamente al patrimonio de mi representado, que no sólo no puede disponer libremente de sus activos, sino que además ve cómo aumenta su pasivo (esto es, la deuda que mantiene con la Hacienda Pública), sin que pueda hacer nada al respecto”, recoge el escrito de su defensa, fechado el pasado 15 de octubre.
La segunda solicitud de Rato será resuelta por el magistrado Marcelino Sexmero, que sustituye a Serrano-Arnal, de vacaciones hasta el próximo 12 de noviembre.
“Cumplo puntualmente con mis obligaciones fiscales”
La abogada de Rato esgrime que la intención de su representado “ha sido desde el principio la de cumplir puntualmente con sus obligaciones fiscales”. La letrada no precisa a qué periodo de tiempo se refiere. Fue la decisión del denominado “artífice del milagro económico” de acogerse a la amnistía fiscal del Gobierno, y las contradicciones con los bienes declarados por el ejercicio siguiente, lo que alertó al Ministerio de Hacienda sobre los posibles delitos fiscales de Rodrigo Rato.
Una cantidad similar a la que debe Rato en concepto de IRPF por el ejercicio de 2014 percibió el exvicepresidente de Hacienda en concepto de devolución por el Impuesto de Sociedades. El grupo empresarial de Rato, que no constituye una unidad fiscal, presentó pérdidas por valor de 2,7 millones de euros entre 2009 y 2013, según publicó El Economista. Eso supuso que Hacienda le devolviera en cinco ejercicios algo más de 73.000 euros. Las pérdidas se concentran en 2013 y los investigadores sospechan que pudo producirse un sistema de facturas cruzadas falsas entre las sociedades para engordar los números rojos y engañar al fisco.