La segunda subasta de Hacienda de los únicos inmuebles que Izquierda Unida de Madrid (IUCM) tiene en propiedad ha vuelto a ser suspendida por la Agencia Tributaria al no alcanzar las ofertas presentadas una cantidad que los técnicos hayan considerado adecuada: la operación se aplaza, otra vez, hasta el 13 de septiembre. Los cuatro locales fueron embargados por una deuda de 1,2 millones que la formación tiene con el erario público y han alcanzado, sumando las cuatro pujas, los 67.846 euros.
La primera subasta pública de los inmuebles (cuatro locales en las localidades de Getafe, Alcorcón y Velilla de San Antonio) se produjo el 13 de marzo y quedó desierta. Hacienda fijó el 13 de mayo como nueva fecha para la licitación aunque esta vez el procedimiento sería por adjudicación directa, es decir, sin un mínimo de salida y con la oferta en sobre cerrado. Ese lapsus de tiempo debía ser aprovechado por el partido para reunir los 300.000 euros de fianza que exigía la Agencia Tributaria para suspender la ejecución y renegociar la deuda, aunque IUCM fue incapaz de lograr dicha cantidad.
La mesa de contratación ha abierto esta mañana las ofertas recibidas y, tras valorarlas, ha decidido repetir el proceso ya que la suma es, en opinión de los técnicos, muy pequeña, según ha confirmado la Agencia Tributaria a eldiario.es.
En total, las pujas han alcanzado los 67.846 euros, aunque su distribución entre los cuatro locales es muy distinta. Así, la que hasta ahora era la sede de IUCM en el municipio de Getafe ha recibido una puja de 10.000 euros. Dicho local fue adquirido en 1998 y pagado íntegramente por la militancia de la localidad, aunque los estatutos del partido obligan a que todas las propiedades se registren a nombre de la organización regional. Por el local de Velilla de San Antonio se han ofrecido 43.355 euros; y por los dos inmuebles en Alcorcón, 14.111 y 400 euros respectivamente, aunque este último tiene unas cargas de 36,387 euros.
La decisión de Hacienda supone un mínimo respiro la IUCM y su delicadísima situación financiera. Aunque no soluciona el problema, la dirección del partido logra sacar la cabeza del remolino económico que amenaza con ahogarles y recuperar algo de aire. La situación interna, sin embargo, no ayuda mucho y en este caso, como en otros, se produce una división entre el sector oficial y el crítico, que ya el pasado mes de marzo solicitó la intervención de la dirección federal para poner orden en las cuentas de la federación regional.
Ahora tienen un nuevo plazo, hasta el 13 de septiembre, para tratar de solucionarlo.