Pablo Iglesias y Alberto Garzón coincidieron brevemente en la sesión de investidura de Manuela Carmena como alcaldesa de Madrid. Fue un saludo fugaz, un apretón de manos y un abrazo en el que se cruzaron unas pocas palabras que los periodistas que les rodeaban apenas pudieron oír. Según ha confirmado eldiario.es de fuentes de Izquierda Unida y de Podemos, los líderes se emplazaron para llamarse y acordar una reunión entre ambos en la que poder tener una conversación tranquila.
El encuentro entre Iglesias y Garzón es el primero desde que el secretario de Convergencia de IU lanzara su llamamiento para poner en marcha un proceso de unidad popular de cara a las elecciones generales previstas para noviembre. El anterior fue hace menos de un mes, también fugazmente, en las instalaciones de TVE durante las entrevistas de la campaña electoral. Son las dos únicas conversaciones recientes entre los dos, según han relatado ambos en público en varias ocasiones.
El debate sobre la unidad popular se ha abierto completamente tras las elecciones municipales y autonómicas. También en el seno de Podemos, donde voces relevantes han apelado a abrir el partido. Juan Carlos Monedero, desde su nueva posición de exdirigente, propuso una fórmula en una entrevista en eldiario.es para concurrir a las generales: “Podemos-algo”.
Las posiciones entre IU y Podemos parecen cercanas y lejanas. Ambas formaciones apelan a la unidad popular, a la necesidad de unir fuerzas en todo el Estado para llegar a noviembre en condiciones de disputar las elecciones al Partido Popular. También se hacen eco de los mismos ejemplos: Ahora Madrid, Barcelona en Comú y las mareas gallegas.
Pero ahí terminan, de momento, las coincidencias. Garzón ha apelado a una confluencia sin siglas y sin hegemonía de ninguno de los partidos. Los órganos de IU han dado el visto bueno a la propuesta. Desde Podemos, sin embargo, defienden con firmeza su marca y logo, aunque sí consideran la posibilidad de buscar fórmulas para que otras formaciones se sientan cómodas dentro de sus listas.
El propio Pablo Iglesias lo reiteró este sábado a las puertas del Ayuntamiento de Madrid. “Tenemos que ser lo suficientemente generosos para que en Podemos pueda haber gente que no es de Podemos”, señalaba a La Sexta el secretario general de Podemos. Iglesias añadía: “Yo no quiero ser el candidato de un partido, quiero ser el candidato del cambio” y conminaba a “buscar fórmulas que hagan compatible que el logo de Podemos esté con otros sectores”.
La conversación tendrá que servir para limar asperezas entre ambos líderes. El 28 de mayo, Iglesias aseguró en una rueda de prensa que Podemos “no será la balsa de salvamento” de IU. El coordinador de IU, Cayo Lara, le respondió airado.
No ha sido el único. Dos de las personas con más ascendente sobre Iglesias también han advertido al líder de Podemos. Primero, Julio Anguita, quien le alertó sobre “la prepotencia”. Después, Xosé Manuel Beiras, quien aseguró en una entrevista en eldiario.es que “no hay ninguna fuerza política que pueda ser el gallo del gallinero”.