“Tengo la sensación de que la sentencia ya está”. El portavoz de CDC en el Congreso, Francesc Homs, ha insistido hoy en que el proceso que se sigue contra él en el Tribunal Supremo por la consulta del 9N es una causa política, en el que “la conclusión está cantada antes de dar audiencia a las partes”, y que por tanto o acatará lo que finalmente decida el Tribunal.
En su comparecencia en el Supremo ha visto “por el tipo de preguntas, y por las posiciones coincidentes entre la fiscalía y los jueces instructores aquí y en Cataluña”, que existe “un prejuicio en todo esto”, y que la sentencia “condenatoria” contra él ya está decidida. “No acataré la sentencia políticamente, porque estamos ante un proceso político”, ha insistido.
“No vamos a acatar una decisión que viene de un proceso que es político y no jurídico”, ha dicho Homs. Tras declarar en el Tribunal Supremo, se ha dirigido la sede de la Generalitat en Madrid, la librería Blanquerna, para dar detalles de su comparecencia por la causa del 9N. El exconsejero de Presidencia Catalán es el único cuyo proceso se lleva en el alto tribunal por su condición de aforado. Al expresidente catalán Artur Mas, la exvicepresidenta Joana Ortega y la exconsellera y diputada Irene Rigau los investiga el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
Homs ha dicho que la convocatoria del 9N respondió al mandato del Parlament y al marco legal que “obliga al Govern a promover y facilitar la participación ciudadana”, y que a eso se enfrentaba a una resolución del Tribunal Constitucional “imposible de atender”. Esa situación, ha dicho, no ha sido del todo comprendida por el magistrado del Supremo ante el que ha declarado.
En esa declaración, según ha explicado luego en rueda de prensa, Homs ha mantenido “un debate vivo” con el magistrado, quien ha reconocido el error que hubo en su citación. Le advertía de que si no acudía sería detenido, pero no tenía en cuenta su condición de aforado, ha dicho el exconsejero.
Homs ha basado su defensa ante el Tribunal en que se trata de una persecución judicial fruto “de la obsesión política y partidista del PP con la cuestión catalana, que recurre a instancias judiciales para torpedear” una consulta que se desarrolló “de forma pacífica y democrática”.
Durante esa comparecencia Homs se ha negado a responder a las preguntas de la Fiscalía General del Estado porque actúa “al albur” del Gobierno del PP. En este sentido, al igual que ha hecho Mas a la entrada del Supremo, ha recordado las grabaciones en las que el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, hablaba de “afinar los expedientes” de la Fiscalía contra políticos catalanes.
Así, ha insistido en que la Fiscalía “cambió de cabo a rabo” su valoración de los hechos y se posicionó en contra de los fiscales que en Cataluña habían determinado “que no había indicio de delito alguno”. Las principales instituciones del Estado, responsables de aplicar los principios del derecho, “están siendo gregarias” de los objetivos del PP y del Ejecutivo, ha añadido.
El auto del TSJC rechaza el argumento del “proceso político”
El auto del TSJC arremete contra el argumento de “ilustres comentaristas” de que la causa del 9N “se halla instrumentalizada políticamente” y defiende que la suspensión de la consulta acordada por el Tribunal Constitucional era “de obligado cumplimiento para su destinatario”.
En opinión de la sala, el hecho de que en el delito que se enjuicia en el caso del 9N hayan participado presuntamente personas con responsabilidades de gobierno no lo convierte en una causa política, “a riesgo de que las motivaciones de este carácter, por nobles y legítimas que fuesen, dieran patente de corso para actuar fuera del ordenamiento jurídico”.