El ritmo es “frenético”, según los equipos de Soraya Sáenz de Santamaría y Pablo Casado. Además de su presencia en actos y entrevistas, los dos candidatos están permanentemente pegados al teléfono realizando llamadas a los compromisarios –en total, podrán votar 3.082– que consideran indecisos. Apenas les quedan unas horas para convencerles de que les apoyen el sábado, en la votación que tendrá lugar en el XIX Congreso Extraordinario del PP que comienza este viernes y elegirá al sucesor de Mariano Rajoy al frente del partido. Los dos se ven como ganadores: la candidatura de Casado dice contar con más del 71% de los votos; la de Santamaría asegura estar por encima del 63%.
Además de esos telefonazos compromisario a compromisario, cada aspirante ha optado por su propia estrategia. En sus conversaciones con los distintos delegados, Santamaría vende su triunfo en las encuestas que apuntan a que es la favorita de los votantes del PP y la que más opciones tendría de ganar unas elecciones al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. La exvicepresidenta del Gobierno argumenta, además, que ella es la única capaz de lograr un PP “centrado” que puede recuperar a los electores tradicionalmente populares que se han pasado a Ciudadanos. “El partido no puede irse a una esquina. Hay que ocupar todo el centro”, decía este jueves en la enésima entrevista, esta vez en Onda Cero.
Santamaría emplea, asimismo, otras herramientas para convencer a los indecisos: “Yo tengo en el whatsapp el que llamo el 'chat de la integración', que son muchos compromisarios que me van mandado cosas”, aseguraba la exvicepresidenta del Gobierno, cuyo equipo sigue optimista respecto al resultado del congreso, a pesar del incesante goteo de apoyos que lleva exhibiendo Casado en las últimas horas.
La batalla por Galicia
Como ejemplo citan el caso de Galicia, una de las comunidades decisivas por ser la tercera en número de compromisarios y cuyo líder, Alberto Núñez Feijóo, aún no se ha pronunciado oficialmente a favor de ninguno de los dos candidatos. Allí, apuntan miembros del equipo de la exvicepresidenta, les apoya el líder del partido en Ourense, José Manuel Baltar, el presidente del Parlamento gallego, Miguel Ángel Santalices o el portavoz popular en el Senado y exlíder del PP de Lugo, José Manuel Barreiro, entre otros.
Casado también exhibe músculo en la comunidad gallega. Su equipo presume del respaldo del presidente provincial del partido en A Coruña y vicepresidente de la Cámara autonómica, Diego Calvo, y del de la portavoz del PP en el Ayuntamiento de la capital, Rosa Gallego. Los dos nombres formaban parte este jueves de la programada publicación de apoyos que lleva realizando el vicesecretario con cuentagotas prácticamente desde la votación de los afiliados del día 5, y al que se sumaban también los del presidente de los populares catalanes, Xavier García-Albiol, y la exministra de Sanidad, Dolors Montserrat.
Ella participaba a mediodía en una comida junto al vicesecretario y otros seis exministros –José Manuel García-Margallo, Rafael Catalá, María Dolores de Cospedal, Isabel García Tejerina y Juan Ignacio Zoido– . Se trata de una exhibición más de Casado en la guerra psicológica que ha puesto en marcha su equipo para presentarlo como ganador antes del cónclave y poder sumar así a los indecisos que apuesten a caballo ganador. En sus llamadas, el candidato defiende precisamente eso: que en los últimos días no deja de recibir apoyos de dirigentes y que él es el único capaz de integrar a todas las sensibilidades del partido, después de que se hayan sumado a su candidatura los cuatro candidatos que quedaron eliminados en la primera vuelta de las primarias.
A lo largo de la campaña los populares cercanos a Santamaría han pedido un ejercicio de integración antes del congreso con el objetivo de conformar una candidatura única y evitar así la foto de la división que generará la votación. Distintos dirigentes consultados por eldiario.es consideran ahora que ese escenario es prácticamente imposible, vista la determinación de Casado de seguir “hasta el final” y su convencimiento de poder ganar a la exvicepresidenta a pesar de que ella fue la más votada por los afiliados.
El plazo para la integración
Fuentes de la Comisión Organizadora del Congreso (COC) explican que “el cierre de la presentación de candidaturas será, probablemente el sábado entre las 8.00 y las 9.00 horas de la mañana”, lo cual dependerá de la presidenta del cónclave, Ana Pastor. Hasta entonces, Casado y Santamaría estarían a tiempo de presentar una lista unitaria que ahora se considera como totalmente improbable. A partir del cierre de presentación de candidaturas se sorteará el orden de intervención de los aspirantes, que comenzarán con sus discursos a las 9.30 horas. La votación se iniciará a las 11.00, y los resultados se conocerán dos horas después.
Quien en principio no asistirá al congreso será el expresidente del Gobierno y exlíder popular José María Aznar. Él asegura que la dirección del partido no le ha invitado: “Yo solo he sido presidente del PP 14 años, del Gobierno ocho años y diputado 20 años, pero probablemente eso no da derecho a ninguna invitación”, ironizaba el miércoles. Estas declaraciones han molestado a la COC y a su presidente, Luis de Grandes. En una entrevista en Antena 3, este jueves De Grandes consideraba que Aznar ha tratado con un “desdén expreso” al PP, por pedir la regeneración del centro derecha y desvincularse del partido.
El máximo responsable de la dirección del PP durante el período congresual recordaba que el propio Aznar decidió dejar de ser presidente de honor del PP, siguiendo “el mismo camino” que había tomado “la nueva FAES” unos meses antes al desvincularse del partido, sin que hubiera “ninguna persona” de la formación “con cargo orgánico alguno” en la fundación. “José María Aznar, si hubiera querido, sería un miembro nato de este congreso, con voz y voto, porque era presidente de honor del partido. Él expresamente renunció a esa condición”, zanjaba.
Este viernes, en la primera jornada del congreso, Rajoy pronunciará su último discurso como presidente del PP, con previsibles menciones a la unidad que podrían leerse como un respaldo a la integración que reivindica Santamaría. También realizará la lectura de su informe de gestión Cospedal, que apoya abiertamente a Casado, aunque en el partido confían en que, al menos sobre el escenario, la secretaria general mantenga la neutralidad que debe al cargo.
Un mes y medio después de que Rajoy anunciara su marcha, comienza el cónclave para su relevo. El primero que no sale de un dedazo. Quien salga vencedor tendrá como principal reto intentar coser la fractura generada durante las últimas semanas.