El próximo jueves 14 de marzo el Parlamento Europeo votará el polémico Registro de Datos de Pasajeros, conocido por sus siglas PNR en inglés. Polémico, porque en 2013 una comisión parlamentaria de esta institución rechazó una versión más blanda del PNR que ahora ha sido endurecida. Y también porque el Partido Popular Europeo está acusando a los demás partidos de bloquear la lucha contra el terrorismo, llegando a recurrir a los atentados de París y Bruselas como argumento.
Una acusación que ha suscitado mucha indignación entre los principales críticos del texto del PNR que llega la semana que viene a la sesión de Estrasburgo: a grandes rasgos, se trata de un registro que permitirá almacenar datos de millones de pasajeros. Estos datos (nombre, detalles del contacto, procedencia, destino, tarjetas de crédito, acompañantes) permanecerán enmascarados seis meses. Pero la propuesta de PNR tumbada en 2013 contemplaba 30 días.
Antes de los atentados del Bataclan del 13 de noviembre, el PNR era muy criticado por sus ataques a la privacidad. Su efectividad para prevenir atentados fue puesta en duda hasta por el presidente de la Agencia Española de Protección de Datos. Pero la masacre en la discoteca y en las terrazas del 10º y 11º distritos parisinos cambiaron la posición de la Eurocámara, que repentinamente votó a favor de un texto más duro.
Antes, el PPE ha intentado adelantar el voto antes del pleno de abril, sin éxito. Esteban González Pons ha apuntado: “El PNR lleva bloqueado cuatro años en el Parlamento Europeo, pero está listo desde finales de 2015 para su aprobación definitiva. Desde entonces los partidos de izquierda han estado bloqueando el voto”.
Dentro del PPE, el PP español es de los más activos a la hora de acusar a sus rivales de bancada. Para avivar más la polémica, González Pons ha tirado de futuras amenazas. “Espero que no tenga que ocurrir otro atentado para darnos cuenta de la necesidad de dotarnos de los instrumentos necesarios para combatir a los terroristas, que se aprovechan de nuestro sistema de libertades como la libre circulación de personas, para preparar y cometer sus ataques”, señaló González Pons en unas declaraciones enviadas a la prensa el pasado martes 6 de abril.
El PNR sin embargo, destacan otras formaciones, no guarda relación con la libre circulación de personas porque los terroristas de París y Bruselas eran belgas y franceses y porque no parece que los desplazamientos en avión fueran clave a la hora de atentar.
Los liberales, secundados por el partido Ciudadanos según ha podido saber este medio, defienden que el PNR “no tuvo nada que ver” en los dramáticos atentados de noviembre y marzo pasados. “El PPE y el ECR (al que pertenece el premier británico David Cameron) practican juego sucio”, ha estallado el liberal Guy Verhofstadt. “Los atentados han demostrado que más que ausencia de información almacenada lo que había era ausencia de coordinación entre los servicios policiales y de inteligencia de los estados miembros”.
Según la liberal holandesa Sophie Int’Veld, las imputaciones del PP son “absurdas ” Los terroristas de los ataques de Paris de enero (Charlie Hebdo) y noviembre de 2015 eran conocidos por las autoridades. Sus movimientos, incluyendo viajes en avión a lugares como Siria y Pakistán, también se conocían“. ”¿Por qué no hacer mejor una base de datos policial en vez de 28 sistemas nacionales individuales?“, se pregunta Verhofstadt.
González Pons no es el único popular. La eurodiputada Teresa Jiménez-Becerril acusó hace un mes al resto de partidos de no querer adelantar el voto. “¿Para qué vamos a esperar más? No existe ningún argumento lógico para seguir posponiendo un voto tan urgente y menos aun cuando la vida de los ciudadanos está en riesgo”.
“Como víctima del terrorismo no dejo de preguntarme el por qué existe tanta irresponsabilidad por parte de la izquierda a la hora de abordar la seguridad”, añadió Jiménez-Becerril. La libertad es sagrada pero sin medidas que nos la garanticen, no podremos gozar de ella“.
El partido socialista europeo (S&D) tiene que debatir su posición antes de Estrasburgo pero previsiblemente votará a favor, según diversas fuentes.