El ex secretario general del PCE Gerardo Iglesias se ha mostrado hoy “indignado, pero no sorprendido” por la suspensión, a petición de la Fiscalía, de la declaración que debía prestar ante un juzgado de Oviedo en relación con la 'querella argentina' que investiga los crímenes de la dictadura franquista.
Iglesias había acudido al tribunal, acompañado por la abogada Ana Messuti, para cumplir así la petición formulada por la jueza argentina María Servini de que se tomase declaración en diversos juzgados españoles a quienes se sumaron a la querella aunque finalmente no pudo testificar ante la petición de la Fiscalía.
El fundador de IU ha calificado de “impresentable e intolerable” la postura del Ministerio Público, basada en una instrucción de obligado cumplimiento remitida el 30 de septiembre por la Fiscalía General del Estado, y sobre la que el juzgado deberá pronunciarse aún mientras que su letrada ha anunciado que trasladará esta decisión a los tribunales argentinos y estudiará un posible recurso.
El ex dirigente político se ha mostrado convencido de que esta decisión se ha adoptado “por sugerencia del poder político” dado que, ha subrayado, el Fiscal General del Estado “obedece a quien le manda y le nombra, que es el Gobierno”, una circunstancia que no ha considerado extraña en un país donde “tras cuarenta años, proliferan los actos de exaltación del fascismo y del sanguinario Franco”.
A su juicio, España no ha aprobado aún la asignatura de “la impunidad del franquismo”, un asunto que debería resolverse “cuanto antes mejor” dado que, de otra manera, “no es posible democracia real y participativa” y en el que sigue imperando “la cultura del miedo”.