Ignacio Varela es uno de los exconsejeros de Caja Madrid que utilizó las tarjetas 'black' que la entidad financiera daba a algunos de sus altos cargos. Gastó 35.700 euros, según el informe que maneja la Fiscalía Anticorrupción. El sociólogo llegó a la caja de ahorros en 2005 a propuesta de Ferraz y se marchó poco después de un año al no salir elegido en la votación de la asamblea.
El sillón de Varela en Caja Madrid fue una imposición de Ferraz al Partido Socialista de Madrid (PSM) de Rafael Simancas, según varios dirigentes consultados. Varela, que hasta la llegada de Pedro Sánchez a la dirección ha sido uno de los asesores sociológicos de cabecera del PSOE, sustituyó a Miguel Muñiz en en el consejo de administración de la caja de ahorros en marzo de 2005.
“Ese nombramiento fue conflictivo”, recuerda un miembro de la Ejecutiva del PSOE con José Luis Rodríguez Zapatero: “Desde la Secretaría de Organización se exigió con rudeza que se incluyera a Varela”. “No pusimos ninguna traba porque tenía un currículum, no venía de la nada. Por ejemplo, estuvo muchísimos años en el gabinete de Felipe en La Moncloa”, expresa un dirigente del PSM en aquella época.
Una fuente de la actual Ejecutiva atribuye a la presencia de Varela en Caja Madrid que Alfredo Pérez Rubalcaba rechazara realizar una investigación interna del agujero de Bankia. Esa negativa se materializó en mayo de 2012, cuando la dirección socialista cerró la puerta a la “comisión de la verdad” que la exministra Carme Chacón planteó en una reunión del grupo parlamentario en el Congreso tras conocerse que el rescate iba a costar 23.000 millones de euros –una cifra que finalmente se ha duplicado–.
A la petición de la exministra se sumaron otros diputados, como Odón Elorza. “Fue un intervención valiente pero leal”, expresa uno de los diputados presentes en la reunión a puerta cerrada del Grupo Socialista en el Congreso. La dirección del PSOE se negó a pedir esa investigación, que luego terminó por reclamar.
“Los votos se los robó Acosta”
La salida de Varela de la entidad financiera se produjo en julio de 2006. El sociólogo pretendía continuar en el consejo de administración de la entidad, pero no salió elegido en la votación de la asamblea en la que se designó a nueve de los 21 vocales.
El resultado fue negativo para los socialistas, que perdieron un representante frente a los dos que esperaban obtener. Sólo entró José María de la Riva, y Varela se quedó fuera.
Fuentes de la asamblea atribuyeron en ese momento la pérdida de un consejero por parte del PSOE –lo que benefició a CCOO y al grupo independiente– al reparto de votos hecho por el PP, según informó EFE.
Sin embargo, la lectura que hizo Varela de ese resultado fue distinta, según relató a Blesa uno de sus hombres de confianza, Enrique de la Torre: “Ivarela estuvo muy jodido con la salida del Consejo pero al fin averiguó que los votos se los robó Pepe Acosta”, le contó en un correo electrónico enviado en noviembre de 2007 tras mantener un almuerzo con el sociólogo y Antonio Romero.
Una salida traumática de la caja
Los correos de Blesa, a los que ha tenido acceso eldiario.es gracias a una fuente anónima derivada del Partido X, revelan que mantuvo una buena relación con sus compañeros del consejo. “Quiero deciros que mi breve experiencia como consejero de Caja Madrid ha sido para mí una experiencia sumamente grata y enriquecedora”, les dijo: “Ello tiene mucho que ver con la calidad humana y profesional de las personas con las que he tenido el privilegio de compartir esa mesa”.
“No es fácil, en la actual vida pública española, encontrar lugares en los que impere el respeto personal, la exposición civilizada de las discrepancias y el uso del argumento más que el epíteto de trazo grueso”, escribió en un email remitido a Miguel Blesa, Gerardo Díaz Ferrán, Gonzalo Martín Pascual, Guillermo Marcos, Ignacio de Navasqüés y José Antonio Moral Santín. “El consejo de la caja es uno de esos escasos lugares y por eso cuesta más dejarlo”, añadía.
El presidente de Caja Madrid le respondió un mes más tarde agradeciéndole sus palabras y le contestó que él debía agradecerle a todos los consejeros que “por encima de las diferencias, ha imperado el sentido de la responsabilidad y una profesionalidad que se echa de menos en otros ámbitos”.
Esa relación se mantuvo tras salir de la entidad y llegó a plantear interceder por sus excompañeros ante Ferraz. “Ahora está muy cerca de Blanco y Zapatero”, escribió De la Torre a Blesa en ese correo de 2007. En ese momento la renovación de la dirección de Caja Madrid estaba en disputa –Esperanza Aguirre peleaba contra Blesa y el Ayuntamiento de Madrid– y Varela se ofreció a pedir a Blanco que “llamara” a la presidenta regional, aunque “entendieron que sería peor”, según explicó De la Torre.
Tiempo después de su salida de Caja Madrid el “amigo de Blanco y Rubalcaba” –como le definen varias fuentes consultadas– también estuvo en la terna para optar por un puesto en el consejo de administración de Iberia –una de las participadas de Caja Madrid–. Sin embargo, Blanco perdió la apuesta porque se encontró con el rechazo frontal de Tomás Gómez, que colocó finalmente a Javier Gómez Navarro.
Varela, que ha sido asesor en Ferraz hasta la llegada de Pedro Sánchez, quien decidió prescindir de sus servicios, ha dado el salto ahora a Argentina, donde asesora al Partido Radical, según El Confidencial. Ahora, recién llegado, se ha encontrado con el escándalo de las tarjetas black de Caja Madrid, de la que dispuso durante el año que estuvo en la entidad y con la que gastó 35.700 euros, y prefiere no hacer comentarios.