Sao Paulo, 9 ago (EFE).- Los indígenas brasileños presentaron este lunes una acusación ante la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI) contra el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, por un supuesto delito de genocidio, en un nuevo intento por responsabilizar penalmente al mandatario ante un tribunal internacional.
La Articulación de Pueblos Indígenas de Brasil (Apib) solicitó a la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI) que examine los supuestos “crímenes” perpetrados por Bolsonaro contra los pueblos indígenas, especialmente durante la pandemia de la covid-19, según explicó la organización en un comunicado.
La Fiscalía de la Corte Penal Internacional posibilita, a través del artículo 15 de su carta fundacional, el Estatuto de Roma, que organizaciones, ONG e incluso personas individuales envíen información documentando supuestos delitos, proceso que puede hacerse incluso a través de un mensaje de correo electrónico.
Anualmente la Oficina de la Fiscalía recibe centenas de estos mensajes, que son tratados como “comunicaciones”, no como denuncias o querellas por responsabilidad penal.
“Creemos que hay hechos en curso en Brasil que constituyen crímenes de lesa humanidad, genocidio y ecocidio. Ante la incapacidad del sistema de justicia en Brasil para investigar y juzgar estas conductas, las denunciamos ante la comunidad internacional, a través de la Corte Penal Internacional ”, resaltó el coordinador legal de Apib, Eloy Terena.
De acuerdo con la organización, el líder de la ultraderecha brasileña ha alentado diversos “ataques” contra los pueblos indígenas y sus territorios desde su llegada al poder, en enero de 2019.
En ese sentido, la Apib citó su “negativa explícita a demarcar nuevas tierras, pasando por proyectos de ley, decretos y ordenanzas que intentan legalizar actividades invasoras, estimulando conflictos”.
Bolsonaro ya ha sido objeto de otras acusaciones similares ante La Haya, entre ellas la que presentó a mediados del año pasado una coalición de más de 60 sindicatos de profesionales de salud por la omisión del presidente durante la pandemia, la cual ya deja más de 560.000 muertos y 20,1 millones de casos.