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Los independentistas escoceses aterrizan en Westminster

EFE

Londres —

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No consiguieron la independencia de Escocia en septiembre pasado, pero los 56 diputados del Partido Nacionalista Escocés (SNP) que ganaron un escaño en las elecciones británicas llegaron hoy en bloque a la Cámara de los Comunes para defender desde el corazón de Westminster el futuro de la región.

Vestida de llamativo rojo, la líder del SNP y ministra principal del Gobierno escocés, Nicola Sturgeon, saludó a quienes a partir de ahora representarán bajo su tutela los intereses de la autonomía en el Parlamento de Londres, donde, por primera vez en la historia, son la tercera fuerza parlamentaria.

El grupo, que llegó en avión y distribuyó varios “selfis” en las redes sociales, se hizo una foto de equipo delante de las Casas del Parlamento, que muchos de ellos pisan por primera vez gracias a la victoria arrolladora del SNP en los pasados comicios.

En un ambiente de euforia y con la bandera escocesa ondeando de fondo, los diputados -entre ellos Mhairi Black, de 20 años y la parlamentaria más joven en tres siglos y medio- sonrieron a las cámaras antes de tomar posesión de sus cargos.

En los Comunes, ocuparán los escaños vacantes y la que durante décadas ha sido la oficina central de los liberaldemócratas, hasta ahora la tercera fuerza nacional y que se ha visto reducida a ocho diputados.

El 7 de mayo, los independentistas escoceses ganaron 56 de los 59 escaños que Escocia tiene en la Cámara de los Comunes -cincuenta más que en la anterior legislatura-, a costa del Partido Laborista, que sufrió un descalabro en esa nación histórica, donde era la fuerza dominante desde mediados del siglo pasado.

Sturgeon ha adelantado que su grupo parlamentario “hará oír la voz de Escocia”, mientras que su predecesor y ahora diputado, Alex Salmond, ha advertido de que el gobierno de Londres “oirá rugir al león escocés”.

El próximo martes se elegirá al jefe del grupo parlamentario, entre indicaciones de que mantendrá el cargo Angus Robertson, quien ya lo ocupaba hasta ahora y habría recibido el apoyo de Salmond, la cara más visible del SNP tras haber sido el artífice del referéndum de independencia del pasado 18 de septiembre.

En declaraciones al canal escocés de la BBC, Robertson dijo que su equipo será “la voz más fuerte posible para Escocia” y destacó que, como tercera fuerza política, “podrá intervenir con más regularidad” en los debates y ocupar asientos “en casi todas las comisiones”.

“Aunque es muy deprimente que haya una mayoría conservadora en la Cámara de los Comunes, tendremos una plataforma más grande de lo que nunca la hemos tenido”, declaró.

Si bien los “tories” podrán con su mayoría promulgar muchas leyes, habrá asuntos en los que “el SNP podrá desempeñar un papel” para decantar la balanza, por ejemplo en relación con el referéndum sobre permanencia en la UE, la renovación del sistema de submarinos nucleares Trident o las medidas de austeridad, dijo.

En estos y otros temas, el primer ministro, David Cameron, puede enfrentarse a la oposición de sus rivales en la cámara pero también de algunos de sus propios correligionarios.

Con una estrecha mayoría de 331 diputados de 650, el líder “tory” podría verse perjudicado por rebeliones internas que le dejen sin los votos suficientes en cuestiones clave.

En cuanto a los objetivos del SNP, Sturgeon prevé reunirse con Cameron para plantearle sus “prioridades”, que pasan por lograr el control de los impuestos empresariales y sobre las prestaciones sociales.

Ante el inédito auge de los independentistas escoceses, cuyo partido ha cuadruplicado sus miembros hasta más de 100.000 desde septiembre, cada vez surgen más voces en el Reino Unido que piden revisar el marco constitucional para dotar al país de una estructura federal.

El lord conservador Michael Forsyth, que fue ministro para Escocia bajo el gobierno de John Major (1990-1997), propuso hoy que se estudie la viabilidad de ofrecer “máxima autonomía fiscal” a la región, pues ello evitaría que el SNP produzca “manifiestos fantasiosos que prometen la luna” sin tener después que demostrar cómo va a financiarlos.

El alcalde de Londres y diputado conservador, Boris Johnson, también ha pedido considerar una estructura federal, así como el ex ministro laborista Alistair Darling, escocés de origen y que dirigió la campaña nacional contra la independencia en el referéndum.

Para Darling, la transferencia de competencias pactada en vísperas de la consulta no será suficiente, “pues está descompensada y por lo tanto es injusta para Inglaterra”, por lo que aboga por dar más autonomía a Escocia, Gales e Irlanda del Norte.

“Deben ser responsables de reunir el dinero para financiar sus promesas”, argumentó Darling, quien sostuvo que, “con inteligencia, se puede construir una constitución para el siglo XXI”.