El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha recibido una lluvia de críticas desde el PP, el PSOE y Ciudadanos, así como desde el Gobierno en funciones, tras aplaudir en Twitter la excarcelación del dirigente de la izquierda abertzale vasca Anraldo Otegi tras cumplir seis años de prisión por intentar reconstruir la entonces ilegalizada Batasuna.
El primero ha sido Albert Rivera. La discusión ha comenzado tras el tuit del líder de Podemos, en el que manifestaba su respaldo a la libertad de Otegi. Para Iglesias “es una buena noticia para los demócratas” porque “nadie debería ir a la cárcel por sus ideas”.
El presidente de Ciudadanos ha reprochado a Iglesias su tuit, y ha dicho que Otegi fue condenado “por pertenencia a banda armada”. Además, Rivera ha asegurado que “encarcelado por sus ideas” está el político venezolano Leopoldo López.
Iglesias ha tardado poco en responder a Rivera. Para hacerlo, le ha acusado de haberse salido con su partido del Parlament catalán “con el PP para no condenar el franquismo”. También le ha reprochado utilizar el “marketing” ante los “principios” que según el diputado imperan en Podemos.
Tras Rivera han llegado otras reacciones. El portavoz parlamentario socialista, Antonio Hernando, ha afirmado: “En España no hay presos políticos. Es lamentable que alguien diga, tras 38 años de democracia, que hay presos políticos”.
Desde el Gobierno en funciones también ha habido críticas. Y con Venezuela como arma arrojadiza. La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, ha asegurado que “no se puede defender terroristas y no alzar la voz frente a lo que, en países a los que acostumbran a viajar habitualmente [en alusión a Venezuela], hay personas encerradas simplemente por defender su ideas y defender otras posibilidades de Gobierno”.
El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha seguido la senda de su jefa y ha asegurado que Iglesias “se califica a sí mismo y califica cuál es su ideario y su forma de entender la vida”. Para Iglesias, ha añadido Catalá, sus “modelos políticos son Hugo Chávez o Nicolás Maduro, personas que encarcelan a los opositores que piden la libertad de prensa, y si esos son sus modelos de referencia, no nos deberíamos extrañar de cualquier cosa que ponga de manifiesto ese señor”.
Desde el PP, su portavoz en el Congreso ha reprobado a Iglesias por su intento de “blanqueo de las actividades de ETA” y ha aprovechado para pedir al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que “reflexione” sobre sus intentos de pactar con el líder de Podemos, “un señor que tiene semejante opinión sobre el señor Otegi y la banda terrorista ETA”.
Las críticas se han centrado en Pablo Iglesias. Otros líderes políticos, partidos o adminsitraciones que se han felicitado por la excarcelación de Otegi no han sido mencionados por Ciudadanos, el PP o el PSOE ni por el Gobierno. Es el caso del dirigente de IU Alberto Garzón, la candidatura que sostiene al actual Gobierno de la Generalitat valenciana, Junts pel Sí, o el propio Ejecutivo vasco.
La salida de la cárcel de Otegi
Arnaldo Otegi ha salido de la prisión de Logroño tras seis años y medio de prisión por una condena por intentar reconstruir la ilegalizada Batasuna por orden de ETA.
Ante más de un centenar de personas, Otegi ha pisado la calle a las 8.55h de este martes. Allí le han recibido portando ikurriñas y con gritos de “independentzia”, “euskal presoak etxera” (presos vascos a casa), “Amnistía” y “Arnaldo lehendakari”.
En sus primeros momentos de libertad, Otegi se ha dirigido a los que han acudido a apoyarle para asegurar que “hay presos políticos en el Estado español”, ya que según él “hoy sale un preso político de una cárcel española”. El exlíder de Batasuna ha dicho sobre ETA que “la paz es el camino” y ha reiterado que pretende llevar ese objetivo “hasta el final”.
Horas antes, The New York Times publicaba una entrevista con Otegi, en la que éste aseguraba que le gustaría ser el candidato de Bildu a lehendakari en las elecciones vascas del mes de octubre.